Internet de las Cosas generará un volumen de negocio de 600.000 millones de euros en 2022
9 de diciembre de 2014
Según el cuarto y último estudio sobre IoT elaborado por el laboratorio Vint de Sogeti, Internet de las Cosas (IoT) generará un volumen de negocio de 596.000 millones de euros en 2022 en todo el mundo. Según el informe, los cinco sectores que generarán más negocio serán: construcción (edificios inteligentes), con 213.000 millones de euros, seguido de la automoción (175.000 millones de euros), utilities, con 44.000 M€, Smart Cities (21.000 M€) e industria, con 17.000 millones de euros.
En el mismo informe, que aglutina estudios sobre IoT de analistas como Pike Research o empresas como Bosch, apunta que el concepto de Smart Cities aglutinará inversiones de diversos entornos, tales como el de edificios inteligentes, automóviles y suministradores de energía. Así, y según el informe, desde 2010 y hasta 2020, el desarrollo de este tipo de ciudades o de proyectos basado en IoT dentro de ellas, generará un volumen de inversiones de 87.000 millones de euros.
El Instituto de Innovación de Sogeti, Vint, ha centrado su último informe sobre IoT precisamente en las ciudades del futuro. El informe analiza cómo este concepto va tomando fuerza y la rápida evolución que está teniendo, basándose en cinco conceptos básicos con raíz tecnológica y agrupados bajos las siglas Smact (Social, Mobile, Analytics, Cloud y Things). Según el informe, la rápida evolución de las ciudades inteligentes viene empujada por el hecho de que si bien actualmente la mitad de la población mundial vive en ciudades, en 2050 esta proporción será del 75%. Por otro lado, actualmente, el 80% de las emisiones de CO2 y el 75% del consumo de energía se producen en ciudades y en ellas se genera el 80% de la riqueza económica.
Todo ello conlleva que las ciudades inteligentes son un foco de atención para gobernantes e industria y su evolución dependerá del debate existente actualmente sobre los distintos modelos de aproximación al concepto y que Sogeti clasifica en tres categorías: City in a Box (ciudades a la carta en cuyos planos se contempla toda la infraestructura necesaria), Sensible City (fundamentada en el uso de sensores que recogen comportamiento y rutinas de los habitantes) y City as a Platform (conjunto de aplicaciones y tecnología que recogen los datos y los aplican a las infraestructuras).
Sea cual sea el modelo de aproximación, el informe señala once áreas clave dentro de las urbes para el despliegue de IoT: salud, alimentación, tráfico, logística, administración, redes, venta al por menor, cadenas de suministro, contadores inteligentes, turismo y e-administración. Actualmente, y según el informe de Sogeti, ya existen proyectos que reflejan los tres conceptos que ayudan a comprenderlos. Así, la ciudad de Masdar es un ejemplo de City in a Box. Esta urbe está diseñada por el arquitecto británico Norman Foster y se está construyendo en el Emirato de Abu Dabi. Una ciudad de 5 km cuadrados para 40.000 habitantes, en la que están involucradas 1.500 empresas y que estará terminada entre 2020 y 2025.
Por otro lado, en Nueva York existe un proyecto denominado HubCab que muestra el concepto de Sensible Cities. En este proyecto 13.500 taxis disponen de tecnología para recoger datos de los más de 170 millones de viajes realizados durante un año por los habitantes de la ciudad y convertir esta información en decisiones más inteligentes. El conjunto de datos contiene las coordenadas GPS y horarios de demanda de este servicio, así como recorridos, destinos y zonas más frecuentadas. Las cifras muestran que, sin reducir la comodidad del viajero, el 40% de los taxis se podrían compartir, lo que supondría una reducción de CO2 de 423 gramos por kilómetro de trayecto.
Por último, City as a Platform es el concepto donde confluyen el mundo digital y el físico. Los datos recogidos a través de sensores sobre el comportamiento humano se trasladan al mundo físico, a las infraestructuras para mejorar su funcionamiento. Por ejemplo, utilizando sensores y análisis de datos sobre el comportamiento, junto a la información sobre las infraestructuras, los coches pueden circular por la ciudad de forma autónoma, sin ningún problema. Los sensores, los análisis de gran cantidad de datos y las apps contribuirán a ajustar los elementos físicos de la ciudad a los flujos de movimiento. Según refleja el estudio, si el 90% de todos los estadounidenses viajaran en coches dirigidos por ordenador, se evitarían 4,2 millones de accidentes, se salvarían 21.900 vidas, y se ahorrarían 450 mil millones de dólares.