Aseamac analiza el impacto de la pandemia del COVID-19 sobre el sector del alquiler
Aprovechando el lanzamiento del Estudio del alquiler 2020 (ver más información en este enlace), la asociación española de alquiladores de maquinaria y equipos, Aseamac, celebró el pasado 10 de septiembre un webinar para analizar el impacto que la pandemia del COVID-19 está teniendo sobre el sector del alquiler. Para ello contó con la participación de Juan José Torres, presidente de la asociación, Daniel Sáenz de Tejada, miembro de Aseamac, Jordi Perramon, presidente de Anmopyc y miembro proveedor de Aseamac, Josep Ramón Fontana, responsable de Prospectiva del Instituto de Tecnología de la Construcción (ITeC), y Michel Petitjean, secretario general de la Asociación Europea del Alquiler (ERA).
A pesar de los avances logrados en los últimos años en materia de diversificación, lo cierto es que el sector del alquiler sigue manteniendo una fuerte dependencia de la construcción. Por ello, resultaba interesante conocer en qué medida está afectando la pandemia a esta industria a través de la radiografía aportada por Josep Ramón Fontana a partir del último informe de Euroconstruct.
Un momento del webinar organizado por Aseamac para presentar su Estudio del Alquiler 2020.
Antes de la irrupción del COVID-19, Euroconstruct preveía que la evolución de la construcción en Europa iba a mantener hasta 2022 la tendencia de crecimiento moderado que llevaba desde el año 2013, terminando este ciclo de nueve años en torno al +1,5%. Una estabilidad que le ha permitido enfrentarse a esta crisis sanitaria y económica en un estado de “buena salud” y que ha evitado que las consecuencias fueran aún más funestas. Aún así, como reconocía Josep Ramón Fontana, habrá que ver qué secuelas deja esta pandemia en el sector.
Con todo ello, desde Euroconstruct se estima que ni siquiera en 2022 se recuperen los niveles de actividad que había en 2019, quedándose para ese año aún a un 3% de lo generado tres años antes.
De todas formas ni el impacto ni la recuperación son iguales en todos los países europeos, de tal forma que Euroconstruct ha establecido cuatro grupos claramente diferenciados:
- Recuperación mejor que una 'V', es decir acabará el 2020 con mayor actividad que en 2019. Aquí se encuentran países como Italia, Portugal, Polonia, Bélgica o Noruega, entre otros.
- Recuperación casi en 'V', con países con terminarán el 2020 con un poco menos de actividad que en 2019 pero por encima de la media estimada por Euroconstruct para toda Europa. Mercados como el francés o el checo.
- Recuperación en 'V' incompleta, con una reactivación más leve de la actividad constructiva, menor incluso que la media establecida por Euroconstruct para todo el continente. Aquí es donde se encuadraría España y otros países como Hungría o Finlandia.
- Casos extremos, con la recuperación más lenta de toda Europa, que corresponde al Reino Unido e Irlanda.
En el caso concreto de España, para 2022 Euroconstruct prevé que el sector de la construcción esté aún un 7,5% por debajo del nivel de 2019, lo que supone una brecha de cerca de 57.000 millones de euros. Por subsectores, el mayor impacto de la pandemia se está notando en la construcción de nueva vivienda que ha visto truncarse de forma brusca la tendencia claramente ascendente que venía siguiendo en los últimos meses, aunque parece, por los registros de nuevos visados que se están dando a conocer últimamente tanto de edificación residencial como no residencial, que ya se aprecian ciertos “brotes verdes”. Por su parte, la ingeniería civil se mantiene en los niveles muy bajos de los últimos años, con apenas licitación por parte de la Administración Central y algo más desde las administraciones locales.
Impacto desigual
A mediados de junio, Aseamac publicó el informe 'Impacto de COVID-19 en las empresas de alquiler de maquinaria y equipos' con el objetivo de recabar datos de los alquiladores para tener una visión general de la situación del sector en España. En ese momento, la principal conclusión era que el COVID-19 había provocado que más de la mitad de los alquiladores habían reducido sustancialmente su facturación.
Ahora, la situación sin ser ni mucho menos la óptima, sí que es cierto que se ve con mayor optimismo. Es más, como señalaba el presidente de Aseamac, Juan José Torres, en situaciones como ésta, donde todo se revuelve, la demanda de alquiler suele crecer por las ventajas que ofrece éste a las empresas respecto a la compra: costes fijos, servicio fiable, reposición de maquinaria cuando hay cualquier problema… “Solemos ir a contracorriente del mercado”, señalaba.
De todas formas, el impacto de la pandemia sobre el alquiler varía mucho tanto por el área geográfica donde se opera como por el sector de actividad al que se dirige. Así, tanto la construcción como la industria (salvo todo lo relacionado con el turismo) están evolucionando favorablemente, mientras que el sector eventos “sigue sin existir” y no se prevé que vuelva hasta la primavera de 2021. Un caso singular es el de la agricultura, que como señalaba Daniel Sáenz de Tejada, está cogiendo cada vez más peso en el alquiler por la necesidad de ganar en eficiencia para ser más competitivo (el alquiler en este sentido es un gran aliado) y por la incorporación en los negocios agrícolas de gente más joven y, por ello, más favorable al alquiler.
