El agua en los pequeños núcleos de población

“[…] El agua se necesita en todos los aspectos de la vida. El objetivo general es velar por que se mantenga un suministro suficiente de agua de buena calidad para toda la población del planeta y preservar al mismo tiempo las funciones hidrológicas, biológicas y químicas de los ecosistemas, adaptando las actividades humanas a los límites de la capacidad de la naturaleza y combatiendo los vectores de las enfermedades relacionadas con el agua. Es preciso contar con tecnologías innovadoras, entre ellas las tecnologías locales mejoradas para aprovechar plenamente los recursos hídricos limitados y protegerlos contra la contaminación […].

La escasez generalizada de recursos de agua dulce, su destrucción gradual y su creciente contaminación, así como la implantación progresiva de actividades incompatibles en muchas regiones del mundo, exigen una planificación y una ordenación integradas de los recursos hídricos. Esa integración ha de abarcar todos los tipos de masas interrelacionadas de agua dulce, tanto las aguas superficiales como las subterráneas, y ha de tener debidamente en cuenta los aspectos de la cantidad y calidad del agua […].”

Esta declaración, elaborada durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992, hace ya 20 años, planteaba problemas con los que aún hoy nos seguimos enfrentando.

El agua es un derecho y una responsabilidad. Tiene valor económico, social y ambiental y no es un bien ilimitado, ni su disponibilidad en cuantía y calidad es gratuita. Por lo que se debe apelar a la responsabilidad ciudadana para efectuar un uso eficiente del agua y a una voluntad social y política para gestionar dicho recurso de forma sensata, madura y equitativa mediante el uso de las tecnologías adecuadas.

España no es una excepción. En nuestro país nos encontramos ante un panorama complejo, en el que la escasez, sumada a la mala calidad, nos obliga a buscar soluciones adecuadas a la contaminación de nuestras aguas, así como sostenibles con nuestro entorno.

Actualmente, las grandes poblaciones tienen resueltas, en líneas generales, las cuestiones de tratamiento y distribución de agua. Disponen de procesos de Potabilización para aguas que van a ser consumidas y de procesos de Depuración, para las aguas vertidas. Así, mientras que en muchos lugares un agua limpia y fresca se da por hecho, en otros es un recurso escaso debido a la falta de agua o a la contaminación de las fuentes.

Este problema lo encontramos en pequeños núcleos de población y municipios aislados de las grandes ciudades. Aquí no llegan las redes de abastecimiento o de saneamiento por lo que no pueden conectarse a las grandes estaciones de tratamiento.

La solución que se plantea es la de realizar tratamientos in situ en el lugar donde se va a consumir el agua potable o en el lugar donde se va a generar el agua residual. Es una solución a medida que permite el desarrollo sostenible de núcleos de población aislados o de nuevas áreas residenciales o industriales, que emplea los recursos locales con tratamientos adaptados y resuelve el problema del abastecimiento o del saneamiento con una rápida implantación y reducidos costes de ejecución.

Otra alternativa implicaría la conexión de estos núcleos mediante redes de abastecimiento con las grandes poblaciones cercanas. Pero esto supone la ejecución de obras complejas, elevados costes de bombeo, mantenimientos constantes de las redes de distribución y desaprovechamiento de agua por fugas y evaporaciones; además, conlleva problemas como contaminaciones en las aguas potables u olores en las residuales debido a los prolongados tiempos de estancamiento de las aguas en las tuberías, aparte de otro tipo de inconvenientes relacionados directamente con las estaciones de tratamiento.

Cuando se habla de agua potable, la contaminación de las fuentes naturales puede estar causada por la acción del hombre o deberse a causas naturales. En cualquier caso es imprescindible conocer el tipo de contaminante para aplicar la solución correcta.

En líneas generales, podemos dividir los contaminantes en dos grupos: los que están disueltos y los que no están disueltos en agua. Estos últimos se dice que están suspendidos.

Existen diversas tecnologías para potabilizar aguas que contienen sólidos suspendidos. Actualmente la tecnología más avanzada para filtrar aguas con alta carga de sólidos en suspensión es la Ultrafiltración. Ésta es una tecnología de membranas que trabajan a baja presión y que retienen las partículas contenidas en el agua mediante un sistema de exclusión por tamaño: retienen en su superficie cualquier molécula mayor de 0,01µ (sólidos en suspensión, bacterias, la mayor parte de los virus, materia coloidal y especies solubles de elevada masa molecular).

