El sector del hormigón muestra su preocupación ante las perspectivas de 2023
Los últimos datos disponibles de producción de hormigón, la evolución del consumo de cemento y la esperada recesión están afectando negativamente a las expectativas económicas de los fabricantes de hormigón, según recoge la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop). En estos momentos, las estimaciones que maneja la Asociación indican una caída de la producción de hormigón para el año 2022 de entre el 5% y el 7%.
“No es menos cierto, además, que los promotores de obras se enfrentan a una incertidumbre de costes de sus proyectos que en muchos casos es difícil de asumir”, añaden. "En estas renegociaciones de precios con los clientes muchas veces las fuerzas están desproporcionadas (el sector del hormigón está compuesto en un porcentaje importante por empresas pequeñas), y ante estas subidas de costes, como la que se producirá en enero, no queda más remedio que trasladar los incrementos, puesto que en caso contrario no resulta viable continuar con el suministro, so pena de incurrir en unas pérdidas que pongan en riesgo a las empresas productoras".
El sector del hormigón está evolucionando de manera muy importante en los últimos años, buscando la sostenibilidad. Más de 400 plantas obtuvieron la Declaración Ambiental de Producto sectorial en 2022 y otras 100 se incorporarán en 2023. Además, todas las plantas de la Asociación disponen del certificado obligatorio del RD163/2019 que acredita que cumple con las exhaustivas exigencias legales en materia de control de producción, así como del distintivo Hormigón Expert de Anefhop, lo que garantiza la calidad en los procesos y en los productos, así como el respeto al medio ambiente y la seguridad industrial. En breve se publicará la Hoja de Ruta de reducción de CO2 elaborada por la Asociación.
“Queremos ser un sector dinámico, que avance en adaptarnos a los tiempos y a las demandas de la sociedad y, por supuesto, de nuestros propios clientes. Todo este esfuerzo dinamizador se puede ver frenado, sin embargo, por la situación crítica que provoca el constante incremento de los costes de fabricación que estamos sufriendo. Esperamos que esta situación indeseada se estabilice de una vez por todas. Si queremos que los proyectos salgan adelante, tendremos que tener en cuenta los costes reales de las materias primas y los recursos productivos que, al igual que la energía, han cambiado el escenario de una forma radical”, concluyen.