La tradición ferial en la ciudad de Lleida es muy antigua y está documentada ya en la época medieval y, más concretamente, el 23 de agosto de 1232, fecha en que el rey Jaime I concedió a la ciudad el privilegio de celebrar una feria anual de 10 días de duración a partir del día de San Miguel, en el mes de septiembre. Hay que hacer notar que durante la Edad Media las ferias de Lleida tenían ya un carácter internacional, dado que reunían comerciantes y mercaderes de Toulouse, Montpellier y otras localidades del sur de Francia.