"Grandes firmas están al borde del abismo y puede que a medio plazo su respuesta y servicio no sean ni los mínimamente exigibles", Agustín Durán (Centrotécnica)
23 de marzo de 2009
En general, en España, hay una epidemia de conformismo y aceptación de un estado de víctima de las circunstancias. Se está asumiendo con resignación la debacle económica, la caída de los mercados y de la demanda y “poniendo las barbas a remojar” sin tomarse iniciativas valientes, ni desarrollando nuevos productos, objetivos o investigando en una reconversión del sector hacia otros mercados. Sin duda, la inversión en maquinaria moderna, con tecnología actual; capaz de incrementar la calidad/productividad, disminuyendo el consumo; con la desaparición del gran parque de maquinaria obsoleta que abunda en España es imprescindible para acceder a este tipo de producción (médico-farmacéutico, packaging y alimentación-envases de un solo uso).
Actualmente, la fabricación de maquinaria de inyección en 'la vieja Europa', se está adaptando a los estándares que ya en Japón y Estados Unidos triunfan en los últimos años, con la utilización de máquinas totalmente eléctricas; de las cuales, los fabricantes japoneses son los reyes indiscutibles por un simple concepto de experiencia y especialización. Europa, en este sentido, está a la cola; llega con 10 años de retraso a la investigación en este campo, y si bien la ventaja de la proximidad y precios de venta permiten al fabricante europeo seguir vendiendo tecnología hidráulica, considerada por los japoneses como obsoleta; la mayoría de las marcas hace sus pinitos lanzando inyectoras totalmente eléctricas, con más pena que gloria en muchos casos; o comprando tecnología a Japón para ofrecer un 'remake' versión europea, más o menos comercial; que permita a la marca mantener su estatus".