Repsol avanza en sostenibilidad
En el Informe Medioambiental 2003 de Repsol YPF puede encontrarse información detallada sobre los aspectos principales y las mejoras relevantes introducidas durante el ejercicio en ámbitos básicos de la protección ambiental, de acuerdo a la recomendación 2001/453/CE de la Comisión Europea.
Hechos destacados
En el ámbito medioambiental, en 2003 ha sido particularmente relevante la importancia que ha tomado en el debate público la problemática del cambio climático. Ese año se creó una unidad de cambio climático reforzando las capacidades de la compañía. En el mes de octubre se publicó la nueva Directiva Europea 2003/87/CE que crea un sistema de comercio de emisiones de CO2 en la UE, incluyendo en su alcance, entre otras actividades, las refinerías de petróleo y las instalaciones de generación de energía eléctrica de más de 20 MW de potencia.
Para hacer frente a este reto, Repsol YPF ha venido desarrollando un intenso trabajo de elaboración de inventarios e identificación de oportunidades de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, expresando su voluntad de colaboración con las administraciones competentes y creando una unidad de cambio climático con recursos especializados para optimizar las oportunidades de reducción de emisiones en la compañía y participar en los mecanismos de mercado existentes y futuros.
El año estuvo también marcado por las acciones llevadas a cabo por la compañía para combatir los efectos del accidente que sufrió el buque Prestige frente a las costas de Galicia el 11 de noviembre de 2002. Repsol YPF colaboró con la Administración aportando sus conocimientos tecnológicos en la recuperación del fuel que continúa almacenado en los restos del buque hundido y llevando a cabo un programa pionero de intervenciones (a 3.850 metros de profundidad) para sellado de fugas, toma de datos y desarrollo y prueba con éxito de un sistema para la extracción de fuel. También se facilitaron los medios para la recogida y gestión de los residuos líquidos, llegando a tratar sin impacto medioambiental alguno más de 30.000 toneladas de residuos en la refinería de la Coruña y unas 5.000 toneladas en la refinería de Petronor en Bilbao.
Calidad de los proyectos y productos
Respecto a las unidades de proceso, y en lo relacionado con especificaciones de productos, conviene resaltar que:
- El Hydrocracker puesto en marcha en Tarragona el año anterior ha trabajado satisfactoriamente durante todo el año superando su capacidad de diseño.
- Han seguido en pleno desarrollo los proyectos ya aprobados de unidades vinculadas a especificaciones de productos, como el MildHydroCracker (MHC) de Puertollano, el Hidrotratamiento (HDT) de carga de FCC de la Coruña, la Planta de Isomerización de Tarragona y la Remodelación de Unidades de Hidrotratamiento de destilados medios y reformado en Cartagena.
- Asimismo, a mediados de año, fue aprobado en Bilbao un proyecto de desulfuración de naftas de FCC (850 ktm/año), una nueva planta de HDT de destilados medios (1100 ktm/año) y modificaciones en las unidades de HDT de destilados medios existentes, con el fin de adaptar las necesidades de la refinería hasta el escenario de 10 ppm de azufre.
Dentro de los proyectos de mejora de la calidad ambiental de los productos que está llevando a cabo Repsol YPF, destaca la eliminación de hidrocarburos policíclicos aromáticos (PCA) de los aceites extensores utilizados para la fabricación de neumáticos y productos de caucho. El problema principal de los PCA es que son sustancias carcinogénicas, no biodegradables y bioacumulables. Sólo para neumáticos, se calcula que la cantidad de aceites extensores consumidos en Europa asciende a 250.000 toneladas al año.
Repsol YPF ha respondido a esta problemática instalando en la refinería de Cartagena una planta que permite la obtención de aceites extensores para la fabricación de neumáticos y cauchos libres de PCA, actualmente en fase de prueba. La puesta en marcha de la planta tuvo lugar en Febrero de 2003 y ha supuesto una inversión aproximada de 3 millones de euros.
En ocasiones, la mejora de la calidad de los productos tiene como objetivo la minimización de los residuos resultantes de su uso. Un buen ejemplo es el de los plásticos agrícolas producidos por el área de Química, cuya vida útil ha sido prolongada, reduciéndose la generación de residuos. Además, la compañía participa en diversas iniciativas para recuperar y valorizar dichos residuos.
