Revolucionará su concepto de fabricación en unas modernísimas instalaciones

Con puntualidad británica y a pesar de la fina lluvia que amenazaba con deslucir el acto, a las 12 en punto del pasado 7 de octubre se congregaban mas de un centenar de trabajadores en los terrenos en los cuales se asentará la nueva fábrica de Izar y, después de enfundarse el reglamentario casco, procedieron a visitar las futuras instalaciones.

Carlos Pujana, director gerente de Izar, dio la bienvenida a todos los presentes, para a continuación enfatizar el orgullo que debía embargar a todos los que gracias a su esfuerzo personal y trabajo duro habían hecho posible que llegara ese día tan especial. Remarcó que este proyecto representa una apuesta de futuro estratégica para la empresa y para las personas que la integran, y que a partir del traslado a las nuevas instalaciones Izar conocerá una auténtica revolución en su forma de trabajar, lo que conllevará unas perspectivas de servicio al cliente mucho mejores que las actuales.

Acto de colocación de la urna metálica que constituiría la simbólica “piedra” inicial.

El momento culminante de la visita a las instalaciones llegó a la hora de enterrar la urna metálica que constituiría la simbólica “piedra” inicial, y en la que se habían introducido diversas herramientas y catálogos de la firma, además de algunos periódicos del día y un listado con los nombres de los trabajadores de la empresa en la actualidad.

A la hora de los discursos, el abogado Antón Hernández Zubizarreta, en nombre del consejo de administración, recordó de manera emotiva tiempos no tan alegres en los que los propios trabajadores de Izar tuvieron que tomar las riendas de la empresa, y dijo que “en ese agujero enterramos millones de horas de trabajo y todo tipo de experiencias y preocupaciones, pero también guardamos nuestros sueños e ilusiones sobre un nuevo proyecto, con vistas al mercado pero sobre todo basado en las personas”.

Horst Binder, hasta hace poco gerente de Izar y uno de los mayores impulsores de este proyecto, recordó los pasos dados hasta la fecha, desde los tiempos en los que se comenzó a plantear el posible traslado -a raíz también del surgimiento del nuevo polígono industrial- hasta el presente en el que se ven materializados aquellas ideas e ilusiones.

Por último, David Latxaga, alcalde de Amorebieta-Etxano, no dejó de felicitar a todos por haber podido culminar con éxito este proyecto, fruto de la cooperación entre Izar y las instituciones, y también de mostrar su satisfacción ya que el pueblo conseguía mantener a una empresa centenaria y emblemática como Izar, con un proyecto para otros 100 años y en el mejor terreno industrial de Bizkaia.

Hay que tener en cuenta que Izar lleva casi 100 años en el mismo lugar, pero gracias en parte a su propio éxito (ya no hay espacio físico para atender las necesidades de todos sus clientes) y también en parte a la expansión demográfica del municipio en el que se ubica (ha pasado de estar en las afueras a estar casi en mitad del mismo), la necesidad de una nueva ubicación se había convertido en los últimos años en una necesidad de valor estratégico.

Finalmente, se prevé que a principios de verano de 2007 concluyan las labores de construcción de lo que constituirá la más moderna planta de fabricación de herramienta de corte de toda Europa, en una parcela de 24.000 metros cuadrados (con lo cual se triplica la superficie actual) ubicada en el barrio de Boroa-Amorebieta, junto al peaje de la autopista que conecta con el puerto y aeropuerto de Bilbao y con Irún. En agosto del mismo año se espera llevar a cabo el traslado a las nuevas instalaciones de las más de 300 máquinas que componen el taller de fabricación de la empresa.

En la nueva planta, Izar pretende además revolucionar su concepto de fabricación, de manera que pueda multiplicar la cantidad y el nivel de calidad de todas sus herramientas, dando de esa manera cumplimiento a las cada vez mayores necesidades de sus clientes.