Onduline participa en la rehabilitación de la Alquería Juliá de Valencia
Onduline, empresa fabricante destacada de sistemas ligeros para la impermeabilización y el aislamiento de cubiertas inclinadas, ha colaborado en el proyecto de rehabilitación de la histórica Alquería Juliá de Valencia, con su solución constructiva de eficiencia energética para cubiertas inclinadas: el sistema Siate de cubierta Onduline.
La Alquería de Juliá es uno de los pocos ejemplos que se conservan en buen estado de este patrimonio arquitectónico levantino; la alquería. De hecho, todo su conjunto rural histórico está declarado Monumento Artístico Nacional desde 1978 y Bien de Interés Cultural desde septiembre de 2007. El edificio, de estilo manierista y barroco, fue construido en el siglo XVII por los Juliá, una importante familia de mercaderes valencianos.
El complejo ocupa una superficie parcelaria de casi 2.000 m2, de los cuales 692 m2 son distribuidos entre las dos plantas del edificio y otros 51 m2 adicionales de su torre con dos alturas. Originalmente, el inmueble estaba rodeado por grandes jardines, una huerta e incluso parte de un pinar, pero actualmente solo se conserva una pequeña parte del patio con jardín. Del interior, destaca la conservación de su estructura abovedada, la azulejería original, algunas pinturas y las decoraciones de los techos de la planta superior, entre los que sobresale el esgrafiado de uno de estos con motivos vegetales y fantásticos.
La rehabilitación de la Alquería Juliá ha sido financiada por Bankia, entidad propietaria del complejo que ya en 2016 acordó la permuta del inmueble al ayuntamiento de Valencia con la condición de que se le asignara una función sociocultural. La inversión, de en torno a 3,2 millones de euros, se ha realizado con el objetivo de recuperar todos los espacios disponibles para su utilización como casa de la música y sede de la FSMCV. El proyecto, dirigido por el arquitecto Carlos Campos, contempla la adaptación de este conjunto histórico para albergar diversas instalaciones, entre las que destacan un auditorio y una sala de ensayos de unos 200 m2 de superficie ubicados debajo del jardín, una biblioteca, una videoteca, una fonoteca y diversos espacios para usos culturales y expositivos.
La ejecución de la rehabilitación del inmueble ha sido adjudicada a la constructora Grupo Cyrespa, especialista en la rehabilitación y conservación de patrimonio artístico. Respecto a la rehabilitación energética de cubierta, esta ha sido ejecutada por la empresa Serpa soluciones y gestión, expertos en rehabilitación de cubiertas y proyectos en madera, afectando a una superficie total de unos 300 m2. La cubierta presentaba diversas patologías como consecuencia principal de la falta de impermeabilización y, además, no contaba con ningún tipo de aislamiento térmico.
El sistema constructivo original de cubierta estaba compuesto por un entramado estructural portante de cabios de madera, sobre los que se asentaban unos rastreles perpendiculares a la pendiente que daban soporte a una rasilla cerámica maciza. Por último, la cobertura de teja cerámica curva estaba recibida, directamente sobre la rasilla, con mortero de cemento. El sistema Siate de cubierta Onduline ha sido la solución constructiva escogida para la rehabilitación energética del tejado, tanto por sus buenas prestaciones y rapidez de instalación, como por la durabilidad y garantías de aislamiento e impermeabilización que ofrece.
Las tareas de rehabilitación de cubierta se han dividido en cuatro fases:
En primer lugar, se ha procedido al desmontaje de todos los elementos originales de la cubierta hasta llegar a la estructura. Se ha retirado y recuperado la teja cerámica curva original para su posterior reutilización y se ha eliminado todo el soporte de rasilla cerámica maciza. La estructura portante de madera presentaba diferentes niveles de degradación y, aunque se ha actuado saneando algunos cabios originales, en general se han tenido que sustituir por piezas nuevas, aplicándose a toda la estructura de cubierta un tratamiento antixilófagos.
En la segunda fase de actuación se ha procedido a la instalación de una serie de conectores de perno para forjados de madera, fijados mecánicamente a los cabios, y reforzados perimetralmente con rastrel de madera. Sobre este entramado de rastreles de madera se ha dispuesto un nuevo soporte de rasillón cerámico macizo sobre el que se ha proyectado una solera de hormigón de siete centímetros de espesor. La función de los conectores es proporcionar una mayor solidaridad al forjado de cubierta y una mayor resistencia portante y rigidez a la estructura de madera.
Una vez que el hormigón ha secado y curado correctamente, se ha procedido a la tercera fase de los trabajos. En este momento se procede a la instalación del sistema Siate de cubierta Onduline; un sistema constructivo que se compone de dos productos principales: el medio panel sándwich de madera Ondutherm Basic, que proporciona el aislamiento térmico y acústico de cubierta y las placas asfálticas onduladas Onduline Bajo Teja, que garantizan la impermeabilización y microventilación del tejado.
