Epson recibe la certificación Emas por su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente
Epson se sitúa como empresa referente en políticas ambientales tras recibir la certificación de calidad Emas (Eco Management and Audit Scheme), un sello de la Unión Europea que reconoce el compromiso y la gestión de las compañías en materia de sostenibilidad y medio ambiente. La certificación Emas pone en valor el compromiso y esfuerzo de Epson por lograr los más altos estándares internacionales de RSC.
Epson lleva años trabajando con una política ambiental firme y contundente, que revisa y refuerza cada año para dar respuesta a los principales desafíos medioambientales. Así lo recoge la Declaración Ambiental 2020, una publicación que resume la visión de la compañía en materia de sostenibilidad y que recopila las acciones de RSC que ha llevado a cabo en el año, tanto con el público externo como interno.
“Nos encontramos en un momento histórico donde es más urgente que nunca dedicar esfuerzos a la cuestión medioambiental”. Y añade: “La Responsabilidad Social Corporativa está en el centro de todo lo que hacemos en Epson, forma parte de nuestro ADN. Hemos logrado avances muy significativos en materia de sostenibilidad, y es un honor recibir este tipo de reconocimientos. Pero sabemos que la sostenibilidad no es una meta, sino un camino que debemos recorrer y mejorar cada día para adaptarnos a los desafíos que nos ocupan. Sabemos que los recursos de la Tierra son limitados”, explica Joan Escoté, sustainability manager de Epson Ibérica.
Uno de los objetivos primordiales de la compañía es trabajar en favor de modelos de economía circular en las empresas. En este sentido, destaca la solución PaperLab, la primera recicladora y productora de papel del mundo que no requiere agua en el proceso. Asimismo, la compañía lideró el proyecto B·SEArcular, una iniciativa que se propone limpiar el Mar Mediterráneo de plásticos y reintroducirlos en el mercado a través de la economía circular con el objetivo de luchar por una industria textil más sostenible.
Por otro lado, el programa EDU2030 ha resultado una plataforma de apoyo a centros educativos en Cataluña para una correcta transición hacia tecnologías sostenibles en sus instalaciones, partiendo de la impresión de inyección de tinta más sostenible que permite ahorros de un 96% en consumo energético o un 92% en emisiones de CO2, así como otras tecnologías audiovisuales que incentivan el aprendizaje colaborativo.
Asimismo, la compañía se propone transformar el sector de la impresión en una industria más limpia y sostenible. En este sentido, Epson apoya la Proposición No de Ley aprobada recientemente por el Congreso de los Diputados de apoyo a la industria de la impresión para la adopción de medidas de sostenibilidad, una iniciativa que busca alinear la industria de la impresión con los grandes retos en sostenibilidad y medioambiente, donde la digitalización y la transición ecológica juegan un papel fundamental.
Epson y el Medio Ambiente
Epson sitúa la sostenibilidad en el centro de todas sus decisiones, mediante la fabricación de tecnologías eficientes, compactas y precisas que permitan a las empresas alcanzar el mayor índice de sostenibilidad en un marco de economía circular. Es decir, un compromiso medioambiental que va más allá de la propia huella ecológica, y que se propone fabricar productos excelentes que superen las expectativas de los clientes, aborden las necesidades sociales y, lo que es más importante, sostengan el medio ambiente.
Para abordar este reto, la compañía ha establecido la Visión Medioambiental 2050, un marco que ha creado para abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.
Sobre la Certificación Emas
La certificación Emas es un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambiental (Eco Management and Audit Scheme) desarrollado por la Unión Europea en el año 1993. El objetivo de la última versión del Reglamento Emas es promover mejoras continuas del comportamiento ambiental de las organizaciones mediante el establecimiento y la aplicación de sistemas de gestión ambiental, la evaluación sistemática, la difusión de información sobre el comportamiento ambiental, el diálogo abierto con el público y otras partes interesadas, y la implicación activa del personal en las organizaciones, así como una formación adecuada de los mismos.