Un bobinado adecuado, imprescindible para un film de calidad

El secreto, controlar presión y tensión

La forma en que un film biorientado se bobina influye notablemente en su calidad final. Un buen bobinador en una línea de extrusión de film biorientado es, por ello, una obligación. Sería un error producir un film de características excelentes sin poder proceder a un bobinado adecuado.

. Habitualmente, las películas de PET biorientado (BOPET) son más fáciles de bobinar que las de polipropileno biorientado (BOPP). Se trata de películas o films inertes que no experimentan ninguna transformación tras el bobinado. En particular, no existe ninguna contracción ‘post-maduración’ y por eso se puede aplicar una tensión relativamente alta de bobinado sin riesgo de dañar al film. Pero una consecuencia de esta tensión es que cualquier alteración en el espesor en la misma parte de la bobina puede someter al film a demasiada tensión, capa tras capa, y perjudicar su calidad. Para evitar esto se le otorga al bobinador un movimiento transversal permanente y oscilante (max. ±150 mm).

Por lo que respecta a los BOPP, su bobinado requiere más experiencia, ya que se debe considerar que existirá una transformación post-maduración: contracción y migración de aditivos.

Mantener la presión y la tensión

Para lograr un bobinado adecuado de BOPP se deben activar dos fuerzas, controladas con mucha precisión. La primera es la tensión (T), es decir, la fuerza trasera aplicada al film que se está enrollando. Esta tensión sigue una determinada curva, dependiendo el diámetro del rodillo. Está aislado del resto de la línea.

La segunda es la presión (P) que se aplica al rodillo para eliminar el aire que haya podido entrar entre dos capas consecutivas. Tener demasiado aire entre dos capas puede crear una especie de cojín de aire que finalmente romperá el rodillo. Dado que las líneas de película biaxial son cada vez más rápidas, ese aire sólo se puede eliminar aplicando presión, con contacto, en el rodillo. Esto es lo que se conoce como el bobinado de contacto que constituye hoy en día el modo estándar de enrollar.

Con el fin de facilitar la eliminación del aire a muy altas velocidades, la empresa DMT emplea un rodillo de contacto especial, ligeramente ovalado, que ejerce más presión sobre la parte central del rodillo principal. De esta manera logra que el aire encuentre más fácilmente un camino de salida, desde el centro de la bobina, hacia los lados.

El control preciso de las dos fuerzas citadas es el verdadero secreto de un bobinado correcto. Dado que son antagonistas y que no tienen el mismo nivel de intensidad, la única forma de controlarlas perfectamente es separarlas.

En el diseño de DMT, la tensión de bobinado se controla mediante la diferente velocidad del rodillo de tensión y del propio bobinado, y la presión de contacto, mediante un controlador de la presión neumática. Normalmente, en un bobinador convencional se utiliza un sólo rodillo para controlar las dos fuerzas citadas, que interactúan y dificultan mucho su control.

Cortar el film y cortar gastos El mecanismo de corte sirve para cortar y para llevar el film del rodillo lleno al otro vacío. Esta función es cada vez más compleja como consecuencia de la reducción creciente de los espesores y de las mayores velocidades que se utilizan. Por todo ello, el mecanismo de corte debe contribuir al cambio de rodillo. debe ser rápido, pero sin afectar al control de tensión. Teniendo esto en cuenta, DMT ha lanzado un nuevo sistema basado en una cuchilla ‘volante’ de alta velocidad, ubicada entre el rodillo de tensión y el de contacto (antes del rodillo vacío) de forma que no afecta al control de la tensión.

Hacia un bobinado mejor

La mayoría de los bobinadores incorporan una torre fija y un marco de soporte móvil, que retrocede. Es necesario que una de las partes del bobinador se vaya alejando de la otra con el fin de poder mantener la presión constante a medida que el diámetro del rodillo bobinador va aumentando. En teoría, se puede logar bien con una torre fija y una soporte móvil, o al revés.

Hasta hace poco se entendía que lo mejor, desde un punto de vista mecánico, era tener una torre fija y un soporte móvil. Pero, a pesar de ser lo más adecuado para el proceso, no significa que sea la mejor solución, porque con ese sistema la distancia entre el rodillo de tensión y el punto fijo de tensión (rodillo de compresión o de vacío) se modifica. Y esto lleva a un cambio permanente de la tensión aplicada que afecta a la curva de tensión que debe ser seguida.

Una solución mejor es utilizar una torre móvil (de movimientos lentos) y un soporte fijo. Este concepto de bobinado ha sido introducido recientemente por DMT aplicando las últimas tecnologías en motores de varias etapas.