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“El plan estratégico de futuro de Anfapa comprende la preocupación por el medio ambiente”

Entrevista a Robert Benedé, gerente de Anfapa

Joan-Lluís Zamora - Transcripción y redacción: José Luis París10/05/2023

Anfapa es la Asociación Nacional de Fabricantes de Morteros y SATE. En la actualidad, la asociación cuenta con 39 empresas adheridas, que representan un volumen de negocio de más de 1.400 millones de euros, casi cien fábricas y cuatrocientos almacenes y cerca de 4.400 empleados. Hemos conversado con Robert Benedé, gerente de la asociación, para conocer los objetivos de la asociación y las características de este sector de actividad.

Anfapa surge de la unión de varias asociaciones. ¿Cómo se produce la refundación que da origen a la asociación?

La asociación se creó en 1987 por mediación de importantes empresas españolas para promover y velar por la calidad de los morteros monocapa. Además de éste, las empresas fundadoras fabricaban otros tipos de morteros, como los desarrollados para colocación de cerámica, popularmente conocidos como cementos cola -denominados ahora, según normativa europea, como adhesivos con base cemento-, y los materiales para unirlos. Así, estos morteros pasaron a ser objeto de atención de la asociación, al igual que otros, como los morteros de revoco, los revestimientos de cal, los morteros de reparación de hormigón y de anclaje, etc.

A partir de 2010, empezamos a incluir también el SATE, Sistema de Aislamiento Térmico Exterior, que en aquellos momentos todavía era conocido como ETICS; creo que fuimos los primeros en traducirlo al castellano. A pesar de que es un producto cuya función principal es el aislamiento térmico de fachadas, fueron las empresas del mundo del mortero y de la pintura las que impulsaron los DITE (Documentos de Idoneidad Técnica) de este sistema en su momento y los ETE (Evaluación Técnica Europea) ahora. Aunque ya había obras que habían incorporado, este material hacía más de 30 años, fue a partir de 2010 cuando el SATE empezó a tener una presencia más importante en las obras, fruto de las cada vez mayores exigencias energéticas de las edificaciones. En 2014 nos unimos con un grupo de empresas que habían llegado a España específicamente para expandir este producto y que habían creado un pequeño subgrupo en Andimat, la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes, en la que también participamos. Así, incorporamos este subgrupo a Anfapa y empezamos a ser una asociación más representativa y con mayor potencial.

Robert Benedé, a la derecha, gerente de Anfapa, contesta a las preguntas de iARQCO
Robert Benedé, a la derecha, gerente de Anfapa, contesta a las preguntas de iARQCO.

En España, se creó hace unos veinte años también la asociación Afam, que acogía a miembros con nuestro mismo perfil a las que se añadían algunas empresas del ámbito de morteros para albañilería, que en Anfapa estaban en aquella época representados de manera muy testimonial. Iniciamos algunas conversaciones para intentar unirnos y en 2019 llegamos a un acuerdo, con lo que a partir del 1 de enero de 2020 empezamos a caminar juntos con un solo nombre, Anfapa. Esta unión facilita también los tratos con la Administración y con el resto de asociaciones internacionales.

En la actualidad contamos con 39 empresas adheridas. Anfapa es una asociación muy heterogénea, en el sentido que tenemos desde pequeñas empresas locales, con facturaciones que rondan los tres millones de euros, hasta empresas multinacionales, de origen internacional o español, de gran peso, con facturaciones que llegan a superar los cien millones de euros. Es una asociación muy representativa, con sus tres secciones: morteros para albañilería, morteros técnicos, y SATE.

¿Qué papel quieren jugar las asociaciones de fabricantes en el sector de la construcción estatal, donde ya existen técnicos, constructoras, universidades, etc.? A veces me da la sensación que hay cierta desconexión entre todos los protagonistas del sector y que necesitaríamos encontrar puntos de encuentro.

Desde Anfapa intentamos ejercer esa tarea. En diciembre pasado, por ejemplo, tuvimos algunas reuniones con el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) para tratar algunos temas concretos sobre las posibilidades futuras del SATE, porque este producto no tiene por qué ser una solución uniformizadora de las fachadas, como pueden percibir algunos arquitectos. Es un sistema que tiene incluso soluciones específicas para recuperar edificios históricos. También tenemos reuniones con el MITMA acerca de temas de eficiencia energética y del programa de fondos NextGeneration, una cuestión que, desde nuestro punto de vista, no acaba de despegar.