Una de las grandes ventajas que presenta esta tecnología es que produce una calidad constante de agua ultrafiltrada independientemente de las fluctuaciones en la calidad de la alimentación. Esto resulta muy interesante para el tratamiento de aguas superficiales cuya composición varía con la temperatura, la pluviosidad, los vertidos, etc.

Si el contaminante está disuelto en el agua, como en el caso de las sales minerales, los metales pesados o, incluso, la radiactividad, la tecnología a emplear es la de membranas de Ósmosis Inversa. Es el sistema de potabilización más exigente del mercado. Elimina sustancias disueltas por efecto de cribado y difusión mediante el empleo de presión. Así consigue producir una corriente de agua libre de contaminación y una corriente concentrada conocida como rechazo.

Los sistemas de Ósmosis Inversa presentan conversiones del 75 – 85% cuando tratan aguas salobres, es decir, de cada 100 litros de agua tratada, se obtienen entre 75 y 85 litros de agua de calidad. Cuando trabajan con agua de mar, esta conversión es menor y se sitúa entorno al 50 – 60%, debido a la alta concentración de sales de este tipo de agua.

La innovación tecnológica de los últimos años, ha contribuido a mejorar la eficiencia de la desalación y a la bajada de los precios, abriendo nuevas puertas a una tecnología que hace no muchos años era considerada como un lujo.

Estas tecnologías de potabilización se acompañan de otros sistemas de filtrado previo que las protegen y de sistemas de desinfección del agua producto con el fin de asegurar un suministro seguro para la población.

Por otra parte, es vital adecuar la calidad de las aguas residuales antes de verterlas a ríos o ramblas con el fin de que continúen su ciclo provocando el menor impacto posible en la naturaleza y dándoles así un uso sostenible.

Los sistemas idóneos para tratar aguas residuales urbanas son sistemas de depuración biológica de alto rendimiento. Estos sistemas ofrecen elevada capacidad de depuración en el mínimo espacio y gran flexibilidad, son procesos simples pero robustos y aceptan variaciones en la carga contaminante. Esta última cualidad es especialmente relevante en núcleos cuya densidad de población sufre variaciones muy acusadas en momentos puntuales.

Estos tratamientos se pueden acompañar de sistemas de reutilización de agua. Sencillos equipos de filtración y desinfección que producen un agua regenerada apta para su uso en riego de parques y jardines, baldeo de calles y alcantarillado, agricultura o procesos industriales, consiguiendo así dar un uso lo más eficiente posible al agua.

Azud Watertech es una de las principales líneas de trabajo de AZUD, un grupo empresarial español fundado hace 35 años y formado por más de 20 empresas sensibles a los problemas de escasez de agua.

El principal objetivo de AZUD ha sido siempre el desarrollo de tecnologías y productos que permitan el uso eficiente y la máxima rentabilidad de un recurso tan escaso como el agua. La estrategia de AZUD Watertech se concentra en La Cultura del Agua, eje de su actividad y que persigue promover un uso racional de la misma.

Toda esta filosofía se materializa gracias a las distintas áreas de trabajo que componen AZUD:

- Ingeniería. El departamento técnico se compone de un equipo multidisciplinar que selecciona las mejores tecnologías disponibles para la configuración del sistema, ajustándolo a las necesidades de cada cliente.

- Producción. El Departamento de Producción está en continua comunicación con el departamento técnico y cuenta con recursos y medios productivos propios para dar forma a la solución de ingeniería, con plantas hidráulica y eléctricamente inteligentes.

- Instalación. La instalación y puesta en marcha de las plantas de tratamiento se realiza con un equipo de profesionales cualificados, supervisado y apoyado en todo momento por el departamento técnico.

- Servicio post-venta. Las plantas incluyen un sistema exclusivo de gestión remota para asegurar en todo momento el correcto funcionamiento y adecuado mantenimiento de los sistemas de tratamiento de agua.

Así, AZUD Watertech ofrece plantas de tratamiento compactas y modulares, robustas, sencillas de operar y fáciles de mantener. Un producto que se adapta a las necesidades de los pequeños núcleos de población con plantas de dimensiones limitadas, de costes reducidos y cuyo mantenimiento no requiere una formación técnica especializada.