Los paneles aislantes de cubierta Ondutherm Basic se componen de dos elementos unidos entre si mediante colas de alta resistencia. Por un lado, el aislamiento térmico de alta densidad, disponible en espesores de hasta 20 cm, que puede ser de poliestireno extruido, lana de roca o fibra de madera. Por otro lado, un tablero aglomerado hidrófugo ranurado en la parte superior para dotar de un mayor agarre y seguridad al instalador, que protege el aislamiento y crea un soporte transitable en cubierta.
Los paneles presentan un encaje machihembrado en el aislamiento gracias al cual se produce la rotura de puente térmico y permite dotar de un aislamiento térmico continuo en toda la cubierta, mejorando las prestaciones aislantes del tejado hasta un 20% frente a los sistemas tradicionales.
Para este proyecto de rehabilitación de cubierta se ha instalado un panel sándwich Ondutherm Basic de 80 mm de espesor. Gracias a este, la instalación del aislamiento térmico de cubierta es muy rápida y sencilla ya que no precisa de la colocación de rastreles de madera, traduciéndose en un notable ahorro en mano de obra frente a los sistemas tradicionales de aislamiento térmico entre rastreles.
El primer paso de instalación del sistema Siate de cubierta Onduline es la colocación de los medios paneles sándwich aislantes Ondutherm Basic sobre la cubierta. El aislamiento de los paneles se apoya contra el forjado de la cubierta de forma que el tablero aglomerado hidrófugo superior permite transitar sobre la cubierta, repartiendo el peso de los operarios, sin dañar el aislamiento.
Los paneles se fijan de forma mecánica y directa sobre el soporte de cubierta que, en este caso, al tratarse de un forjado inclinando de hormigón se ha utilizado el clavo taco Onduline; una fijación que se inserta a golpe de martillo, realizando un pretaladro con broca para hormigón e insertando posteriormente la fijación a golpe de martillo. Los paneles Ondutherm Basic se sujetan al soporte con seis fijaciones por unidad y se sellan las juntas superiores con cinta de butilo Ondufilm para una mejor estanqueidad y aislamiento térmico.
Con la instalación de los paneles aislantes Ondutherm Basic, la cubierta queda aislada térmicamente, de forma continua y sin puentes térmicos, por lo que solo queda protegerla con Onduline Bajo Teja DRS para asegurar su impermeabilización y microventilación, evitando filtraciones, incluso aunque se desplace o rompa alguna teja, y evitando la aparición de humedades por condensación. La impermeabilización del tejado con Onduline Bajo Teja DRS se realiza directamente sobre los paneles aislantes Ondutherm Basic, apoyando las placas asfálticas sobre el tablero aglomerado hidrófugo, que forma un soporte continuo en toda la cubierta, y fijando estas de forma mecánica a través de la parte alta de sus ondas, lo que permite asegurar la total estanqueidad de la cubierta incluso en bajas pendientes.
En esta rehabilitación de cubierta se ha utilizado el modelo de placa bajo teja Onduline BT-150 PLUS, un modelo de placa asfáltica ondulada con alta resistencia al pisado que permite instalar en la cubierta no solo tejas curvas, como ha sido en este caso, sino también tejas de encaje con rastrel. Cuando el tejado es de teja curva, las placas asfálticas Onduline Bajo Teja DRS aportan dos ventajas importantes; por un lado, gracias al formato onda-plano de las placas asfálticas estas forman una plantilla que sirve de guía para la colocación de las tejas curvas, ahorrando tiempos de replanteo y piezas por metro cuadrado al no requerir de tanto solape entre tejas. Por otro lado, la rugosidad de la parte superior de las placas asfálticas Onduline Bajo Teja DRS hace que las tejas curvas se retengan de forma natural, favoreciendo su agarre notablemente con la utilización de espuma de poliuretano, masillas adhesivas o incluso mortero de cemento y cal.
Una vez que las placas asfálticas Onduline Bajo Teja DRS están fijadas a los paneles sándwich aislantes de cubierta, estos están totalmente protegidos frente a la intemperie, lo que permite ir acometiendo otras tareas como el reparto de tejas o la división y ejecución de otros trabajos, despreocupándose de que los paneles puedan dañarse por las inclemencias meteorológicas.
Debido principalmente a la catalogación del edificio como patrimonio histórico-cultural, se ha decidido recuperar la teja cerámica curva original para dotar al tejado de una estética más tradicional. Las tejas curvas tradicionales se colocan directamente sobre las placas Onduline Bajo Teja DRS sin necesidad de colocar ningún tipo de rastrel de apoyo, utilizándose la teja antigua como teja cobija y colocando teja curva nueva como teja canal. Con esta técnica se consigue dotar al tejado de un acabado estético tradicional, cuestión fundamental en cascos históricos y en la rehabilitación de edificios de patrimonio histórico-cultural como la Alquería Julià.
El resultado final de este proyecto de rehabilitación energética de cubierta es la dotación de unas altas prestaciones técnicas de aislamiento térmico e impermeabilización al tejado, que permiten asegurar la durabilidad de todos los elementos de cubierta en condiciones óptimas, mientras que se consigue mantener la estética tradicional del edificio gracias a la terminación con teja árabe recuperada. El sistema Siate de cubierta Onduline cuenta con una garantía de 30 años en impermeabilización y 20 años en aislamiento.