Estamos también en contacto con las universidades. A lo largo de los años de vida de la asociación hemos impartido más de 240 jornadas técnicas, muchas de ellas enfocadas hacia el mundo universitario.

Estas soluciones se han tecnificado muy rápido, son productos que a veces se perciben como demasiado novedosos y, quizás, los mismos arquitectos y demás profesionales del sector todavía no conocen sus capacidades reales. Las tareas de formar, divulgar y comprender son muy importantes en nuestro sector.

En 2004 se creó una norma de adhesivos específicos para la colocación cerámica y desde Anfapa empezamos a hacer conferencias en Colegios de Arquitectos. Cuando se acababan estas conferencias, algunos técnicos admitían que no sabían que existieran tantas variedades de mortero-cola. Pero todo ha evolucionado, y con ello también los productos adhesivos cementosos. Antes, las baldosas cerámicas tenían unas medidas dominantes de 40 x 40 cm y eran bastante porosas. Luego surgieron los productos cerámicos porcelánicos, de absorciones por debajo de 0,5%, prácticamente vítreos. Surgen posteriormente los grandes formatos, junto con las capas intermedias de aislamiento acústico a ruido de impacto y las de calefacción radiante. Por lo tanto, se van creando unas necesidades de fijación, que con el convencional mortero de cemento y arena, y un poco de látex, no se solucionan.

El profesional prescriptor y la constructora buscan morteros que tengan la seguridad de que si se aplican correctamente funcionarán, que están fabricados siguiendo un proceso industrial, con una norma de control de calidad, etc. Así se ofrecen unas garantías a la hora de prescribir el producto idóneo que hay que solicitar.

Logotipo de Anfapa
Logotipo de Anfapa.

En este sentido, que el profesional conozca el vocabulario y la nomenclatura de los productos es muy importante, porque a veces las denominaciones normativas son muy técnicas y no explican realmente cuál es su función. Además, puede haber pequeños cambios semánticos, que sean realmente significativos en cuanto a su composición o uso.

Sí, yo empecé a trabajar en el sector prescribiendo hormigones de 175 kilopondios por metro cuadrado de resistencia característica y ahora se habla de resistencias características expresadas en Newtons por milímetro cuadrado. A veces cuesta adaptarse rápidamente a estas transiciones. En nuestra web tenemos disponibles unos dípticos para aclarar los usos de los productos de nuestros asociados. En España tradujimos literalmente estos nuevos productos como Adhesivos Cementosos, los Cementitious Adhesives, que es como se refleja en la norma internacional, cuando quizás hubiera sido mejor seguir el ejemplo francés y haberlos denominado como morteros-cola. Esto quizás nos hubiera ahorrado problemas en cuanto a la comunicación del concepto, porque para nosotros no deja de ser un mortero, mientras que el término adhesivo puede llevar a confusión con otros productos de base sólo orgánica.

Es algo que ocurre también con las herramientas de uso, porque la misma llana dentada es diferente según el adhesivo cementoso y la cerámica a colocar.

Sí, es muy importante formar adecuadamente a los colocadores. Nosotros colaboramos con Proalso y con Ascer, asociaciones de colocadores de cerámica y de fabricantes de cerámica respectivamente, en el apartado de formaciones. Incluso hemos impartido jornadas específicas para empresas constructoras. También hemos hecho jornadas por streaming, algunas simultaneadas con presencialidad, pero desde la llegada del Covid, hacemos todas las jornadas ya online. Así, las jornadas realizadas luego pueden verse en el canal de Youtube propio de Anfapa.

¿Os reflejáis en alguna otra asociación o tenéis vuestro propio camino trazado?

No, no nos reflejamos en ninguna. Colaboramos con muchas asociaciones y cada una tiene su potencial. Por ejemplo Ascer o Hispalyt, son dos con las que tenemos más relación, que son muy potentes y tienen grandes estructuras. Anfapa es, en este sentido, más modesta. Sí que analizamos con detalle lo que hacen otras entidades y así vamos aprendiendo, pero no tenemos un referente específico que queramos tener como modelo.

Hay algunas iniciativas, como validar o certificar colocadores o instaladores, que por ahora no queremos abordar desde la asociación, y esto principalmente por dos motivos: primero, por responsabilidad, porque podemos ejercer un control muy relativo obre los operarios; y segundo, por la intensa competencia entre las empresas. Aunque todas ellas sean miembros de la asociación, y haya buena relación entre ellas, no dejan de ser competidoras. La escasez de mano de obra cualificada sigue siendo un mal endémico común del sector.

