“La luz emplea un lenguaje muy común al de la pintura”
Entrevista a María Gildemontes, Lighting Designer en Elbazgildemontes
María Gildemontes, junto a su socia Lara Elbaz, es cofundadora del estudio de iluminación Elbazgildemontes, donde la sostenibilidad ejerce de elemento vertebrador en sus proyectos lumínicos. Licenciada en Bella Artes, captura la esencia cromática y embellece sus propuestas con pinceladas de claroscuros, para generar matices únicos en cada trabajo. La luz es estética y emoción, pero también debe ser respetuosa con el medio ambiente y con la salud de las personas, como nos analiza en la siguiente entrevista.
¿Qué representa para usted la luz?
Para mí la luz representa emoción. Esto parece una obviedad, no obstante, hay una conexión que se establece entre la luz y la emoción de manera no consciente, este es el campo que me resulta más interesante, cuando se trabaja en el terreno de lo sutil. La emoción de la que hablo está en las antípodas de la que pueda producir una iluminación espectacular.
María Gildemontes junto a su socia en Elbazgildemontes, Lara Elbaz.
En su caso, como licenciada en Bellas Artes, ¿qué hay de estético en la iluminación?
Todo. Cuando estudié Bellas Artes, que además mi formación fue principalmente en pintura, tuve la suerte de tener a muy buenos profesores y una de las cosas que aprendí fue a observar la luz, así como todos sus matices. Es una manera de mirar, por ejemplo, una sombra no es gris, puede tener verde, o azul, o identificar que un verde tiene un componente de rojo. Esto se debe a cómo la reflexión de la luz en los objetos, en los pigmentos, impregnan la luz dominante. Se trata de apreciaciones de luz que el ojo de un pintor está entrenado para apreciar. Afortunadamente, en mi trabajo con la luz este es un componente que está muy presente.
Es como si dispusiera de una paleta de colores cuando ilumina. Como si pintara los espacios.
Sí y no. La mayoría de las veces trabajamos con claroscuros, esfumatos. Es decir, trabajamos con contrastes de sombras, gradientes de luces, sombras duras o blandas, o luces que se difuminan. Estos conceptos están más asociados al dibujo que a la pintura. Al final es un lenguaje que es muy común al de la pintura y el dibujo y son todos ellos conceptos que están presentes en la observación de la luz y el trabajo con ella.
¿En los proyectos lumínicos los artistas plásticos son su fuente de inspiración en su proceso creativo?
Sí. Sobre todo, en aquellos proyectos en los que puedo trabajar con color. El color es en sí fascinante, pero cuando se trabaja con luz hay que tratarlo con sumo cuidado, ya que no se debe colorear por colorear. Tiene que estar plenamente justificado y medido.
Y sí, cuando trabajo con color, tengo a pintores de referencia. Algunos de ellos, al haberlos estudiado tanto, observado y analizado, de alguna manera forman parte de mí.
¿Podría citarnos a algunos?
Por ejemplo, Rothko es muy inspirador, sus cuadros tienen una luz increíble, los esfumatos entre colores aparentemente despreocupados, sus colores son ricos y profundos. Me resultan muy interesantes los colores agrisados, que no estén saturados, sino esas gamas intermedias, indefinidas. Y por último Rothko consigue emocionar con la abstracción pura.
Imagen de Opportunity Pavilion AGI Architects en Expo Dubái 2020, donde la iluminación crea distintas atmósferas cromáticas ,como si de un caleidoscopio se tratara.
Una de las particularidades es que la pintura perdura en el tiempo como la luz que también debe ser memorable.
La luz debe de ser algo memorable, pero desde luego hablamos de algo efímero. No me atrevería a decir que perdura en el tiempo. Lo que si perdurará es la emoción con la que conecta o favorece que se produzca. Es decir, no vas a tener el recuerdo de la luz, tendrás el de la emoción que te ha provocado de forma inconsciente.
En su estudio Elbazgildemontes uno de los factores claves es la sostenibilidad. ¿Cómo trabajan el proceso creativo desde ese punto de vista?
Hablamos de sostenibilidad desde la perspectiva del planeta, no de la economía.
Si pensamos en cualquier condicionante del proyecto, como pueda ser la arquitectura, la funcionalidad, el tipo de usuarios, etc., la sostenibilidad no es mas que un condicionante más y como tal un motor de la creatividad.
