El RD 163, la palanca para transformar el sector del hormigón
Carlos Peraita, director general de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop)
10/08/2020Si en algo se diferencia esta instrucción de la anterior, la del 21 de noviembre de 2001, no es tanto en las novedades técnicas y de control de producción del hormigón como en su poder de transformación, de renovación y, en general, de impulso de todo un sector. Esas son, sin duda, sus claves más importantes y las que deben llevar a los fabricantes a tomar conciencia de la importancia de incorporar sus requerimientos cuanto antes.
Ya hacía muchos años que el sector reclamaba un cambio de rumbo. Las diferencias en la fabricación de las centrales de hormigón, en referencia a la norma EHE08, hacen que la situación en muchos mercados sea insostenible. Así, se pudo escuchar como a este cambio algunos lo denominaban “profesionalizar el sector”, otros como la “búsqueda de la excelencia”, y otros sin más, buscar la forma de “combatir la competencia desleal”, que no cumplía con la anterior Instrucción y norma. Desde Anefhop, implantamos entre nuestros asociados el sello Hormigón Expert, que venía a recoger los requerimientos que obligaba la anterior reglamentación, así como las disposiciones que afectan a riesgos laborales y al medio ambiente. No cabe duda de que este esfuerzo realizado por las empresas asociadas da ahora sus frutos, ya que para ellos va a ser más fácil adaptarse a la nueva Instrucción.
Hechas estas puntualizaciones, toca ahora descubrir las aportaciones reales de este RD y su impacto en el día a día de las empresas productoras de hormigón. Lo novedoso es que el nuevo RD obliga a las plantas de hormigón a pasar una auditoría externa, a través de un organismo de control debidamente acreditado, que certifique que se cumple con el RD y así obtener un certificado acreditativo. Es decir, la carga de la prueba del cumplimiento pasa de la Administración regional a las empresas productoras. Pocas inspecciones hemos sufrido en el sector para verificar el cumplimiento de la instrucción de control de producción en los últimos años, debido principalmente -se nos ha dicho siempre- a la falta de medios de la Administración. Y esta falta de inspección gubernativa y su posterior efecto sancionador y punitivo ha permitido que una parte no pequeña ni desdeñable de los operadores de este sector hayan incumplido sistemáticamente estas exigencias técnicas.
Permítanme la comparación, pero es como si antes nos tuvieran que mirar uno a uno para ver si sabíamos conducir y cumplíamos en nuestro día a día con el código de circulación y ahora, sin embargo, tengamos que obtener el permiso de conducir por nosotros mismos. Sin el carné no se puede conducir y, sin el certificado, no se puede fabricar hormigón. Así de simple y así de transformador. Igual que ninguna empresa de transporte contrataría a un conductor sin permiso de conducir, por más que demuestre su sobrada experiencia, ninguna empresa constructora podrá contratar el hormigón a una planta sin certificado.
El papel de la asociación en este contexto es de suma relevancia. Este RD afecta principalmente a los fabricantes. Sin embargo, de nada serviría si no se dan una serie de condiciones para que se cumpla la legalidad que pretende implantar. En primer lugar, que los organismos responsables exijan su cumplimiento. Así, las Direcciones Generales de Industria de las diferentes Comunidades Autónomas deben conocer el RD y exigir a las empresas de su región que dispongan del certificado. Sólo tienen que reclamar su presentación, ya no se hace necesaria la visita ni la inspección. Las multas por no disponer del certificado corresponden a la clasificación de la falta, que es considerada por la Ley de Industria como muy grave.
En segundo lugar, los organismos de control deben hacer su trabajo de la forma más homogénea posible, de manera que se garantice que todos los certificados recogen las mismas exigencias del RD. Para ello, tanto desde Anefhop como desde ENAC y el propio Ministerio de Industria velaremos porque las exigencias legales sean las mismas para todos, independientemente del organismo de control que expida el certificado.
En tercer lugar, asegurar el cumplimiento de determinados aspectos que regula el RD como la posesión de un software de producción cerrado e inviolable, el control del volumen suministrado, el control de los objetivos de calidad, etc. Este es un objetivo capital. La nueva normativa y su estricta aplicación deben conseguir erradicar de plano esas malas prácticas utilizadas desde hace tiempo por los competidores desleales. Además, debe tenerse en cuenta, por otro lado, que la no posesión del certificado puede afectar incluso a las coberturas de los riesgos de siniestros de calidad por parte de las compañías aseguradoras.
En cuarto lugar, y aunque hasta el 1 de abril de 2021 sólo sea con carácter informativo, las constructoras están ya obligadas a pedir el certificado antes del inicio de la obra. Caso de consumir hormigón de centrales sin certificado a partir de la citada fecha, estarían cometiendo un fraude, y así lo denunciaremos firmemente desde nuestra asociación. Todas las centrales que no tengan certificado y, por tanto no cumplan la ley, no podrán comercializar hormigón.
No cabe duda de que en esta época tan difícil que estamos viviendo, con una crisis económica de incalculables consecuencias, nos toca hacer nuevamente un esfuerzo, pero desde Anefhop pensamos que en esta ocasión contamos con los apoyos necesarios para asegurar un cambio positivo y transformador en el sector. Para ello, necesitaremos el convencimiento de todos los asociados, así como la máxima colaboración para ponerlo en marcha y, después, hacer un intenso seguimiento cuyo objetivo es que el 100 por cien de las centrales operativas de hormigón en España estén certificadas.
En Anefhop creemos en un sector altamente profesionalizado, con centrales de hormigón certificadas a partir del RD 163, y en la consecución de ese reto es fundamental que contemos con la disposición absoluta de todas las empresas del sector, pues sin su colaboración será imposible alcanzar el objetivo.