Anfapa participa en diferentes foros, jornadas y eventos, como Rehabilitaverde, en Sevilla
Anfapa participa en diferentes foros, jornadas y eventos, como Rehabilitaverde, en Sevilla.

¿Cómo os relacionáis con otras asociaciones con las que tenéis vinculaciones profesionales?

Como ya hemos comentado, colaboramos con diversas asociaciones: Ascer, la asociación de fabricantes de cerámica; Proalso, asociación de colocadores de cerámica; Hispalyt, la asociación española de fabricantes de ladrillos y tejas de arcilla cocida, y también con Andimac, asociación que representa a la distribución profesional de productos para la edificación y la rehabilitación. Con estos últimos hemos organizado cursos para que el personal comercial de las distribuidoras también conozca en profundidad el SATE y puedan hacer por ellos mismos capacitación para sus clientes que estén interesados en la instalación del sistema.

También nos hemos adherido a la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), que es socio de la Fundación Laboral de la Construcción, con la que estamos preparando algunos cursos de aplicación de SATE para trabajadores. El Ministerio ya ha aprobado dos partidas concretas para la financiación de estos cursos, bien para trabajadores en paro o bien para aquellos que estén en activo. Hemos querido que estos cursos sean muy compactos: obviamente, deben tener también toda la formación relacionada con seguridad y salud y, además, estar muy enfocados a la aplicación concreta, pero no queremos tampoco hacer cursos excesivamente largos que comprendan todo el proceso de la construcción, porque el objetivo es orientar inicialmente a los jóvenes que se incorporan a las obras a tener unos conocimientos suficientes para poder empezar a trabajar en un plazo corto de tiempo. Desde la Fundación Laboral han estado de acuerdo con nosotros en hacer unas píldoras para formar a colocadores de SATE, que no tienen por qué ser de entrada oficiales de primera. Evidentemente, estas personas después podrán ampliar progresivamente su rango de habilidades con nuevos cursos para aumentar poco a poco su currículo competencial, pero siempre de una manera que pueda empezar a trabajar en un corto plazo de tiempo. Muchos jóvenes actualmente recurren a trabajar en el sector de la hostelería, con mucho sacrificio de horarios, cuando la construcción puede ofrecer un futuro más prometedor en otros aspectos. Hoy ha habido muchos avances que facilitan la realización física de estas labores, como es el caso de los exoesqueletos. Es decir, todo ello permite pensar que trabajar en la construcción poco a poco no será tan duro como podía serlo antes, por ejemplo hoy sería impensable una máquina de obras públicas sin aire acondicionado.

El de la hostelería es un sector muy visible en los medios de comunicación, mientras que el trabajo en la construcción aún es invisible en los medios y creo, personalmente, que se tendría que dar a conocer mejor, incluso entre el propio usuario.

Sí. Ahora, con el SATE, hemos hecho una campaña de vídeos para divulgación generalista. Por ejemplo, muy pocos usuarios sabemos exactamente qué es una caldera de condensación; en cambio, si un instalador nos dice que tenemos que cambiar la que tenemos por una de éstas, no tenemos duda de que hay que hacerlo. El objetivo de la campaña es éste, que cuando un prescriptor o un administrador de finca recomiende colocar un SATE en la fachada, el usuario ya conozca un poco de qué se está hablando y le genere confianza.

Robert Benedé, gerente de Anfapa
Robert Benedé, gerente de Anfapa.

¿Quién llama a vuestra puerta, o sois vosotros los que lo hacéis?

Por supuesto, nosotros llamamos a muchas puertas, sobre todo a las de los Colegios Profesionales. Tenemos convenios firmados con el COAM y el COAC, en temas de divulgación. Tenemos en general mucha relación con los Colegios Profesionales y ellos también recurren a nosotros en algunos temas concretos.

También llamamos a la puerta de las instituciones, como el MITMA, el CSCAE y el Instituto Eduardo Torroja. Somos miembros también del GBCe (Green Building Council de España), por lo que tenemos periódicamente reuniones con ellos y nos ayudan a visualizar cómo podemos cuidar el medio ambiente y qué acciones concretas podemos ya ejercer para ello.

