"Mantener e impulsar la cogeneración en nuestro país es imprescindible si queremos seguir teniendo una industria competitiva"

La cogeneración ha evolucionado para ser todo un pilar en un nuevo modelo de gestión de multiactivos energéticos y climáticos de la industria asociada al entorno local y global; aportando beneficios y permitiendo el desarrollo de sus industrias y de su entorno próximo y, por supuesto, del país.

Desde finales de los 80 del siglo pasado, la cogeneración fue un factor determinante para el impulso industrial del país, potenciando la eficiencia energética y la generación distribuida, y disminuyendo emisiones. La cogeneración fue protagonista imprescindible para extender las redes de gas en España a la industria y las ciudades. La mayor parte del parque cogenerador se desarrolló en los años 90. La liberalización del sector eléctrico, tras la Ley 54/1997, conllevó un nuevo marco (RD 2818/98) en el que los cogeneradores empezaron su operación en un naciente mercado eléctrico. En los años siguientes, diferentes marcos regulatorios han ido acompasando la operación y el desarrollo del sector con el de los mercados y sistemas energéticos, tanto a nivel nacional como europeo. Así, se fueron promulgando los marcos regulatorios a través del RD 436/2004, el impulso europeo con la directiva 2004/8/CE de cogeneración y con la promulgación en 2007 del RD 661/2007, cuando los cogeneradores estabilizamos nuestras operaciones y contribuciones en la evolución de los mercados liberalizados de electricidad y gas.

Sin embargo, mientras Europa renovaba el papel de la cogeneración con la directiva 2012/27/UE de eficiencia energética, la reforma energética española de 2012 estableció un nuevo marco —Ley 24/2013 del sector eléctrico y RD 413/2014 de energías renovables, cogeneración y residuos— que conllevó la parada del 20% de las instalaciones al no poder transitar a las nuevas condiciones, pero sobre todo estableció una moratoria a las inversiones en nuevas plantas y en la renovación de las existentes que sigue en vigor hoy en día; todo un despropósito nacional.

Desde 2020, con el inicio de un nuevo periodo de seis años y la revisión de los costes establecida en la Orden TED/171/2020, los cogeneradores recorrimos un difícil contexto asociado a la crisis COVID que hizo retroceder la producción con la industria hasta en un 30%. Sin embargo, gracias a la resiliencia de esta tecnología, la cogeneración —y la industria cogeneradora— demostró su capacidad para revertir la caída, recuperando los niveles productivos precrisis. A partir del segundo semestre de 2021, con la irrupción de la crisis energética y la escalada de los precios de electricidad y gas, la industria cogeneradora se ha resentido notablemente, en gran medida por la falta de respuesta del Ministerio para ayudar a las industrias gasintensivas a afrontar el nuevo escenario, lo que conllevó incertidumbre, discriminación e inseguridad jurídica y, como consecuencia, impidió la gestión de las plantas de cogeneración, derivando ello en una reducción de la producción.

2022 fue el peor año de la historia de la cogeneración: 2 de cada 3 plantas pararon desde el inicio de la aplicación del "mecanismo de ajuste de costes de producción en el mercado eléctrico" (el célebre "tope de gas") establecido en el RDL 10/2022, del cual se excluyó discriminatoriamente a la cogeneración frente a sus competidores, los ciclos combinados, llevando al país a despilfarrar ingentes cantidades de energía y dañando gravemente nuestras industrias.

Este año 2023 la cogeneración culminará un escenario regulatorio para el que se ha venido trabajando durante muchos años y que dará inicio a un nuevo ciclo de inversión y renovación a través de las próximas subastas de cogeneración, contando con un marco regulado acorde al contexto actual y de futuro. Esperamos que el nuevo marco, en información pública desde el pasado abril, pueda progresar a pesar del adelanto electoral, para que sea una realidad este año, así como que el Gobierno publique a tiempo las retribuciones para este este año, indispensables para la operación de las plantas.

La asociación y el sector somos uno, impulsando una mayor eficiencia, una mejor operación en los mercados, fomentando la descarbonización, digitalización y la mejora en la gestión, así como los imprescindibles marcos regulatorios para hacerlo posible. Sin asociación difícilmente existiría la actividad de cogeneración, siempre bajo el ataque de otros agentes e intereses en un sector energético muy competitivo y disputado, donde ha sido frecuente la incomprensión de los políticos gobernantes para adquirir una visión integrada de las necesidades energéticas, ambientales, de seguridad de suministro y de competitividad del tejido industrial que emplea la cogeneración, que cabe recordar asciende al 20% del PIB industrial y mantiene 200.000 empleos directos.

Acogen está presente en la evolución y adaptación de nuestras industrias en todos los ámbitos de acción y representación institucional, ejerciendo su labor de interlocución con los reguladores y las instituciones energéticas, en los sistemas y mercados, trabajando con nuestras instituciones, organismos y stakeholders (Gobierno, parlamento, comunidades autónomas, partidos políticos, asociaciones industriales, etc.) pero, sobre todo, Acogen está presente, respondiendo y asistiendo a su asociado a cada una de sus consultas y necesidades.

Las industrias calorintensivas y sus cogeneraciones están llamadas a ser agentes de desarrollo energético y de descarbonización local para sus entornos, comunidades y municipios de proximidad; una vocación propia y compartida que impulsará los servicios energéticos y de sostenibilidad asociados a la industria.

La cogeneración traccionará a su alrededor inversiones en otras tecnologías de producción y descarbonización industrial que transformarán nuestras industrias e impulsarán la economía y el empleo de calidad. El sector acoge la hibridación con múltiples tecnologías para conformar un traje a medida a cada usuario y lograr así la mayor competitividad y descarbonización eficientes en los cambiantes escenarios energéticos.

Los cogeneradores esperamos recuperar la actividad perdida en los últimos tres años mediante un nuevo marco regulado —actualmente en tramitación— que permita una operación y gestión efectivas de la cogeneración en los mercados, en equilibro con el reconocimiento de los beneficios que aporta esta tecnología a las industrias, a los sistemas energéticos y al país. Se trata de generar confianza, y para ello es imprescindible promover la inversión en nuevas plantas y en la mejora de las existentes; más de 1.800 MW de cogeneración esperan un marco de inversión que, tras haber finalizado su tramitación pública, ansiamos se promulgue tan pronto como se inicie la nueva legislatura.

Nuestros competidores europeos promueven la cogeneración. Mantener e impulsar la cogeneración en nuestro país es imprescindible si queremos seguir teniendo una industria competitiva.

"La cogeneración ha evolucionado para ser todo un pilar en un nuevo modelo de gestión de multiactivos energéticos y climáticos de la industria asociada al entorno local y global; aportando beneficios y permitiendo el desarrollo de sus industrias y de su entorno próximo y, por supuesto, del país"

“Este año 2023 la cogeneración culminará un escenario regulatorio para el que se ha venido trabajando durante muchos años y que dará inicio a un nuevo ciclo de inversión y renovación a través de las próximas subastas de cogeneración, contando con un marco regulado acorde al contexto actual y de futuro”