Este tipo de techo de lamas verticales permite jugar con la luminosidad de espacios diáfanos y abiertos. Mediante un sistema de rastreles lacados en negro, se construye una estructura de lamas verticales de 100 o 150 mm.
Según el tamaño de la lama, éstas pueden colocarse a diferentes distancias en el rastrel permitiendo multitud de combinaciones.
Las lamas son fabricadas en aluminio de gran resistencia y durabilidad, y al tratarse de un techo de cielo abierto se garantiza un fácil mantenimiento y acceso al plenum.