Entrevista a Jordi Edo Abella, director general de Hexagon Manufacturing Intelligence (España y Portugal)
Jordi Edo Abella dirige las actividades de Hexagon Manufacturing Intelligence en España y Portugal y tiene asimismo la responsabilidad internacional del grupo de robótica y automatización de la compañía. Aprovechamos la feria Control de Stuttgart para entrevistarle y saber más sobre el sector en España y el futuro de una empresa que ha optado por expandirse colaborando con sus clientes en la búsqueda del camino para una fabricación inteligente.
¿Qué balance hace de las actividades de Hexagon en España?
El pasado año 2015 fue un año récord, diría que excepcional. Un año en el que todas las actividades fueron bien: los productos más commodity como las CMM, pero también los brazos de medición, los trackers... También en servicios dimos un salto y crecimos en personal para superar las 100 personas actuales. Nuestra cifra de negocios fue de alrededor de 22 millones de euros, con un beneficio operativo de cerca del 7%, es decir somos una empresa sana que da valor.
Por otro lado, dentro de la estrategia de consolidar nuestro centro de ingeniería de Vitoria, fue un año muy importante en el que definitivamente se manifestó su valor a nivel europeo.
Recuérdenos el valor de su centro de Vitoria.
El centro de Vitoria es diferente, allí tenemos una fábrica y un centro de ingeniería. Construimos máquinas de medición horizontales clásicas (modelo Mercury), utillajes de medición y hacemos ingeniería y construcción de células de medición robotizadas, que pueden ser integradas en mayor o menor medida.
Yo diría que todo el cambio tecnológico de nuestra compañía lo hemos digerido muy rápidamente en España. A media que las nuevas tecnologías se han ido expandiendo, ha habido necesidades dentro del grupo de ingeniería de células para ofrecer soluciones automatizadas, algo en lo que nosotros estamos muy preparados.
Además del director general de Hexagon Manufacturing Intelligence para España y Portugal, Jordi Edo es también el responsable internacional del grupo de Automatización y Robótica puesto en marcha este mismo año 2016 por Hexagon, dedicado a implantar células automatizadas.
De hecho la automatización es un área en la que están haciendo hincapié, ¿no es así?
Sí, hasta el punto de que Hexagon ha creado a principios de este año 2016 el grupo de Automatización y Robótica, que implanta células automatizadas y del que soy responsable a nivel internacional. Dado que contamos con este conocimiento y experiencia en Vitoria, se ha decidido que este grupo dé servicio a toda Europa. Es un grupo pilotado desde Vitoria y supone un gran reto el hecho de pasar de un modelo en el que cada país desarrolla su negocio en su país, a crear un grupo europeo que requiere una forma diferente de trabajar. Este grupo se ha hecho como un centro de coste, en el que nuestra misión es puramente técnica: implementamos los proyectos según las expectativas del cliente.
El hecho de consolidarnos como centro de coste, es decir que no está dedicado a obtener beneficios sino a ofrecer un buen servicio, hace que los proyectos se ejecuten en su tiempo. Esto significa que va a generar mucho empleo, especialmente en Vitoria, porque necesitamos ingenieros y mano de obra muy especializada para estos trabajos. Esta es una organización puramente técnica con un alto nivel de especialización y tenemos ante nosotros el gran reto de desplegar el conocimiento lo más rápido posible.
Hasta donde sabemos, también potenciarán su presencia en Madrid.
Hexagon ha adquirido numerosas empresas en los últimos años. ¿Qué dificultades comporta esta forma de crecer a nivel interno?
¿Está resultando difícil trasladar a la empresa española la idea del “manufacturing intelligence” que Hexagon está proyectando a nivel internacional?
Creo que es un mensaje que proyecta imagen de innovación, un valor que tenemos y que debemos trasladar al mercado. Es bueno que el cliente nos vea con esta imagen de innovación, que nos plantee retos dentro del concepto de Industria 4.0, que nos permitan dar pasos realistas hacia adelante. No podemos mejorar todo al momento, pero sí dar pasos en esta dirección.
Tenemos que aportar la inteligencia para que el cliente pueda resolver sus problemas de forma más rápida y, como ejemplo, tenemos el caso de nuestra colaboración con Red Bull, que usa nuestra tecnología en el sentido ‘sensing’. Es decir, nuestros equipos les dan información que necesitan para optimizar sus procesos de fabricación y diseño. Estamos en esa fase. A partir de ahí, con nuevos productos cada vez más integrados, tenemos que mejorar todo el proceso, que ellos sean capaces de producir de forma más eficiente y más rápida. Y no solo facilitándoles la información, sino también elaborándola y ayudando a que mejoren sus procesos.
En una entrevista con Interempresas, hace 4 años, ya hablaba de la metrología como un todo. ¿Se repiten los mensajes o simplemente tenemos la misma idea de futuro que antes?
Sí, esto enlaza con nuestro lema “Quality drives productivity”. Yo me lo creo. El hecho de contar con información de lo que estás haciendo significa que lo puedes mejorar. Sin esa información no puedes mejorar nada. Nadie es capaz de producir nada mejor que aquello que sea capaz de medir. A veces me encuentro con clientes que se preocupan de tener grandes medios de producción, pero puede ser más efectivo invertir más en los medios que te dan la información para mejorar procesos. Si quieres fabricar con calidad tienes que tener los medios adecuados y en esto hay que apuntar siempre lo más arriba posible.
En este sentido en España ha habido una evolución, pero sigo creyendo que las empresas españolas tienen que ser más ambiciosas. Arriesgar, apuntar alto, plantearse retos... Todo ello forma parte del espíritu de innovación y mejora, que finalmente llevan a una mayor competitividad. Luchar solo por los costes es una batalla perdida, hay que hacerlo, pero apuntando alto en calidad, porque, como dice nuestro lema, “quality drives productivity”. Las que se han preocupado por la calidad son empresas que han ido adelante. Es una inversión que cuesta ver, pero tal vez la más estratégica que se pueda hacer.