Contamos con una base de datos de entre 8.000 y 10.000 direcciones de técnicos del sector, muy actualizada y focalizada en las labores de difusión que hemos hecho tanto con colegios profesionales como con constructoras. A través de esta base de datos difundimos información periódicamente de interés y nos llega un goteo de consultas profesionales, especialmente sobre qué tipo de producto puede ser el más adecuado para una determinada aplicación en obra o sobre anomalías surgidas durante una obra.

También tenemos relaciones con otras asociaciones internacionales. Anfapa forma parte de la European Morter Industry Organization (EMO), que acoge a las organizaciones nacionales de cada país. Somos miembro, asimismo, de la European Association of Etics (EAE), solo centrada en SATE.

¿Desde la asociación contáis con algún control de incidencias o de patologías en la colocación, donde el profesional o usuario pueda consultar si existen más casos similares?

No, no tenemos ese tipo de servicio. Aunque a veces puedan llegarnos consultas de este estilo, lo cierto es que la cifra de incidencias es reducida y no consideramos necesario crear un departamento al respecto. Desde Anfapa, sin embargo, sí inculcamos la importancia de hacer una buena prescripción y una buena colocación para que todo el mundo lo haga bien, incluso cuando no se pertenece a la asociación. Cuando un SATE cae o cuando se levanta un pavimento de baldosas, se pone el foco en la solución constructiva y por ello nos afecta a todos, y hay que tener en cuenta que existen soluciones competidoras en el sector.

Siempre tendremos competidores en nuestro sector, del que nosotros tenemos una porción, pero si hacemos mal las cosas, esta parte también se reducirá. Hagámoslo bien, pero también el que no es asociado, porque su mala praxis nos repercute a todos.

Por ejemplo, hemos hecho recientemente mucha divulgación sobre la importancia de las juntas en la colocación de baldosas cerámicas, que debe ser de un mínimo de 1,5 mm, y aunque hay arquitectos que desean una continuidad absoluta en sus revestimientos, esto no es posible desde el punto de vista constructivo del conjunto de la obra.

¿Cuál es el futuro que nos espera, qué papel quiere jugar el mortero en un sector tan apretado por los plazos de ejecución y más recientemente por la descarbonización? Todos los productos que están en el ciclo denominado húmedo de la obra, donde el agua es importante, están muy presionados por los plazos de ejecución y puesta en servicio, y por eso la construcción seca se presenta como una fuerte alternativa. Además, el agua empieza a ser también un bien escaso: en ocasiones también se han producido malas prácticas por el uso de aguas no aptas para su uso en construcción. Las asociaciones tenéis que establecer un arbitraje para poder controlar estas situaciones.

En el campo de los adhesivos de base cementosa hoy existen productos rápidos, conocidos como Fast Setting. Dependiendo del fabricante, en tres horas el pavimento pegado con estos productos ya se puede pisar. Hace años que se emplean, sobre todo pensando en las labores de reparación y mantenimiento de estos locales comerciales que ofrecen un tipo de servicio que no puede estar cerrado al público mucho tiempo.

Evidentemente, cuanto más tecnológicos son nuestros productos menos agua de amasado requieren, pero la gran mayoría siguen necesitando el agua para el amasado de la pasta. Hay que remarcar que en el ámbito de los hormigones y los morteros se está siguiendo la línea de desmaterializar las soluciones constructivas, es decir, conseguir las mismas propiedades con menores grosores, lo que también influye en una reducción general del consumo de agua.

Respecto al residuo de obra, la situación ha cambiado mucho y a mejor. En la actualidad, en las obras del sector público ya se siguen los planes de recogida de residuos y hay contenedores para los diferentes residuos. Incluso, cuando éstos son peligrosos se construye una pequeña bañera con un zócalo para evitar posibles vertidos.

Jornada online organizada por Anfapa sobre colocación de baldosas cerámicas
Jornada online organizada por Anfapa sobre colocación de baldosas cerámicas.

¿Y en cuanto a la protección al medio ambiente y la descarbonización, qué acciones emprende Anfapa?

Desde Anfapa estamos definiendo un plan estratégico para los próximos años y una de las líneas preferentes es el medio ambiente. Es una preocupación que viene de lejos; en 2014 ya promovimos las primeras Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) sectoriales en España, tanto de morteros como de SATE. Varias empresas asociadas compartieron sus datos sobre los impactos medioambientales, y con estos resultados se pudieron crear estas primeras DAP, que arrojaban unos datos medios y que ya permiten a un proyectista definir qué productos puede escoger con responsabilidad y hacer una mejor elección. Además, estos DAP han ayudado a las empresas asociadas a conocer con más detalle el impacto medioambiental de sus productos y plantearse cómo pueden reducirlo.

