Los arquitectos lanzan una declaración para que la vivienda sea más asequible en España
En el marco del Foro Internacional UIA 2022 ‘Affordable Housing Activation: Removing Barriers’, el pleno del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) ha aprobado una declaración para contribuir a que la vivienda sea asequible en nuestro país. En ella, se abordan las barreras que impiden el acceso a una vivienda digna, adecuada y sostenible en España y se plantean una serie de propuestas que, como se indica en el documento, requieren del compromiso de todos -desde las administraciones públicas al sector privado, financiero, a los profesionales y la sociedad civil, en su conjunto-, “en un esfuerzo colectivo”, para hacer efectivo un derecho que “es fundamental para el acceso a otros derechos básicos”. Y que resulta “fundamental para que nuestra sociedad alcance una mayor prosperidad y sostenibilidad en todos los niveles: medioambiental, social y económico”.
La declaración parte del hecho de que “una vivienda que no sea accesible en el sentido económico no puede asociarse a un derecho, ni a un bien de uso común, sino a un producto de inversión, alejado de su función social” y sintetiza el problema en España en dos barreras: las dificultades de acceso a viviendas asequibles y el envejecimiento del parque edificado. Con 10 millones de edificios y más de 25,7 millones de viviendas, de las que más del 50% precisa de una rehabilitación en términos de eficiencia energética, pero también de accesibilidad y adaptación de sus funcionalidades, para atender las necesidades de la población de forma adecuada, el parque construido en nuestro país es el más antiguo de Europa.
“La pandemia de Covid nos ha hecho más conscientes de la importancia de nuestros hogares y del espacio urbano y de la necesidad de reconsiderar nuestra actitud hacia los recursos, rehabilitando el entorno construido de nuestras ciudades y pueblos, y contribuyendo al reequilibrio territorial”, se destaca en la declaración.
En este contexto, los fondos europeos Next Generation y la Nueva Bauhaus Europea abren una “oportunidad” para impulsar una ola de renovación de edificios y viviendas, que permita su adaptación a los retos y necesidades de la población del siglo XXI, pero, para resolver los problemas en torno a la asequibilidad de la vivienda, los arquitectos consideran que es “imprescindible” habilitar mecanismos de financiación, un marco jurídico que aporte estabilidad y seguridad y una acción pública que sirva de apoyo a la iniciativa privada, “activando el suelo vacante, instando a la regeneración de las edificaciones obsoletas y valorizando el amplio patrimonio edificado” en nuestros pueblos y ciudades, lo que incluye poner en uso las viviendas vacías y, desde la perspectiva de la propiedad, el deber de conservar y rehabilitar.
“Entre el valor en uso y el valor de inversión no debe existir divergencia: sólo la vivienda en uso puede ser considerada como base de una inversión. La vivienda vacía o el suelo vacante son un recurso estéril cuyo valor se convierte en mero objeto de especulación, incompatible con su función. Una vivienda es donde alguien vive”, se recalca en el texto.
En el ámbito de la promoción, se subraya que “la fiscalidad no puede gravar el proceso de edificación de vivienda con una carga real inasumible para un bien tan fundamental y necesaria” y, puesto que el suelo constituye un recurso per se, se aboga por planes urbanísticos más flexibles, “con una mayor adecuación al territorio para favorecer su eficacia y adaptabilidad a las variables del tiempo y la demanda” y que faciliten la regeneración del espacio urbano con tipologías intermedias y la densidad adecuada, para consolidar espacios urbanos habitables, que contribuyan a la cohesión social y a la protección de los entornos naturales.
Igualmente, se reclama el compromiso de las autoridades públicas -en concreto, de las administraciones locales- para agilizar la concesión de licencias y simplificar la profusa legislación actual, ya que “penaliza el desarrollo de las viviendas más económicas frente a las de mayor precio, que resultan más atractivas a la inversión privada”. El resultado es un “conflicto entre rentabilidad y necesidad” que -continúa el documento- “se traduce en un inaceptable número de viviendas vacías”. Estas propuestas se completan con la apuesta por concursos de arquitectura, para garantizar la calidad del entorno construido y el bienestar de la población.
En el plano de la rehabilitación y regeneración del parque edificado, se destacan las ventajas que suponen la modernización y digitalización del sector, la incorporación de procesos industrializados y el desarrollo de nuevas técnicas, además del empleo de materiales locales, y se señala: “Esta regeneración urbana que nos acerque a los niveles de rehabilitación de los otros países de Europa mejora nuestra economía, nuestro medio ambiente y la integración social, favorece la transición a una economía circular y local, revaloriza recursos existentes y ya ubicados, más sostenibles, duraderos y de mayor calidad, y promueve la conservación de oficios tradicionales, artesanías y trabajos de mayor valor añadido”. En este sentido, y en pro de facilitar la asequibilidad de la vivienda, se considera “una opción favorable” la regeneración de edificios de otros usos. “Permite recuperar un patrimonio industrial que carece de sentido si no se le dota de uso y nos permite reafirmar nuestra identidad cultural mediante el reconocimiento de este pasado urbano”, concluye la declaración.
