“Zapatero a tus zapatos”
Ante la progresiva caída de actividad que está sufriendo la construcción en España, a los pocos proyectos que van saliendo en sus diferentes subsectores, ofertan todo tipo de empresas, sin tenerse en cuenta la siempre necesaria especialización. Es lo que está ocurriendo, por ejemplo, en el campo de la demolición a cuyos trabajos se presentan empresas de todo tipo. En este artículo, la Asociación Española de Empresarios de Demolición, Aeded, expone la problemática a la que se enfrenta este colectivo profesional y sus posibles vías de solución.
El dicho popular “Zapatero a tus zapatos” puede interpretarse en varios sentidos. Por un lado pone de relieve la oportunidad de dedicarse a lo que uno realmente sabe hacer, o es su oficio, y por otro sirve también para llamar la atención a quien sin conocer la labor pretende asumir funciones o tareas que le quedan grandes. En esta línea, desde la asociación nos gustaría exponer una problemática que se está agravando a lo largo de los últimos meses.
Como hemos expuesto en anteriores ocasiones desde Aeded, la demolición es una actividad coetánea a la construcción, vecina necesaria e imprescindible. La actividad de demolición forma parte del día a día del variado y complejo sector de la construcción, y más hoy en día, dada la continua concentración en área urbanas e industriales de la población y la actividad económica.
Pero todo el sector de construcción sigue sufriendo los efectos de esta gran reestructuración a la que está siendo sometido, y eso afecta a todos los gremios. En el caso de la demolición, al ser una actividad necesaria como acción previa a la de la construcción en sí o como final de la vida útil, a pesar de la gran reducción de la actividad sigue habiendo obras y trabajo. Y a estas obras de demolición ofertan ahora todo tipo de empresas.
Ya hemos expuesto en anteriores ocasiones cuáles deberían ser los requisitos de contratación, cuál es el protocolo de acreditación de empresas en la actividad, incluso las pautas generales a tener en cuenta en el proyecto de demolición, … Incluso hemos hablado de competencia no adecuada, por parte de empresas muy válidas en otros gremios, pero que con escasa experiencia o conocimientos afrontan proyectos de demolición con grave riesgo para sus trabajadores, para sí mismas, para el entorno y para el gremio en general.
Pero hoy el dicho “zapatero a tus zapatos” va dirigido a otro público, a las empresas que se presentan a licitaciones de demolición y subcontratan luego la ejecución del trabajo íntegro. Para poder contratar con las Administraciones Públicas contratos de obras a partir de ciertos importes, es necesario estar clasificado como contratista de obras o de servicios respectivamente.
En el caso de la demolición, la clasificación está en el grupo C (Edificaciones), subgrupo 1 (Demoliciones), que a su vez puede tener varios niveles en función del importe económico.
Pero en el contexto actual, la contratación por parte de las Administraciones Públicas (desde la central a las más locales y pequeñas), está tendiendo a realizarse en paquetes que incluyen todas las unidades de obra (demolición, edificación, movimiento de tierras). Y quienes están resultando adjudicatarios de dicha contratación son grupos constructores, que en realidad actúan más como project managers.
Estos adjudicatarios reparten la ejecución de todas las unidades entre los diferentes gremios en condiciones irrisorias y de gran peligro para la ejecución por la escasez de medios.
Desde Aeded esto nos preocupa gravemente, y por este motivo estuvimos reunidos recientemente con la Comisión Nacional de la Competencia, así como otras entidades relacionadas, exponiendo esta problemática.
La visión de estas entidades coincide con la expuesta por Aeded: las unidades de obra que requieren clasificación debe licitarse de forma separada, para que las empresas especializadas puedan concurrir a la licitación.
Además, desde la asociación hemos estado reunidos con representantes de varios ministerios y entidades relacionadas, exponiendo el protocolo de acreditación de empresas del gremio, como una herramienta para reducir las incidencias en este campo, lo que ha sido recibido muy positivamente por parte de todos.
Así pues, y como conclusión, desde Aeded se ha tomado la decisión de actuar de forma clara ante este tipo de situaciones, por una parte notificando a las Mesas de Contratación de la Administración Pública correspondiente cualquier incidencia que se detecte, y por otra fomentando la acreditación de las empresas.
Para la tramitación de estos temas, desde la asociación se ha creado un procedimiento de gestión de denuncias, quejas y cualquier otra incidencia relacionada con obras de demolición, que está abierto al público y a disposición de quien desee usarlo en: www.aeded.org/incidencias
Soldado antes que capitán
Permítasenos hacer una aclaración más. No es el objetivo de este artículo reclamar una protección absurda sobre la actividad, ni mucho menos poner trabas a cualquier empresa o profesional que deseen introducirse en el gremio.
Nada más lejos de la realidad. Lo que sí se busca es hacer conscientes a propios y ajenos que el acceso a la actividad debe ser escalonado y con sentido común. No tiene lógica que una empresa que nunca haya hecho una demolición realice el desmantelamiento de una industria. Como no lo tendría que una empresa que nunca ha hecho una infraestructura se plantease hacer un puente atirantado de grandes dimensiones. Como se dice en los cuerpos militares, hay que ser soldado raso antes de llegar a capitán.