También estamos estructurando un plan de acción para descarbonizar nuestros productos y las unidades en las que participan.

Para ello, las empresas asociadas dedican parte de sus recursos en I+D+i a mejorar los procesos y usar nuevas tecnologías que sean mas eficientes y respetuosas con el medio ambiente.

En concreto se trabaja en aumentar el uso de materiales reciclados en la fabricación de los productos, en limitar la generación de residuos, en reducir el consumo de agua, en reducir el consumo de energía y que esta sea, cada vez más, de fuentes renovables y finalmente trabajar en soluciones sostenibles que reduzcan las emisiones de CO2.

La industria del cemento está muy preocupada por estos temas, porque la mejora reciente de otras industrias paralelas ya supone un toque de atención al sector.

Sí, la industria del cemento está preocupada por el medio ambiente y está poniendo esfuerzos en mejorar porque, hoy por hoy, es insustituible. Todas las obras públicas y también las de edificación no pueden sustituir todavía el hormigón; es una realidad inimaginable en un horizonte de 60 u 80 años. Por lo tanto, afortunadamente, la industria del cemento, componente básico de los morteros, ya está en el camino de reducir su impacto medioambiental con varias iniciativas, básicamente está trabajando en tres líneas para reducir su huella de carbono, ruta en la que ya se están produciendo avances, uno es la reducción de emisiones en el proceso de calcinación para fabricar el Clinker, otro el consumo de energía verde y, finalmente, implementar sistemas de captura del CO2, y materializarlo para utilizarlo en el hormigón.

Ello, a su vez, nos permitirá fabricar morteros de menores emisiones.

Asociados a Anfapa
Asociados a Anfapa.
Miembros adheridos

Miembros adheridos.

Los morteros dependen también mucho de los áridos y del agua, elementos que, por ahora son igualmente insustituibles, pero que entrarán en crisis en un futuro no muy lejano.

En el campo de los áridos hay ya varias iniciativas, sobre todo en las estructuras que se derriban y se trituran, para luego aprovechar estos áridos triturados, por ejemplo, para crear nuevos pavimentos aplicados directamente sobre el suelo. Se está estudiando también la recuperación de áridos procedentes de arenas utilizadas en el sector de la fundición, aunque muchas están muy contaminadas. Por ello, ahora no le veo un futuro muy próximo a esta iniciativa, pero se están examinando otras vías para aportar una parte de los áridos necesarios, que son imprescindibles.

En la actualidad los morteros también son imprescindibles, incluso en la construcción industrializada. Por ejemplo, en la construcción de hoteles, se está generalizando que los baños lleguen prefabricados y listos para su instalación. La construcción industrializada, aunque aún testimonial, despegará en los próximos años y necesitará nuestras soluciones para fijar los revestimientos de cerámica. Y cuando se monten los módulos industrializados en obra será necesario también resolver las transiciones de las juntas o verter morteros de asentamiento.

Los materiales amorfos, que es como yo los conocí en su momento, tienen pues un largo recorrido por delante.

Sí, en efecto. Además, el parque edificado estatal, y también el europeo, son muy grandes en lo que se refiere a fachadas revocadas y estos revestimientos necesitaran una renovación.

¿Veremos en el futuro nuevos aglomerantes y nuevos áridos? ¿Dónde está ahora la innovación mundial?

En cuanto a nuevos conglomerantes, la industria del cemento ya está utilizando, para producir clinker más bajo en emisiones, otros materiales descarbonatados (no contienen CO2 y por tanto no lo emiten) y que sustituyen parte de la caliza en el proceso de calcinación.

Esos materiales provienen de residuos y subproductos de otros procesos industriales. Ya hay cementos que contienen determinados porcentajes de escorias de los hornos de acerías, de cenizas volantes de centrales térmicas, hasta de residuos de demolición y de construcción, cenizas volcánicas, arcillas calcinadas...; consiguiendo una reducción de las emisiones generadas durante el proceso.

En cuanto a los áridos estimamos que el empleo de los provenientes del reciclado iran incrementándose en las formulaciones de nuevos morteros.

Empresas o entidades relacionadas

Asociación Nacional de Fabricantes de Morteros Industriales y SATE

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