Asimismo, Repsol YPF participa en diversas iniciativas para el desarrollo de combustibles limpios. Junto al desarrollo de un programa piloto para el uso de biodiesel en autobuses urbanos y al empleo de Etil Ter-Butil Éter (ETBE), obtenido a partir de bioetanol, como sustitutivo del MTBE en la formulación de gasolinas, en 2003 se puso en marcha un importante programa tecnológico para la generación de hidrógeno en estaciones de servicio y su utilización en pilas de combustible en autobuses urbanos de la ciudad de Madrid.
Todos estos proyectos, ya aprobados, posibilitarán el cumplimiento de las especificaciones en el horizonte 2005, y con los actualmente en estudio, se estará en condiciones de fabricar la totalidad de carburantes de 10 ppm, prevista por la Directiva en el año 2009.
Emisiones al aire
De entre los contaminantes mencionados el más significativo cuantitativamente es el SO2, causado principalmente por el contenido de azufre de los combustibles empleados. Durante el año 2003, Repsol YPF emitió 108.957 toneladas de SO2, un 6,6 por ciento menos que durante 2002. A esta reducción contribuyen diversas actuaciones que se están llevando a cabo en todas las líneas de negocio.
En relación a las emisiones fugitivas, éstas se producen principalmente en componentes tales como bridas, juntas, válvulas y conectores. En esta categoría de emisión el principal protagonismo es de los Compuestos Orgánicos Volátiles, al ser la fracción más volátil de los hidrocarburos. Buen ejemplo de las formas de reducir dichas emisiones son los programas acometidos en las líneas de Refino y Química.
Agua: calidad de los efluentes
Residuos
Inversiones en medio ambiente
En el ámbito de Refino también han sido significativas las acciones de ahorro y eficiencia energética en España, que suman un total de 3,9 millones de euros. Asimismo, también en Refino, dentro del ámbito de gestión del agua cabe señalar el proyecto para el control de rebose de balsas en la planta de tratamiento de aguas residuales de la refinería de La Plata (Argentina), por un total de 7,52 millones de euros, y el proyecto de remodelación del sistema de efluentes industriales de la refinería de Luján de Cuyo (Argentina), con una inversión de 2,23 millones de euros.
En el negocio de Química la actuación más relevante es el desarrollo del proyecto de Desulfuración de Humos del Equipo de Tratamiento Térmico del complejo de Tarragona, aún en curso, con una inversión de 13,78 millones de euros en el ejercicio 2003.
Respecto a Exploración y Producción, destaca como proyecto singular el de “revamping” para la optimización en la inyección de agua de producción en las operaciones del Bloque 16 en Ecuador. Este proyecto ha requerido una inversión de 1,2 millones de euros en 2003 y tiene un carácter íntegramente medioambiental.
Las emisiones fugitivas se producen en un gran número de equipos y dispositivos en un centro industrial, lo que puede conllevar cantidades significativas de las mismas. Además, su carácter disperso, discontinuo y, en ocasiones, de difícil acceso confiere una complejidad adicional a su control. El esfuerzo continuado en identificar, caracterizar y minimizar el impacto negativo, tanto en la seguridad como en el medio ambiente, y procurar una utilización eficiente y segura de los recursos son principios medioambientales y de seguridad de Repsol YPF. En este sentido, las actividades de Refino y Química han desarrollado un programa de reducción de emisiones fugitivas de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV). En el complejo industrial de Tarragona –con actividad de refino y química– la planta de Polietileno de Alta Densidad (PEAD), del área de Química, y el almacenamiento de GLP, etileno y propileno, de la refinería, han sido los objetos de este programa de minimización de emisiones de COV.
Desarrollo del programa
Todo programa de emisiones fugitivas comienza con la identificación de los puntos de fuga. Para ello se siguen métodos estandarizados internacionalmente como los de la agencia de protección ambiental americana (Environmental Protection Agency, EPA) con los que se realizan mediciones y se cuantifican las pérdidas. Una vez reparadas las fugas de los equipos, mediante una segunda medición en cada punto se determina el grado de mejora alcanzado.
Beneficios y resultados obtenidos
Son muchos los beneficios derivados de un programa de estas características, destacándose las siguientes:
- Se logra una reducción considerable de los riesgos potenciales de accidente.
- Desde un punto de vista medioambiental supone una reducción significativa y cuantificable de las emisiones a la atmósfera.
- Económicamente se obtiene un ahorro apreciable al rebajar las pérdidas de materias primas y productos en el proceso. El programa llevado a cabo se tradujo en unas importantes reducciones tanto en las pérdidas de producto como en los costes económicos.