Entrevista a Alberto Aceña, gerente de la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma (Anerr)
En este momento, gran parte de las empresas del sector de rehabilitación y reformas atraviesa un momento muy delicado, debido a la disminución de la actividad económica, a la dificultad de acceso al crédito, y en general, a las malas perspectivas actuales para empresas y particulares. Sin embargo, según afirma Alberto Aceña, gerente de la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma (Anerr), pese a lo complicado de la situación, “las empresas de reformas y rehabilitación están encarando un momento de enorme potencial”.
¿Qué situación viven hoy las empresas de rehabilitación y reformas?
Un momento muy delicado pero, según datos del Ministerio de Fomento, más del 58% del parque edificado es anterior a 1980, por lo que existen 26 millones de viviendas, de las que cerca de seis millones tienen más de 50 años. Esto implica un enorme potencial para la rehabilitación.
La crisis de la construcción ha empujado a muchas empresas especializadas en obra nueva a embarcarse en el sector de la rehabilitación y las reformas. ¿Cree que están lo suficientemente preparadas para ello? ¿Difiere mucho un sector del otro?
En rehabilitación la profesionalización es, si cabe, más necesaria que en el resto de actividades constructivas. La mejora en el control de calidad, en la conciencia del “trabajo bien hecho” y en general, de tener como primer objetivo la satisfacción del cliente, serán valores a potenciar en el personal de nuestras empresas.
Si en obra nueva es importante la elección de una constructora adecuada, en rehabilitación es crucial. Cada obra de rehabilitación es un producto único, y en el desarrollo de la obra es necesaria la continua supervisión técnica de los trabajos, el contacto directo con el usuario y un importante esmero y cuidado impuesto por el entorno en el que se desarrolla la actividad.
¿Qué puede decirnos del intrusismo en el sector? ¿En un problema real hoy?
Desde siempre, la actividad de reforma y rehabilitación ha sido desarrollada por pequeñas empresas y autónomos, e incluso por personas que realizan su trabajo sin estar sometidos a regulación ni control alguno. La coyuntura económica ha producido también una avalancha de trabajadores, cuya actividad estaba centrada en aspectos concretos de la obra nueva, hacia la reforma de viviendas. En muchos casos actuando como “falsos empresarios” dentro de la economía sumergida.
La falta de formación, de regulación y el intrusismo son bajo mi punto de vista, problemas que afectan a este sector, unidos a la dificultad de acceso al crédito y, en general, las malas perspectivas actuales para empresas y particulares.
¿Qué puede hacer el sector para luchar contra este intrusismo?
A nuestro entender, las medidas que necesitamos para que el sector de la rehabilitación esté a un nivel equiparable a nuestros socios europeos son la profesionalización del sector, con el impulso de la formación técnica de trabajadores y mandos intermedios; el control e inspección por parte de las Administraciones Públicas del trabajo ilegal y la economía sumergida, la implementación de planes de reforma y rehabilitación integrales, con ayudas a la mejora de la eficiencia energética de viviendas y edificios, y campañas de información y divulgación. Desde Anerr trabajamos activamente mediante nuestro sello de calidad, que diferencia a las empresas asociadas y mediante campañas de concienciación dirigidas al usuario final.
Para muchos el sector ha entrado en una guerra de precios a la baja que puede traer consigo graves consecuencias. ¿Cuál es su opinión al respecto?
La guerra de precios no beneficia a nadie, ni al sector ni a los usuarios. Un precio razonable que permita una calidad de productos y servicios adecuada es lo que todos hemos de perseguir.
Afirma que la rehabilitación tiene “enorme potencial” en nuestro país…
Sí, actualmente el porcentaje de rehabilitación frente al volumen total del sector está en torno al 40%, mientras que en los países más avanzados de Europa se alcanza casi el 60%. Esto sin duda es una oportunidad ya que nos muestra el enorme camino que tenemos por recorrer y el potencial de trabajo en esta área.
¿Qué puede decirnos de la eficiencia energética de nuestros hogares?
Gran parte de nuestras viviendas necesitan con urgencia una renovación, que permitan su habitabilidad en unas mínimas condiciones de calidad de vida. Asimismo, la práctica totalidad de las mismas carecen de un nivel de aislamiento aceptable, y sus instalaciones son obsoletas, lo que las hace ineficientes desde el punto de vista energético. Esto supone un despilfarro económico insostenible y una imperiosa necesidad de rehabilitación.
¿En qué medida apoyan las administraciones al sector? ¿Qué puede decirnos de los planes Renove orientados a la vivienda? ¿Son suficientes?
La búsqueda de nuevos sistemas de financiación basados en los ahorros energéticos futuros, los planes integrales de rehabilitación por barrios, la lucha contra el intrusismo y la economía sumergida, las ayudas a la rehabilitación, los planes Renove con financiación pública o privada y las desgravaciones y disminución del IVA en las obras de reforma, son la principales medidas que Anerr considera necesarias. Sabemos que la administración está trabajando en estas líneas, si bien es cierto que quizá la intensidad y velocidad de sus actuaciones debería incrementarse para ayudar a que el sector salga adelante como necesita.
¿Cuáles son a su entender los retos a los que se enfrenta el sector en la actualidad?
El mayor reto es la falta de financiación. Si a esto le unimos el intrusismo profesional no cualificado tenemos un efecto devastador para las empresas de rehabilitación serias que encuentran muy complicado competir frente estos dos factores.
¿Cuáles son las previsiones para 2014?
Se espera una estabilización del mercado en 2014 con caídas medias en torno al 5%, ya que si bien el PIB español puede crecer fruto del peso de las exportaciones, la demanda interna seguirá retraída. Los primeros repuntes en la actividad ligada a la construcción podrían observarse ya entrado 2015.
Y ya para concluir, ¿qué debe hacer hoy una empresa de reformas para subsistir en el sector? ¿Qué consejo les daría?
En Anerr queremos hacer una apuesta por la calidad, la profesionalización y cualificación de los intervinientes, por la seguridad en el trabajo y, en suma, hacer de nuestro sector una industria que esté a la altura de los tiempos, y conseguir a través de la satisfacción de nuestros clientes un merecido prestigio en la sociedad. Esa es la manera de actuar que recomendamos a todas las empresas del sector para superar el momento actual.
Anerr, con el sector
Según explica Aceña, Anerr es una asociación empresarial que busca “representar a las empresas que hacen las cosas bien en el sector de la rehabilitación edificatoria, a las empresas que tienen afán de superarse y crecer con profesionalidad y calidad cumpliendo siempre los requisitos legales exigibles y unos criterios de competencia adecuados”.
Anerr trabaja en tres líneas de actuación:
- Trasladar a la administración las necesidades del colectivo y ser interlocutores en lo relacionado a las empresas que representa.
- Luchar contra el intrusismo profesional, diferenciando a las empresas asociadas a Anerr como empresas solventes y de total garantía y confianza mediante su propio sello de calidad.
- Ofrecer servicios y convenios que ayuden a los asociados en el día a día, ofreciéndoles ahorros y ventajas diversas.
