Bombas criogénicas para una flota de vehículos públicos ecosostenible

Vanzetti Engineering ha hecho pública su contribución a un proyecto de conversión de la flota de vehículos de Contarina, una empresa pública de gestión de residuos que opera en 49 municipios de la provincia de Treviso, Italia. El proyecto pretende convertir el 60% de los motores de los vehículos de Contarina, la mayoría de los cuales funcionan actualmente con gasóleo, a GNL (gas natural licuado) y GNC (gas natural comprimido). En el proyecto participa también Liquigas, “el principal operador del mercado italiano en la distribución de GNL y GNC, que construyó y suministró una instalación de almacenamiento y distribución del mismo”.

Vanzetti Engineering ha contribuido al proyecto a través del sistema de suministro de la estación de repostaje, que incluye dos bombas reciprocantes de la serie VT-55 para el suministro de GNC-L, un Skid con bomba criogénica sumergida ARTIKA 160-2S para el suministro de GNL, junto con todo el equipo criogénico necesario, informaron fuentes de Vanzetti en una nota de prensa.

Esta iniciativa es un primer paso por parte de la compañía Contarina “hacia la creación de una flota operativa totalmente eco-responsable”. La puesta en marcha del sistema de almacenamiento y distribución de GNL y GNC “ha sentado las bases fundamentales para el futuro uso del biometano producido por el tratamiento de residuos orgánicos, permitiendo así a la empresa utilizar combustible sostenible de producción propia para repostar los vehículos utilizados en la recogida de residuos”, añaden las mismas fuentes.

El uso del GNL como combustible tiene importantes beneficios medioambientales, por la reducción en emisiones de CO₂ y partículas finas, así como beneficios económicos y sociales, por el uso de una solución que reduce la contaminación y los riesgos sanitarios asociados.

En la estación de repostaje de GNC-L el gas natural licuado se almacena en un tanque criogénico que alimenta la bomba reciprocante de alta presión. El gas natural licuado comprimido se bombea a través de un vaporizador ambiental que lo calienta para convertirlo en gas natural comprimido (GNC). Para completar el proceso, el GNC se almacena en un buffer gaseoso, listo para repostar los vehículos.

La bomba criogénica reciprocante de pistones VT-55 de Vanzetti Engineering fue elegida porque cuenta con un conjunto modular, de simplex a tríplex, que proporciona una gama de caudales que van desde 20 hasta 179 lpm, con presiones máximas de suministro de 420 bar. Además, las potencias instaladas varían entre 37 y 200 kW. La bomba está equipada con un mecanismo de manivela de transmisión lubricado con aceite que garantiza la máxima eficiencia de funcionamiento. El cabezal frío de la bomba se distingue por la presencia de un cartucho de sellado para un rápido mantenimiento.

El gas natural licuado (GNL) se almacena en un tanque criogénico que alimenta la bomba criogénica centrífuga sumergida. En la operación de repostaje, la bomba realiza dos tareas principales: envía el combustible al dispensador de GNL para enfriar las líneas y/o para el posterior repostaje de los camiones y bombea el líquido hacia el intercambiador de calor de saturación (acondicionamiento) del GNL para el acondicionamiento y la preparación del producto antes del repostaje.

La instalación utiliza una bomba criogénica sumergida Artika 160, diseñada para funcionar completamente sumergida en el líquido criogénico bombeado, y que se adapta fácilmente al uso continuo o discontinuo, gracias a su diseño especial que combina el motor eléctrico con el conjunto rotor-estator. El líquido criogénico bombeado no sólo mantiene la bomba constantemente fría gracias al suministro constante de líquido fresco, sino que también actúa como lubricante para la parte mecánica. El diseño especial de la bomba permite que el flujo de metano líquido la recorra de abajo hacia arriba, lo que la prepara para su instalación en posición vertical dentro de los tanques criogénicos en muchas aplicaciones industriales.