¿Cómo se combina la eficiencia energética con las consideraciones más estéticas de un proyecto?
Es complicado, pero no tanto por cumplir con la eficiencia energética. Hoy en día pienso que es muy fácil cumplirlo, desde el momento en el que tenemos tecnología LED. Quizás lo más complicado es cuando tienes que cumplir con una normativa que te exige unos niveles, una uniformidad y muchas veces ejecutarlo con estos parámetros está reñido con la emoción. En la medida que tenemos sistemas de control y podemos definir distintas escenas, podemos escapar de la tiranía de la normativa.
A la izquierda detalle lumínico de una ludoteca en Quinta de los Molinos; y a la derecha la propuesta en Greenpeace, ambos de SATT Arquitectura.
Como comentaba, los nuevos avances tecnológicos contribuyen a reducir ese impacto medioambiental que provoca la iluminación.
Absolutamente. Tenemos que tener en cuenta que el impacto medioambiental de la iluminación no solo está en la eficiencia energética, que ha sido algo que, durante los últimos 10 años, con la introducción del LED hemos alcanzado. En cuanto a los productos, afortunadamente van apareciendo fabricantes cuyas luminarias, muy técnicas, permiten la reparación y sustitución de la fuente de luz. Espero que estos sistemas de fabricación en no mucho tiempo sean de obligado cumplimiento. Las empresas de iluminación por imposición normativa van transformando sus fábricas, introduciendo energías renovables e incluso algunas hablan del Triple Balance.
Dejando a un lado los avances tecnológicos, los diseñadores de iluminación, desde el inicio del proyecto, podemos ser sensibles y participar de una visión de la ecología más amplia, dejar una impronta a favor de la ecología mucho mayor.
Desde la fase inicial, diseñando para que la luz presente en el proyecto y las luminarias sean las precisas, introducir los sistemas de control adecuados, las temperaturas de color en el exterior sean bajas, independientemente de las tendencias del momento...
Si tenemos en cuenta el producto, sabemos que a día de hoy no hay ni mercado ni presupuesto que soporte hacer un proyecto en el que todas sus luminarias sean reparables. No obstante, podemos contar con productos de fabricantes afines en sensibilidad y comprometidos con la ecología. Somos conscientes que la reconversión de una fábrica es un proceso lento, pero debe haber un compromiso. También podemos, entre otras cosas, elegir a fabricantes locales o de proximidad y reducir de esta manera la huella de carbono.
Las medidas a aplicar deben ser estudiadas en cada caso, teniendo en cuenta las circunstancias que atañen al proyecto de arquitectura y ponderar cuales son las que podemos poner en marcha y en qué medida.
Y en este escenario también entra el factor de la salud, el confort visual. ¿Cómo engrana todos estos factores y soluciones en sus proyectos?
No concebimos el proyecto sin contemplar la salud de las personas y del medio ambiente ya desde el punto de partida. ¿Cómo lo trabajamos? En primer lugar, teniendo muy claro cuáles son los factores relacionados con la iluminación que afectan a la salud, como son los deslumbramientos, flicker o parpadeo o incluso el aburrimiento o, para decirlo de una manera más correcta, la monotonía visual, entre otros. En segundo lugar, con un conocimiento de la técnica y del diseño que nos permite crear entornos estimulantes en los cuales el nivel de confort visual es elevado.
¿Estos son los máximos desafíos a los que se enfrenta el estudio en cada proyecto lumínico?
El desafío en el que nos encontramos ahora es lograr que el proyecto de iluminación se ejecute de principio a fin correctamente. Esto se debe a que trabajamos mucho fuera de España y hay un momento en el que puede pasar que perdamos el control del proyecto. El gran reto es conseguir estar presentes también en la fase constructiva de este. Poder realizar la dirección técnica como es debido y la puesta en marcha final. Sin este seguimiento y control de los proyectos es difícil que el resultado final cumpla con nuestros estándares estéticos.
El proyecto de iluminación requiere de un modelado de la luz final, fase en la que se crean las atmósferas e imprime al proyecto de iluminación el carácter definitivo. Sin este paso el proyecto está incompleto.
La iluminación eficiente y saludable en Pixel House de AGI Architects en Kuwait, que han firmado Elbazgildemontes.