Frente a lo que se pudiera pensar, hay segmentos en concreto que no se han visto favorecidos por la pandemia, como el del alquiler de equipos de ventilación para mejorar la calidad del aire en los edificios. De hecho, la gran mayoría de las instalaciones que se están realizando en lugares como los colegios no son temporales.
Y otros mercados, como el del alquiler de sanitarios portátiles y su mantenimiento/limpieza han visto ahora reducida su demanda tras el boom que se produjo en las primeras semanas tras el confinamiento. Tan solo las grandes corporaciones donde el departamento de PRL tiene un fuerte peso siguen solicitando en grandes volúmenes estos productos en alquiler.
La evolución del alquiler va a depender en gran medida de la que siga el sector de la construcción por la fuerte dependencia que aún mantiene.
En el caso de los fabricantes de maquinaria, Jordi Perramon, como presidente de Anmopyc, aventuraba que el impacto de la pandemia sobre las expectativas de ventas para este 2020 podría rondar el 20%, y eso que ya para este año se preveía una reducción de las entregas respecto al 2019. Para el año que viene se espera recuperar los niveles pre-COVID, impulsado sobre todo por la mayor demanda de clientes como los alquiladores o las corporaciones locales.
Hay que ver también la incidencia que puede tener para el sector el Reglamento (UE) 2020/1040 que introduce oficialmente la extensión de 12 meses del periodo de transición para motores con potencias < 56 kW y ≥ 130 kW, de manera que los fabricantes de maquinaria disponen hasta el 30 de junio de 2021 para fabricar máquinas equipadas con estos motores de transición, y hasta el 31 de diciembre de 2021 para comercializar estas máquinas en la UE.
Esta moratoria, en cuya solicitud ha jugado un papel clave Anmopyc (y por ello Jordi Perramon quiso alabar públicamente la labor realizada por Jorge Cuartero y Sergio Serrano, gerente y director técnico respectivamente de la asociación, para lograrlo) permitirá también a los alquiladores poder optar durante un año más por equipos más económicos con las anteriores motorizaciones o por las nuevas versiones para buscar un posicionamiento en el mercado de mayor modernidad y ecología.
Una disyuntiva ante la que los alquiladores, “verdaderos apasionados de la maquinaria”, como los definía Juanjo Torres, siempre escogerían la modernidad pero que se ve condicionada por la falta de concienciación que demuestran aún muchos clientes que siguen anteponiendo el precio a otros factores como el compromiso medioambiental. Afortunadamente, parece que ya hay algunas administraciones que dan más peso a estos elementos en sus concursos públicos.
Por último, los tres integrantes de la mesa redonda, coincidían en señalar a los departamentos de Administración y Comercial como los que más están viendo cambiada su forma de trabajar con la pandemia, el primero al darse cuenta que pueden realizar mediante teletrabajo funciones para las que creían necesitar un contacto directo con el personal de la empresa, y el segundo por haber visto reducida y en algunos casos restringidas al 100% las visitas presenciales a los clientes.
El teletrabajo, las videoconferencias y todo lo que ha traído la pandemia “ha venido para quedarse”, indicaba Jordi Perramon, también por las ventajas que supone en materia de conciliación familiar y reducción de costes empresariales, aunque habrá que ver cómo evoluciona en los próximos meses, cuando ya no sea algo prácticamente impuesto a las empresas sino voluntario. En ese aspecto, como concluía Juanjo Torres, va a ser fundamental el nivel de responsabilidad personal que demuestren los trabajadores.
Impacto en Europa
Aunque depende mucho de la zona geográfica, de la especialización de la empresa y del mix de productos de su parque, la Asociación Europea del Alquiler (ERA) ha establecido tres categorías de países a la hora de medir el impacto del COVID-19 sobre el negocio del alquiler. En concreto, en el segundo trimestre de este 2020, éste se cuantifica de la siguiente forma:
- Países del norte de Europa: caídas entre el 5 y el 10%
- Países del centro de Europa: caídas entre el 0 y el 10%
- Países del sur de Europa: caídas entre el 20 y el 40%
Como caso excepcional se sitúa el mercado del Reino Unido, al que se suma el impacto del Brexit, lo que da un descenso de actividad cercano al 40%.
Intervención de Michel Petitjean, secretario general de ERA, en el webinar de Aseamac.
En cuanto a las previsiones para este 2020 y para el 2021, teniendo en cuenta la fuerte dependencia que sigue mostrando el alquiler de la actividad constructiva, desde la ERA hacen las siguientes predicciones:
- Países del norte de Europa: caída del 6,4% para 2020 y crecimiento del 2,5% en 2021.
- Países del centro de Europa: caída del 5,5% para 2020 y crecimiento del 4,7% en 2021.
- Países del sur de Europa: caída del 14,7% para 2020 y crecimiento del 7,5% en 2021.
- España: caída del 14,1% para 2020 y crecimiento del 5,2% en 2021.
- Reino Unido: caída del 16,3% para 2020 y crecimiento del 4,6% en 2021.
Al margen del impacto económico, la pandemia está trayendo consigo tendencias como una aceleración de la digitalización, una mayor diversificación del alquiler y más teletrabajo.
“Creo firmemente que el alquiler sigue teniendo un futuro brillante por su alto potencial económico y medioambiental. Supone una gran oportunidad para afrontar los nuevos desafíos que ha traído esta pandemia”, concluía Michel Petitjean.