Más de un millón de litros de residuos extraídos tras la limpieza de imbornales y redes de saneamiento en Almería
El Ayuntamiento de Almería, a través de la empresa concesionaria de la gestión integral del agua en el término municipal, Aqualia, ha limpiado en lo que va de año 11.200 imbornales, además de colectores de saneamiento. Desde enero hasta el 14 de septiembre se han extraído más de 1’2 millones de litros de residuos de las alcantarillas y colectores de saneamiento de la ciudad, Las previsiones auguran que hasta finales de año esta cifra aumente hasta los 1’8 millones de litros.
Estos trabajos tienen como objetivo desatascar estas rejillas y conducciones de agua sucia “para que cuando llueva cumplan adecuadamente su función de evacuar el agua de la calle y evitar inundaciones, transportando esta agua pluvial a las depuradoras”, explicaron fuentes del Ayuntamiento de Almería en una nota de prensa.
Desde el consistorio almeriense se insta a la población a que “no se tire en el interior de las rejillas de las alcantarillas ningún tipo de desecho, como papeles, chicles, restos de obra, etcétera y de que en casa no se arroje ningún elemento que no sea el papel higiénico al inodoro, pues éstos acaban en las tuberías de saneamiento, taponándolas”.
“Los residuos que con más frecuencia nos encontramos en las tuberías de saneamiento cuando vamos a desatascarlas son las toallitas húmedas. Al contrario de lo que algunos envases señalan, estas no se descomponen en el agua y no deben tirarse al retrete porque acaban formando verdaderas marañas de fibras que, junto a los restos de jabón, se compactan formando unos enormes tapones dentro de las tuberías”, indican desde Aqualia.
Estos residuos se sacan de las tuberías gracias a los camiones de saneamiento, que cuentan con una tobera que se introduce en las mismas y succiona la suciedad o impulsa agua a gran presión para eliminar la obstrucción que se detecte.
Empleando estos camiones Aqualia ha llevado a cabo entre enero y agosto el desatranque de 171 casos de taponamiento de la red general de saneamiento de la ciudad, así como de 1.861 acometidas.
En el caso de las rejillas de los imbornales, la limpieza se realiza de manera manual. Los trabajadores acuden con un vehículo en el que van depositando todos los residuos extraídos de los imbornales, que después irán a parar a un vertedero. Finalmente insertan agua a presión dentro del imbornal para comprobar que el atasco ha desaparecido.
De esta manera, rejillas y tuberías recuperan su capacidad hidráulica de transporte para desaguar el agua de lluvia. No obstante, el ayuntamiento y Aqualia advierten que si las lluvias son excesivamente torrenciales “es imposible que las tuberías de ninguna ciudad tengan capacidad suficiente para desaguar inmediatamente el agua, sino que esta desaparecería poco a poco tras el paso de la tormenta”.