Los cálculos sitúan en más de 45 kilómetros de cobre los sustraídos en la ciudad los últimos cinco años

A mediados de abril, Iverna llevó a cabo, “de forma satisfactoria”, una instalación de prueba en una arqueta de alumbrado frente a la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Logroño “a expensas de poder replicar esta acción en puntos conflictivos de la ciudad que estén sufriendo el común robo de cobre”.

Se calcula que en los últimos cinco años se ha sustraído más de 45 kilómetros de hilo de cobre en la capital riojana, que se habría vendido en el mercado ilícito por unos 22.500 euros, apuntaron fuentes de Iverna, compañía desde la que se explica que el precio de reposición es “mayor, porque es común que la acción de cortar el cable conlleve otros destrozos en el conjunto de la instalación que el ayuntamiento debe reparar”.

Las zonas de Logroño especialmente sensibles a estos delitos serían las periféricas, en particular el polígono Las Cañas, “en el que incluso se ha llegado a desmontar algún transformador para guardarlo, y los parques como el de La Ribera o el del Ebro, pero también el de Santa Juliana y el entorno del barrio de El Campillo”.

El método, describen desde Iverna, “no es especialmente sofisticado, el ladrón llega con una furgoneta, preferentemente blanca, que pueda dar el pego como vehículo municipal o de empresa de mantenimiento. Y, así, ataviado con buzo, levanta la arqueta, tira del cable y se lo lleva, todo ello por el día, que es cuando el cable no transmite energía”.

Con la instalación del sistema de bloqueo de tapas Fundilock “se consigue dificultar enormemente la apertura de las tapas de arqueta que contienen este preciado metal. Sus arandelas de distintos tamaños y calidades van desde el polipropileno con núcleo de acero galvanizado o inoxidable hasta la arandela de acero inoxidable macizo que puede ser instalada en zona de paso vehicular”, explican fuentes de la compañía zaragozana.

El tornillo especial de alta seguridad de Fundilock “hace prácticamente imposible que se pueda aflojar a no ser que se disponga de la llave adecuada”, por lo que actúa de modo disuasorio, “proporcionando una seguridad preventiva y aumentando las probabilidades de que los ladrones sean captados ‘in fraganti”.

El hecho de que Iverna suministre exclusivamente la llave a personal de mantenimiento autorizado, “permite que pueda inspeccionarse la arqueta sin necesidad de realizar dificultosas obras, como cuando se opta por soldar directamente la tapa al marco”.

Fundilock “ya se ha instalado satisfactoriamente en multitud de municipalidades de España, así como las centrales nucleares de Ascó, Vandellós, Almaraz y Trillo”. En la actualidad el Departamento de Exportación de Iverna está promoviendo su comercialización para paliar el grave problema de robo, no solo de cobre, sino también de tapas, “que sufren multitud de países de América Latina (México, Colombia, Ecuador, República Dominicana, Chile o Argentina)”.