Pladur participa en la construcción de la Sala VIP de Arco 2013
25 de febrero de 2013
Más de 640 m2 de tabiques, 480 m2 de techos y cerca de 10.000 metros de perfilería metálica para crear un espacio de unos 1.000 m2 de extensión y con un uso intenso: nada menos que 10.000 visitantes VIP durante cuatro jornadas en Arco 2013. Y todo montado por un equipo de solo ocho operarios en apenas seis jornadas de trabajo.
El diseño y la instalación de la Sala VIP, inaugurada el 13 de febrero con presencia de algunos de los arquitectos españoles más prestigiosos, es obra del tándem formado por Pladur y el estudio Q:NØ Arquitectos, ganadores del concurso de ideas convocado por Arcomadrid 2013.
El objetivo no era solo crear un espacio eficiente para grandes eventos, reuniones VIP o exposiciones, sino hacerlo con un diseño de valor añadido capaz de optimizar la experiencia de usuario. En definitiva, colaborar con el éxito de Arco mediante un ambiente que estimula la comunicación, la negociación, el intercambio de impresiones o las citas formales o informales entre los visitantes más destacados de la feria, desde artistas y diseñadores a galeristas y periodistas especializados.
El proyecto entiende la Sala VIP como un espacio de arquitectura-escultura, un continente de eventos que es en sí mismo una propuesta artística más allá de sus ventajas funcionales. De acuerdo con la filosofía de Q:NØ, la Sala VIP de Arco logra que el visitante “participe de ella, forme parte del conjunto como espectador y escultor del espacio”. Así, la Sala VIP articula en uno varios entornos funcionalmente enlazados e integrados en una personalidad estética tan relajante como optimista: acceso y hall, restaurante, bar, lounge y zona de patrocinadores.
El concepto de espacio-escultura sorprende a los visitantes desde el mismo acceso, con las mallas de perfilería metálica usadas como elementos decorativos además de estructurales, una creativa solución nunca vista: techos en disposición irregular, inclinados y a distintas alturas; montantes reforzados de Pladur dispuestos en entramado para crear pilares permeables a la vista; el contraste cromático entre el metal desnudo y el blanco dominante de paneles y techos.
Los espacios se suceden sin transiciones bruscas y en función de su uso: el restaurante, con dos ambientes da paso a la zona más diáfana del bar, cuya barra montada a partir de cubos y con iluminación interior es una escultura es sí misma.
Enseguida el espacio protagonista de la sala: el lounge amplio, ocupado por una curiosa colección de mobiliario antiguo seleccionado para la conversación pausada y el confort. Sobre este espacio, 15 paneles de Pladur FON+ componen los techos inclinados y descolgados como otro elemento protagonista, a la vez funcional y escultórico. Inmediatamente después y sin solución de continuidad, se extiende el espacio reservado a los patrocinadores, integrados en un ámbito común pero cada uno de ellos con su imagen de marca.