¿Qué necesita el teletrabajador para afrontar la segunda ola?

El otoño parecía traer la desescalada en las oficinas. De hecho, muchas empresas prepararon sus planes con protocolos de seguridad y numerosas medidas para proteger la salud de sus empleados en este período.

Pero la virulencia de la segunda ola de contagios en nuestro país ha obligado a un nuevo cambio de estrategia en las empresas, consolidando el teletrabajo como la fórmula ideal para asegurar la continuidad del negocio. De hecho, los empleados europeos teletrabajan ya una media de 3,6 días a la semana, según una reciente encuesta realizada por Lyreco entre responsables y trabajadores de grandes empresas y pymes. El país con la media más alta en cuanto a días de teletrabajo es Reino Unido con 4,3, mientras que Francia es el país con el índice más bajo con 2,2 días semanales.

Manuel Alfonso, director general de Lyreco Iberia

Ante esta perspectiva cabe preguntarse qué necesitan los empleados para afrontar un nuevo periodo de teletrabajo desde sus casas. En los primeros meses del confinamiento los hogares se transformaron para hacer hueco a un espacio de trabajo que no siempre reunía todas las facilidades ni comodidades.

Aunque el hecho de poder disfrutar de un horario flexible o tener que invertir menos tiempo en desplazamientos son ventajas que ofrece el teletrabajo, también hay grandes inconvenientes que preocupan a los empleados, especialmente aquellos relacionados con la salud y el bienestar.

Los estudios apuntan claramente que el puesto de trabajo en casa no ofrece el mismo nivel de comodidad, ergonomía y versatilidad que el de la oficina. Sentarse todo el día en una silla básica o concentrarse en la pantalla de un ordenador portátil a una altura incorrecta son cargas, aparentemente menores, que pueden provocar problemas de salud como dolor de espalda, fatiga mental o reducción de la concentración y el rendimiento.

Para saber qué necesitan los teletrabajadores, Lyreco llevó a cabo durante el mes de octubre una encuesta entre 7.000 trabajadores europeos acerca de los materiales o equipamiento que mejorarían su nivel de confort y les ayudaría a ser más eficientes.

El mobiliario de oficina (38%) como sillas, escritorios o lámparas aparece en primer lugar, ya que se trata de los artículos que más ayudan a mantener una postura lo más correcta posible durante las largas jornadas de trabajo. Le siguen las impresoras (24%) y los productos ergonómicos (23,4%) como reposapiés y cojines lumbares, ratones ergonómicos o soportes para ordenador.

Frenar la crisis sanitaria global será un reto a largo plazo que llevará meses e incluso años, por lo que atender a estas demandas de los empleados será crucial para mantener su rendimiento y bienestar. Todavía hay margen de mejora, ya que a la hora de evaluar su nivel de comodidad trabajando desde el hogar, los encuestados lo valoraron en una media de 3 sobre 5, un dato a tener en cuenta por las empresas.

Los estudios apuntan claramente que el puesto de trabajo en casa no ofrece el mismo nivel de comodidad, ergonomía y versatilidad que el de la oficina.

En cuanto a las organizaciones, que son en última instancia las responsables de proteger el bienestar y la salud de los equipos, la tendencia apunta a seguir apoyando esta opción mientras dure la pandemia. La encuesta de Lyreco recogió también la opinión de cerca de 3.000 responsables de la toma de decisiones en empresas europeas. De acuerdo con sus respuestas, es posible confirmar que el teletrabajo ha llegado para quedarse. De hecho, un 40% señaló que sus empleados pueden teletrabajar los cinco días de la semana y un 64% de los encuestados confirmó que favorece y permite el teletrabajo desde el inicio de la pandemia.

En cualquier caso, cabe recordar que ya se trabaje desde la oficina o desde el hogar, el hecho de encontrarse en un ambiente cómodo y equipado con las herramientas necesarias facilita e impulsa la productividad y creatividad de los empleados, por lo que quizá sea el momento de valorar la adecuación de los puestos de trabajo de los empleados para afrontar la segunda ola de la pandemia.