Limitaciones de espacio y la dependencia del mercado eléctrico, entre las barreras para ahorrar energía en las plantas de hormigón
El compromiso del sector del hormigón con el ahorro de energía es firme, sin embargo, los problemas que se encuentran las plantas para trasladar a la práctica estas medidas están ralentizando sus objetivos. Así lo está viendo la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop) en el seguimiento de la implantación de su declaración ambiental de producto (DAP sectorial).
“Las plantas de hormigón están adoptando medidas para ahorrar energía desde antes del inicio de la crisis que estamos viviendo actualmente, ya que el compromiso con la protección del medio ambiente es fuerte y ofrece a su vez la posibilidad de que el ahorro energético pueda suponer un ahorro económico”, señala Pablo Gómez Escribano, delegado de la zona Centro y Canarias de Anefhop.
Con este fin, las plantas de hormigón están llevando a cabo diversas acciones relacionadas con las instalaciones, las materias primas, el transporte, etc. La necesidad por un lado de reducir la huella de carbono y también de ahorrar energía, está llevando a los fabricantes de cemento a optar por cementos más sostenibles. Esta situación va a influir enormemente en la mejora de la huella de carbono del hormigón. Asimismo, muchas plantas están invirtiendo en la mejora de la flota de camiones priorizando el ahorro de combustible, o en hacer más eficientes sus instalaciones mediante paneles solares que fomenten el autoconsumo energético.
“La necesidad de ahorrar energía es cada vez más apremiante y el desarrollo futuro no puede estar alejado de las cuestiones medio ambientales. Por eso, más de 400 plantas se han adscrito a nuestra DAP sectorial en una apuesta de las empresas por hacer del sector del hormigón una industria más sostenible”, concluye Carlos Peraita, director general de Anefhop.