La importancia de escoger el método de recarga adecuado para cada vehículo eléctrico
Fuentes de Gewiss Ibérica señalan en una nota de prensa que existen cuatro modos de recarga de las baterías de vehículos eléctricos. Son los siguientes.
1.- Conocido como Schuko, es el que usa una toma no destinada de manera específica a la carga de un determinado vehículo. Se trata, por lo tanto, del sistema más sencillo, ya que únicamente es necesario que se lleve un enchufe con este tipo de clavija. También hay que destacar que es la opción más habitual para bicicletas eléctricas, pequeñas motos y vehículos como patinetes.
2.- El modo de carga lenta es el diseñado para llevar a cabo este proceso en el propio garaje. El vehículo se conecta con su adaptador correspondiente para que el procedimiento tenga la mayor seguridad. Se recomienda para los coches híbridos enchufables y para los vehículos eléctricos pequeños.
3.- Se corresponde con la carga semi-rápida, requiere de un cargador o punto de recarga exclusivo que dispone de todos los sistemas de protección necesarios para asegurar tanto el vehículo como la instalación eléctrica. Es obligatorio en los puntos de recarga públicos. Se podrá usar especialmente si se dispone de un híbrido enchufable de gran autonomía o uno completamente eléctrico.
4.- El de carga rápida que puede realizarse fuera de la vivienda, y permite completar un 70 % de la capacidad de la batería en menos de media hora. Se considera así a partir de 50 kWh. Los puntos de este tipo de recarga no están diseñados para el uso doméstico.
La recarga de bicicletas eléctricas y otros vehículos de este tipo es esencial para garantizar su máxima autonomía. Imagen: fietzfotos.
Cómo se recargan las bicicletas eléctricas
Estas bicicletas cuentan con baterías de iones de litio, que están fijadas en el portaequipajes o dentro del cuadro de la bici. Dependiendo del modelo, las baterías se pueden quitar de la bici para cargarlas fácilmente en casa, aunque no siempre es una opción disponible.
Para optimizar el rendimiento de la bicicleta es necesario que la batería se recargue después de cada viaje que se haga con la bicicleta. Hay que tener en cuenta que su coste dependerá del precio de la electricidad que ofrezca el proveedor de energía, la frecuencia de su carga y la cantidad de energía que tenga ya la batería. Al igual que ocurre con los coches eléctricos, para la recarga de estas baterías es necesario conocer su capacidad y disponer de puntos de conexión en el recorrido.
Puntos de recarga de vehículos eléctricos
Recargar coches eléctricos pasa por contar con un punto de recarga adecuado a los requisitos energéticos de cada vehículo y también al modo de vida del usuario. Los servicios de asistencia técnica tienen en cuenta que la distancia que se recorre diariamente o el tipo de aparcamiento del que se dispone condicionan la manera en que deberá efectuar la recarga. Por esta razón es importante que se conozcan los tipos de puntos de recarga existentes.
El punto de recarga portátil
Este tipo de cargadores para vehículos eléctricos ligeros (bicicletas y patinetes) permite su uso tanto en conectores domésticos como en los industriales, siempre con una centralita de control para garantizar la carga segura del vehículo.
Una de las grandes ventajas de este tipo de dispositivos es que son reducidos y no pesan mucho. Por lo tanto, son fácilmente transportables. Eso sí, posibilitan recargar el vehículo en cualquier lugar que tenga una toma de corriente. En este caso tendrá que conocer el máximo de amperios que necesitará para garantizar una recarga adecuada, señalan fuentes de Gewiss Ibérica.
Puntos de recarga de pared
Permiten una recarga segura de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Se instalan en la pared con anclajes, de manera muy sencilla y resultando muy fáciles de usar. No obstante, a la hora de elegir uno de estos puntos de recarga deben ser tenidos en cuenta aspectos como el tipo de conector del vehículo, la toma necesaria, el carácter de la carga y la capacidad máxima en amperios.
Recarga con control dinámico de potencia
Este tipo de puntos de recarga son los más novedosos para coches eléctricos. Equilibran la carga del vehículo con el resto de consumo del hogar, con el fin de no superar la potencia que tenga contratada y que eso provoque cortes de luz. Se emplean con un mínimo de 1,8 kW.
Recarga en poste
Están diseñados para realizar recargas de intensidad superior, pudiendo ser tan corta como media hora. Forman una red de uso público que resulta muy útil para la realización de trayectos largos.
La recarga de bicicletas eléctricas y otros vehículos de este tipo es esencial para garantizar su máxima autonomía. Por lo tanto, es indispensable conocer las necesidades concretas de cada medio de transporte para elegir la forma de recarga más adecuada.