Es una forma de dignificar la figura del Lighting Designer. Pese a que habido una importante transformación del sector, ¿en qué punto se encuentra la profesión?
Pues nos encontramos con que fuera de España es algo que está muy claro y, de hecho, participamos en proyectos en los que nuestra figura es un requisito indispensable del proyecto de arquitectura. Esto aquí todavía no ha sucedido. Esperamos que llegue pronto, desde luego.
¿Podría citar alguno de sus proyectos más importantes de su carrera o el que se haya convertido en un emblema de su estudio?
Uno de ellos es el Opportunity Pavilion de la Expo 2020 de Dubái. Es un emblema por la experiencia, el edificio es espectacular y pudimos realizar un trabajo muy creativo en el que empleamos la luz de color generando una experiencia del espacio caleidoscópica. La experiencia de realizar, como comentaba anteriormente, la dirección técnica y puesta en marcha final hizo que quedásemos muy satisfechas con el resultado global final.
Otro proyecto al que tenemos mucho cariño es una urbanización ecológica en el Valle del Tiétar y que va a empezar a ejecutarse en este 2025. Es un proyecto en el que hemos podido diseñar incorporando todos los parámetros de ecología y de cuidado al medio ambiente y en el que hemos dotado a los usuarios de autonomía sobre el manejo de la luz.
Una residencia para personas mayores, hacemos proyectos muy diferentes, que también ha sido maravilloso porque hemos aprendido sobre la capacidad de visión de las personas mayores, sus requisitos lumínicos son muy diferentes a los de una persona joven o de mediana edad. Así que hemos creado el mejor diseño para sus necesidades visuales, sin desatender criterios estéticos, espaciales…
Me doy cuenta, tras nombrar algunos de estos proyectos, que es en los que tenemos mayor consciencia de aportar un beneficio para las personas y el medio ambiente que nos sentimos más ligadas a ellos y orgullosas.
Por otro lado, cierra una etapa como vocal de la Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación (APDI). ¿Cómo ha sido esta experiencia durante estos cinco años?
Ha sido una experiencia muy enriquecedora y que recomiendo a todos los diseñadores de iluminación. Cuando llegas a la Junta al poco tiempo te das cuenta del legado de los anteriores miembros, del trabajo importantísimo que han hecho todas las personas que han pasado por allí. Adquieres una visión más amplia de las relaciones y equilibrios entre las diferentes identidades que constituyen la APDI; así como del esfuerzo que supone sacar cualquier iniciativa adelante.
Es importante mencionar la sensación de pertenencia al colectivo que se genera y que antes no se tenía, sensación que viene dada en parte por la relación que se crea con los otros colegas de profesión al trabajar en común por y para el colectivo de diseñadores de iluminación.
¿En qué punto se encuentra la figura del diseñador de iluminación y cuál es el camino que está recorriendo? ¿Se vislumbra un futuro prometedor tras su experiencia estos años en la APDI?
Hemos pasado unos años en los que formaciones en iluminación serías y completas habían ido desapareciendo, como el máster de la UPC o el máster del IED, dejando un panorama desolador y con representación académica solo en Barcelona.
Parece que este año arrancan otros másteres y formaciones especializadas. Esto es fundamental para el futuro de la profesión. Por un lado, garantiza aumentar el colectivo de diseñadores de iluminación; y por otro que los nuevos profesionales que salgan al mercado tendrán un nivel técnico y estético, regulado, que garantiza una mejor praxis y se traduce en un mayor prestigio para la profesión.
¿Cuáles son los retos que le quedan por delante? No sé si hay el proyecto de vida que está por llegar o cuál es el que le gustaría realizar en el futuro o a corto plazo.
¿Sabes qué pasa? Que tengo un problema y es que no tengo una proyección de futuro. Soy una persona que me lo paso terriblemente bien en mi día a día y en el que disfruto tanto con un proyecto muy pequeño, como puede ser una pizzería en Lavapiés, como con un hotel en Jeddah o un hospital en Kuwait… Ahora, que si nos ponemos a soñar hay arquitectos a los que admiro y con los que sería un sueño trabajar.
“Si la luz conecta con una emoción, no vas a tener el recuerdo de la luz, sino el de la emoción que la luz te ha provocado de forma inconsciente y sutil”