Un espacio de trabajo bien adaptado puede incrementar la productividad hasta un 20%
27 de diciembre de 2010
Sin embargo, en un entorno de crisis económica en el que las áreas de trabajo tienden a reducirse, al contar con oficinas más pequeñas y espacios ajustados, parece complicado crear lugares que fomenten la producción y eficiencia de los trabajadores. Ofiprix, fabricante y distribuidor de muebles de oficina, destaca que la tendencia está en la creación de espacios diáfanos, flexibles, que fomenten la comunicación entre los empleados, optimizando los metros cuadrados disponibles.
Así, algunas de las reglas básicas que deben tenerse en cuenta a la hora de diseñar el espacio de trabajo son, por un lado, construir una oficina modular, en la que se economice el espacio. Por otro lado, es importante que todo esté archivado de un modo correcto. El orden hace que la búsqueda de la información sea más sencilla, por lo que el trabajador podrá ser más eficiente. Por ello, será básico el uso de elementos como archivadores o cajoneras, adaptables y móviles.
Otra de las tendencias actuales, debido a la reducción de la disponibilidad del espacio, y que ayuda a la creación de un entorno en el que se fomente la creatividad, es contar con techos altos. Dan sensación de amplitud y, por lo tanto, la impresión de falta de espacio se ve reducida. Asimismo, las mesas dejan de ser rectas y cuadradas, para pasar a ser con líneas curvas y adaptables, que promuevan la interrelación entre los trabajadores y, por tanto, el trabajo en equipo.
Y, por último, es de vital importancia, la elección del color de la oficina. Ante la falta de luz natural, lo ideal es contar con colores que aporten luz por si solos, como la gama de los naranjas, rojos y amarillos.