Rebuild 2021 profundiza en el papel de los clústeres en el presente y futuro de la construcción
El Salón Rebuild, celebrado del 21 al 23 de septiembre en Ifema (Madrid), acogió en su Foro de Industrialización dos interesantes jornadas sobre cómo pueden los clústeres favorecer la buena marcha de los sectores de la arquitectura y la construcción, así como ayudar a lograr los muchos y numerosos retos a los que se van a tener que enfrentar sus profesionales en los próximos meses.
La primera de las mesas redondas estuvo conformada por Carlos Martínez, gerente de la Plataforma Tecnológica Española de Construcción (PTEC), Miguel Pinto, director gerente del Clúster de Edificación, Andrés Ferrer, gerente del Clúster de Construcción Sostenible de Andalucía, y Mario Sanz, responsable del HUB Tecnológico Aparejadores Madrid. David García, presidente de la asociación Madrid Capital Mundial de la Ingeniería, Construcción y Arquitectura (MWCC), ejerció de moderador.
De izquierda a derecha: David García, presidente de la asociación Madrid Capital Mundial de la Ingeniería, Construcción y Arquitectura (MWCC); Andrés Ferrer, gerente del Clúster de Construcción Sostenible de Andalucía; Miguel Pinto, director gerente del Clúster de Edificación; Carlos Martínez, gerente de la Plataforma Tecnológica Española de Construcción (PTEC); y Mario Sanz, responsable del HUB Tecnológico Aparejadores Madrid.
Una de las conclusiones de esta primera mesa es que, en el hipotético caso de ser una moda, la aparición de los clústeres sería una moda “positiva y necesaria”. Todos los sectores necesitan entornos colaborativos para su buena marcha y para generar cadena de valor. Marcos de colaboración en los que sus integrantes sean activos para poder defender intereses comunes y afrontar los grandes retos del siglo XXI, como la digitalización o la descarbonización de nuestra economía. Grupos de trabajo activos en los que participen todos los agentes que componen esa industria, desde las grandes empresas hasta las pymes, pasando por las start-up y la propia Administración. Esto supone romper barreras mentales y ver el clúster con la idea de “colaborar para ganar en competitividad”. No ver al resto de empresas como el “enemigo“sino como el”aliado” que puede ayudarme a lograr los objetivos. Se trata de un ecosistema de colaboración, no de competencia.
En el caso concreto de la construcción son ya muchos los ejemplos de clústeres fructíferos pero aún hay mucho campo de mejora, no solo en el funcionamiento interno de los mismos sino en cuanto a la búsqueda de alianzas con otros clústeres que permitan aglutinar la enorme transversatilidad de esta industria. Solo así se podrá avanzar, por ejemplo, en la canalización de los fondos europeos Next Generation que tanto esperan los profesionales de la construcción, o en la solución de uno de los grandes problemas que atenazan al sector, la falta de mano de obra y la falta de cualificación en materias de Construcción 4.0.
Clústeres, en definitiva, que sean realmente productivos y beneficiosos para el sector, y que no dependan de subvenciones públicas sino que busquen nuevas vías de colaboración para lograr su financiación.
Un futuro prometedor
La segunda de las mesas redondas estuvo integrada por Pere Armora, presidente del Clúster del Sector de Construcción Industrializada de Catalunya (CSCI-C), Jon Ansoleaga, director del Clúster Vasco de la Construcción (Eraikune), Enrique Cobreros, director de Aeice Hábitat y Construcción Eficiente, y Andrés Navarra, vicepresidente ejecutivo de Offsite Construction Hub (OCH). Juan Carlos Cabrero, director del Curso de Técnico Especialista en Construcción Industrializada del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid, fue quien moderó la jornada.
De izquierda a derecha: Juan Carlos Cabrero, director del Curso de Técnico Especialista en Construcción Industrializada del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid; Jon Ansoleaga, director del Clúster Vasco de la Construcción (Eraikune); Pere Armora, presidente del Clúster del Sector de Construcción Industrializada de Catalunya (CSCI-C); Enrique Cobreros, director de Aeice Hábitat y Construcción Eficiente; y Andrés Navarra, vicepresidente ejecutivo de Offsite Construction Hub (OCH).
Jon Ansoleaga ponía el acento en las dificultades que va a entrañar gestionar los nuevos fondos europeos con las estructuras administrativas tan poco ágiles que tenemos hoy en día, sobre todo teniendo en cuenta el escaso margen de tiempo que hay para ejecutar estos proyectos. El sector tiene completamente superados los retos tecnológicos que requiere este gran plan de rehabilitación energética y regeneración urbana, así que los problemas vienen más por los procedimientos de licitación y contratación pública.
Pero es que además, el director de Eraikune señalaba que la construcción se enfrenta a dos condicionantes intrínsecos: la resistencia que hay en la sociedad a pagar por una rehabilitación de mayor calidad y la gran atomización que existe en este mercado, donde la gran mayoría de estas empresas son micropymes. Por ello, la solución está en entornos colaborativos como los clústeres y, por supuesto, en modelos de colaboración público-privada.
Por su parte, Pere Armora aprovechaba su intervención para presentar el Clúster del Sector de Construcción Industrializada de Catalunya (CSCI-C), una entidad con apenas unas semanas de vida que ha nacido con la voluntad de ejercer de interlocutor de este sector en Cataluña ante las Administraciones Públicas, las entidades financieras y los agentes logísticos. Ya hay 45 entidades interesadas en formar parte de CSCI-C para avanzar en materias como la innovación tecnológica (sensorización, industrialización, digitalización, sostenibilidad…), la generación de negocio y la formación en temas de construcción industrializada.
A continuación Enrique Cobreros afirmaba que el sector de la construcción se encuentra ahora inmerso en una “tormenta perfecta” en el que todos sus condicionantes (Objetivos de descarbonización, Agenda 2030, Ley de Cambio Climático, Plan de Rehabilitación, Fondos Next Generation…) conducen al mismo sitio, a una industria responsable, moderna y competitiva que trabaje por lograr edificios cada vez más saludables, eficientes y sostenibles. En este sentido el Plan Sectorial del Hábitat de Castilla y León es un claro ejemplo de hacia dónde se quiere ir.
Por último, Andrés Navarra, reseñaba la voluntad de la asociación Offsite Construction Hub (OCH) de aglutinar todas las iniciativas surgidas en torno a la construcción industrializada a nivel nacional para fomentar una nueva forma de construir basada en la industrialización y, por ende, en la innovación. Un nuevo modelo que supone grandes ventajas en materia económica, social, de seguridad y de sostenibilidad. Nuevas fórmulas de edificar que, por ejemplo, pueden suponer ahorros en los tiempos de entrega entre el 30% y el 50% y con ello aliviar uno de los grandes problemas que sufre este sector, la falta de mano de obra.
Desde su constitución, OCH ya está trabajando intensamente por hacer valer todas estas ventajas de la construcción industrializada y de hecho, cada vez son más las entidades que quieren formar parte de esta iniciativa. Una de sus últimas decisiones ha sido la de crear cinco comisiones que serán el eje de su trabajo durante los próximos meses: Formación, Financiación/Desarrollo, Comunicación/Eventos, Desarrolo/Aceleración de Startups e I+D+i/Certificación.