Especies invasoras: el mejillón cebra
El mejillón cebra, cuyo nombre científico es Dreissena polymorpha es una especie originaria de las aguas del mar Negro y Caspio (donde se encuentra en equilibrio ecológico), que a partir del siglo XIX se extendió por Europa con la navegación fluvial de los ríos de esa zona y, desde el siglo XX, en los grandes lagos de Norteamérica debido al transporte marítimo de mercancías, principalmente por agua de lastre. Actualmente ha colonizado numerosas aguas continentales (ríos, lagos, lagunas y embalses) de Norteamérica, Europa central y occidental, por lo que ha sido objeto de exhaustivos estudios científicos; debido a que ha causado grandes pérdidas económicas en las zonas de invasión.
El mejillón cebra es una especie invasora, que genera importantes impactos ecológicos y económicos en los hábitats fluviales (disminuye oxígeno disuelto y produce aumento de contaminante por excreción), en organismos autóctonos (elimina especies nativas por competencia) y socioeconómicos (disminución actividades recreativas por férreos controles para evitar la propagación, captaciones para riego y potabilizaciones, etc.).
Una de las soluciones más extendidas es la filtración mecánica. Para ello, intervenimos en una filtración a 35 micras, que se ha demostrado que es la suficiente para retener el huevo reproductivo que producen los individuos adultos. Utilizando esta retención de paso, nos aseguramos la suspensión del mejillón cebra y evitamos la colonización de la red a proteger. Normalmente este tipo de filtración a 35 micras es bastante selectivo, con lo que necesitaremos un agua de muy buena calidad. Para conseguir que estos equipos trabajen convenientemente, en la mayoría de los casos será necesaria una filtración previa a 190 micras. Esta doble filtración sería una solución demostrada y contrastada para evitar la proliferación de este molusco invasor.
Tuberías totalmente obturadas, hidrantes colapsados, válvulas imposibles de cerrar e intercambiadores totalmente inservibles, nos hacen ver la importancia de evitar el paso del mejillón.
En Lama Sistemas de Filtrado utilizamos equipos de malla en la filtración de 35 micras, ya que nos permite una mayor versatilidad en la instalación, una menor huella de implantación y la menor ratio de superficie de filtración por m3. Nuestros filtros de malla automáticos eléctricos Automesh y Calado son los adecuados para evitar la proliferación del mejillón cebra en el sistema a proteger. En instalaciones de riego donde existe una filtración previa, la complementamos con la filtración posterior a 35 micras, y en nuevas instalaciones, realizamos la doble filtración: a 190 micras usando equipos de anillas o mallas y a 35 micras en mallas.