Los expertos afirman en Sicur que la coordinación entre salud pública y laboral es vital en el control de pandemias
Los participantes en las jornadas técnicas Foro Sicur afirmaron que la coordinación entre salud pública y laboral es vital en el control de pandemias. Y desvelaron que la nueva estrategia de salud en el trabajo que se está preparando actualmente tendrá muy en cuenta algunos aspectos y puntos de mejora surgidos de la experiencia obtenida en la lucha contra el COVID-19 en los dos últimos años.
En esta situación, explicó que el INSST empezó a actuar conjuntamente con el Ministerio de Sanidad y apoyó “la elaboración de los diferentes borradores de los procedimientos de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales a la exposición al COVID”. Además, en el instituto “cooperamos todos al unísono en varias líneas de trabajo, como la elaboración de un repertorio bibliográfico con información actualizada, y publicamos una serie de directrices de buenas prácticas y documentos trasversales sobre diferentes aspectos y sobre equipos de protección para combatir y protegerse contra el virus”. Zimmermann afirmó también que “en la nueva estrategia de salud en el trabajo que estamos preparando ahora se va a tener muy en cuenta aspectos y puntos de mejora relacionados con la pandemia”.
Lecciones aprendidas
Montserrat García Gómez, jefa de Salud Laboral del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, explicó que lo primero que se plantearon cuando surgió la pandemia fue acometer su actuación en colaboración con todos los agentes que debían intervenir en combatir el problema. “Iniciamos la coordinación con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, las comunidades autónomas, todas las autoridades laborales y de salud, los representantes de trabajadores y empresarios, y los servicios de prevención. Y sus actuaciones se centraron en las relaciones entre salud pública y salud laboral”. Una de las lecciones aprendidas fue que “en los riesgos de transmisión del virus, hay que tener en cuenta no solo las condiciones de trabajo, sino también las condiciones de vida de los trabajadores”.
Como principales retos de futuro, apuntó los siguientes: “integrar en la respuesta a todos los sectores porque todos hacemos salud pública; convertir los sistemas sanitarios en el sistema sanitario; analizar las fortalezas y debilidades del sistema de prevención; mejorar las condiciones de trabajo con el objetivo de alcanzar una vejez saludable; reforzar los mecanismos de coordinación alcanzados durante la pandemia por SARS CoV-2; alcanzar una reserva estratégica y producción autónoma de medios de protección; y entender la sociedad del siglo XXI”.
José Manuel Gómez, Miembro de la Comisión de Sanidad de Aspren y Responsable del Área de Promoción Sanitaria de Quirón Prevención, afirmó que durante los dos últimos años “muchas autoridades sanitarias de las comunidades autónomas han descubierto la capacidad y potencialidad que tienen los servicios de prevención; han comprobado que cuentan con una gran red de centros y profesionales sanitarios, muy cualificados y con mucha información sobre las empresas, trabajadores y condiciones de trabajo, y que han permitido poner a disposición de los servicios de atención primaria y del INSST una información muy importante para valorar a las personas más sensibles al virus”.
Servicios de prevención
Finalmente, Mauricio Ocaña, del Departamento Jurídico de la Asociación de Mutuas de Accidente de Trabajo (Amat), puso el valor el papel de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social para proteger la salud de los trabajadores frente al covid-19. “Las mutuas consideraron que lo más adecuado era establecer un mando y una respuesta únicos. Se elaboró un plan sectorial y pusieron a disposición de las consejerías de sanidad todos los medios, entre ellos 20 hospitales, 39 quirófanos, 717 camas y 2.555 profesionales.