Variables a tener en cuenta para una correcta elección de un cierrapuertas
Cómo elegir un cierrapuertas GEZE
Los cierrapuertas se encargan del cierre seguro de puertas que han de cerrarse de forma controlada siempre o, al menos en caso de incendio. GEZE pone a su disposición toda una gama de sistemas de cierrapuertas concebidos especialmente para su uso en prevención de incendios.
- Los cierrapuertas aéreos ofrecen la solución técnica perfecta para cada ocasión, con innumerables posibilidades ópticas y técnicas.
- Los cierrapuertas integrados ahorran espacio, no son visibles y le confieren una nota elegante a las puertas.
- Los cierrapuertas de pavimento suponen confort y versatilidad para todas las puertas batientes y de vaivén usuales en el mercado.
En GEZE, todas las soluciones para puertas cortafuego cumplen las exigencias según el Código Técnico de la Edificación (CTE) y la normativa europea en vigor para puertas cortafuegos EN 1154/EN 1155 /EN 1158.
Siguiendo estos parámetros de calidad, para elegir cuál es el cierrapuertas adecuado en cada necesidad hay que tener en cuenta las siguientes variables:
- La fuerza de cierre. Define en términos de par de cierre Nm) la capacidad del cierrapuertas para un tamaño de puerta.
- La estabilidad de las regulaciones de velocidad frente a la utilización en el tiempo y a los cambios de temperatura.
- El grado de eficacia. Es la relación del esfuerzo a realizar al abrir la puerta respecto a la potencia que devuelve el cierrapuertas al cerrar la puerta.
- La durabilidad frente a la utilización prolongada. Se exige que los valores de fuerza de cierre, estabilidad y grado de eficacia apenas disminuyan después de 500.000 ciclos completos de apertura y cierre de la puerta.
- Velocidad de cierre. Velocidad de la puerta al girar en torno a un eje. Técnicamente llamada Velocidad Angular, se mide en radiales/segundo. Esta velocidad se mantiene constante a lo largo de los 180º - 5º. Es regulable en todos los modelos y es termoestabilizada, es decir que es inalterable a los cambios de temperatura exterior.
- Golpe final. Se activa al llegar a los 5º con velocidad de cierre constante, para evitar así un golpe brusco del resbalón de la cerradura en su alojamiento. Da el último empujón para que la cerradura se aloje en el cerradero. Es regulable dependiendo del modelo a través de una válvula o según la posición del brazo.
- Amortiguación de la apertura. Regula la fuerza con la que se puede frenar la puerta a la apertura. Tiene la misma dirección, pero en sentido contrario a la Velocidad de Cierre (> Amortiguación = > Resistencia a la apertura y viceversa). Es regulable en los modelos más evolucionados de la serie. Protege contra deterioros puerta y pared.
- Ángulo de retención. La retención siempre se encuentra en el brazo o en la guía deslizante. El ángulo de retención es ajustable en modelos con brazo articulado entre 70º - 150º, y en modelos con guía deslizante entre 80 - 120º.
- Retardo de cierre. Se mide en segundos. Una vez retenida la puerta, tardará x segundos en cerrarse sola. Es regulable y mantiene la puerta abierta hasta 30 segundos. Es regulable en los modelos más evolucionados de la serie. De este modo personas con movilidad reducida, madres con carritos de niños, enfermeras con camillas de ruedas etc., tienen suficiente tiempo para atravesar la puerta.