Asepal, socio estratégico en el sector de los EPI

Las estructuras sociales y económicas actuales responden a la evolución, a lo largo de los siglos, de las relaciones personales y comerciales. En este último ámbito, la actividad económica desarrollada por comerciantes o profesionales se transforma al concepto de empresas, así como el concepto de gremio evoluciona al concepto de sector productivo.

El concepto de sector productivo es más amplio al de gremio, ya que hace referencia a otras variables que van más allá de una agrupación de iguales que defienden intereses comunes. Así pues, hoy en día son las asociaciones de empresas las que asumen esa función de representación de un colectivo de una actividad económica determinada ante la sociedad, las instituciones o las administraciones públicas.

Cuando aparece en Europa la primera legislación unificada relativa a la Salud y Seguridad Laboral y otra relativa a los EPI no existía en España ningún sector específico ni asociación de empresas que agrupara y representara a todas aquellas empresas que se veían afectadas por los cambios importantes que producía la nueva legislación. Asepal surge en aquel momento como el punto de encuentro para los fabricantes de diversos sectores industriales que fabricaban y/o comercializaban Equipos de Protección Individual, una asociación cargada de ilusión por ayudar a las empresas en su desarrollo técnico y normativo y de esa manera contribuir al crecimiento posterior de un sector de gran relevancia para el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo.

A lo largo de todo este tiempo, Asepal ha acompañado en la transformación técnica y tecnológica de las empresas asociadas, también ha colaborado con las administraciones públicas para el mejor desempeño de sus funciones. El trabajo realizado en esta andadura ha repercutido en el prestigio de la asociación, siendo una de las principales referencias en el ámbito de los EPI en España y, porque no decirlo, en el mundo. Todo esto no hubiera sido posible si desde Asepal no nos hubiéramos preocupado en todo momento por adquirir y retener el conocimiento técnico relativo a los EPI. La puesta a disposición de los asociados de todo este conocimiento, a través de un servicio de asesoramiento personalizado, hace que las empresas desarrollen sus productos adecuadamente para su comercialización. El contacto continuo con las administraciones públicas también nos permite abordar conjuntamente la problemática del sector y trabajar de manera colaborativa en la búsqueda de las mejores soluciones.

Además del conocimiento técnico acumulado en Asepal, la asociación acompaña a sus asociados en el desarrollo de otras actividades como la asistencia a ferias o la información constante sobre las novedades del sector. La colaboración activa en la organización de Sicur manifiesta la relevancia que Asepal tiene dentro de su ecosistema, siempre buscando ofrecer a nuestros asociados una propuesta de valor que favorezca su desarrollo.

El pasado 2016 se publicó el Reglamento (UE) 2016/425 que modifica sustancialmente la legislación en materia de EPI a nivel europeo. Entra en vigor en abril de 2018. Desde la publicación del texto normativo, Asepal ha puesto todos sus esfuerzos en la difusión del mismo, poniendo en relevancia aquellos aspectos más significativos que van a tener un fuerte impacto en las empresas del sector. No solamente en los fabricantes, sino también en otros agentes económicos como son los importadores o distribuidores.

En aras de garantizar la consistencia del EPI a lo largo de toda la cadena de suministro, el nuevo texto legislativo establece explícitamente obligaciones que han de cumplir tanto los importadores como los distribuidores, además de los fabricantes, como es de suponer.

Para poder satisfacer las obligaciones recogidas en el Reglamento, los importadores y distribuidores deben asegurarse que los equipos que importan o comercializan cumplen con los requisitos del Reglamento. Por lo tanto, se hace necesario que estos agentes económicos posean el conocimiento técnico suficiente para poder cumplir con los aspectos que les incumbe. Sin embargo, cabe intuir que un número significativo de importadores y distribuidores no están lo suficientemente bien preparados técnicamente para dar respuesta a las obligaciones que tendrán que atender, una vez que el Reglamento entre en vigor en abril de 2018. Este hecho es de crucial importancia especialmente para grandes distribuidores y suministros industriales si quieren seguir manteniendo su relevancia dentro del sector.