Entran en funcionamiento los ascensores del barrio del Polvorín de Barcelona
Los ascensores que deben mejorar la conectividad y la movilidad en el barcelonés barrio del Polvorín, en la Marina, ya están en funcionamiento. El primer ascensor, en marcha desde el mes de diciembre, se sitúa en la calle de la Virgen de Puerto y llega a través de una pasarela en la plaza de Buenaventura Durruti. El segundo ascensor, que ha entró en funcionamiento el 29 de febrero, está ubicado en la plaza Durruti, y llega a través de otra pasarela en la calle del Segura, comunicando la barriada del Polvorín. Aprovechando las obras en el entorno, se han plantado árboles nuevos, se ha colocado mobiliario urbano y se ha renovado una parte del alumbrado.
Gracias a la instalación de estos dos ascensores, la conectividad entre las diferentes barriadas de la Marina, como ésta del Polvorín, mejora sustancialmente. Aunque aparecer cercanas al plano, los desniveles entre los diferentes ámbitos en la falda de Montjuïc provocaban dificultades en la movilidad, sobre todo para las personas con sillas de ruedas, las cuales no podían acceder a las escaleras mecánicas, la única infraestructura que hasta ahora salvaba los desniveles, ni tampoco por las rampas, por el elevado grado de pendiente. Además de las sillas de ruedas, la entrada en funcionamiento de los ascensores también supone una sustancial mejora de la movilidad para las familias de la guardería de las inmediaciones que se mueven con coches con bebés, detallaron fuentes del Ayuntamiento de Barcelona.
“La Marina de Puerto es uno de los dieciséis barrios donde se desarrolla el Plan de Barrios impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona. El Plan de Barrios engloba un conjunto de acciones sociales, económicas y urbanas para cohesionar y apoderarse aquellos barrios que más lo necesitan, y lo hace con la participación y colaboración de los vecinos y vecinas”, se afirma en una nota de prensa del ayuntamiento barcelonés.
El Ayuntamiento de Barcelona trabaja desde hace años para mejorar las condiciones de accesibilidad en los barrios con pendientes pronunciadas, especialmente en los distritos de montaña. La orografía de la capital catalana hace imprescindible optimizar mejorar e incrementar este tipo de instalaciones para ayudar a los ciudadanos a moverse con rapidez y con comodidad.
En la actualidad Barcelona cuenta con una red de escaleras mecánicas, ascensores verticales y ascensores inclinados que permiten “salvar los desniveles y lograr atajos entre ámbitos que están muy distanciados o en los que es complicado de acceder”. Con los nuevos ascensores la cifra de estas infraestructuras de movilidad y accesibilidad sube hasta 138 en toda la ciudad: 90 escaleras mecánicas, 43 ascensores verticales y cinco ascensores inclinados.