Entrevista a Iván García de la Rasilla, gerente de Vialine Gestión
Conocido el mal momento que traviesan las arcas de la gran mayoría de los ayuntamientos españoles y sus dificultades de financiación, hay empresas de equipamiento urbano que ofrecen nuevas y originales soluciones que eviten una merma en la seguridad vial de los municipios. Un claro ejemplo es Vialine Gestión, a cuyo gerente Iván García de la Rasilla, entrevistamos en la última edición de Trafic para conocer su política de ‘coste cero para el ayuntamiento’.
¿Qué es Vialine Gestión? ¿Cuáles son sus principales actividades?
Vialine es una empresa de gestión de sanciones que complementa este servicio a los ayuntamientos con el suministro de sistemas automáticos de captación de infracciones, lo que se conoce coloquialmente como ‘policías digitales’. ‘Policías’ que trabajan las 24 horas del día, los siete días de la semana y los 365 días del año.
¿Qué tipos de productos incluyen en el concepto de sistemas de seguridad vial?
Dentro de estos sistemas automáticos de captación de infracciones, encontramos radares fijos, radares embarcados en vehículos, los ‘foto-rojos’ (cámaras de visión artificial que detectan cuando un vehículo se salta un semáforo en rojo) y controles de acceso a zonas urbanas (sustituyen al famoso pivote neumático y, gracias también al uso de la visión artificial, detecta qué matrículas están autorizadas para acceder a esa área).
Como un paso más en estos sistemas de visión artificial, ahora estamos trabajando en dispositivos de captación de vehículos que se saltan los ‘stops’. Creemos que podremos ponerlos ya en funcionamiento a principios del próximo año.
¿Desde cuándo están presentes en el mercado como Vialine Gestión?
La empresa nació hace tres años, si bien es cierto que procedemos de una empresa global que tiene 20 años de experiencia en el mundo de la seguridad privada. Aprovechando sus conocimientos en este mercado decidimos dar el siguiente paso hacia la seguridad en tráfico.
Con la situación económica que vivimos, ¿son receptivos los ayuntamientos a incorporar este tipo de sistemas de seguridad vial en sus municipios?
Evidentemente, la crisis se deja notar en este sector pero Vialine está teniendo elementos de entrada gracias a nuestra política de ventas basada en el ‘coste cero para el ayuntamiento’. Nosotros instalamos el sistema de seguridad que necesita ese municipio, de acuerdo a sus particularidades, y recuperamos la inversión realizada a partir de un porcentaje de las multas registradas por ese dispositivo. El ayuntamiento no tiene que realizar ningún desembolso económico.
¿Y eso tiene algún límite?
Tiene un límite según la licitación. Todo va encaminado a reducir el número de sanciones que se cometen. Nosotros somos francos en ese sentido y nuestro objetivo es que en seis meses el volumen de infracciones registradas por ese dispositivo tiene que bajar en picado. Nuestra estadística, en estos tres años de existencia, señala que a los seis meses debería bajar un 90% el número de infracciones. Es algo que hemos conseguido en municipios donde ya estamos presentes como Ribadesalla, Íscar, Torrelavega… A día de hoy, ya tenemos presencia en 37 ayuntamientos.
Tradicionalmente se ha dicho que a los españoles les cuesta mucho tomar conciencia de las normativas de tráfico, que hasta que no hay castigo…
Efectivamente, hasta que no nos tocan el bolsillo parece que no aprendemos. Pero lo que sí me gustaría dejar claro es que nuestras soluciones son, ante todo, sistemas de seguridad, no son sistemas de recaudación. De hecho nuestra idea no es esconder los dispositivos, todos ellos están perfectamente señalizados. Y cuando vamos a instalar algún elemento nuevo, previamente colocamos un bando en el municipio informando claramente de cuándo comenzará a estar operativo. Es más, durante los primeros quince días de funcionamiento solemos mandar cartas informativas a los propietarios de vehículos que han cometido una infracción.
Como empresa nos es tan perjudicial el que no haya sanciones como que haya en exceso, porque en este último caso estamos expuestos a que ese dispositivo tenga el rechazo de los ciudadanos. Hay que tener en cuenta que en poblaciones de menos de 50.000 habitantes, que es nuestro nicho de mercado, todos se conocen, saben quién es el concejal de urbanismo, el alcalde…
¿Cree que con la crisis ha mejorado la seguridad vial por el miedo de los ciudadanos a tener que pagar las multas?
Sinceramente creo que en este aspecto vamos a peor, fundamentalmente porque si no hubiera empresas como la nuestra sería muy difícil que los ayuntamientos incorporaran este tipo de sistemas de seguridad vial. De hecho, cuando tenemos presentaciones en los ayuntamientos, lo primero que te dicen muchos alcaldes o concejales de Hacienda es que no tienen dinero. Los ayuntamientos que solicitan comprar estos dispositivos lo pueden hacer porque el índice de infracciones es muy alto y saben que con las multas, en tres, cuatro, cinco meses, van a poder amortizar el equipamiento.
¿Puede darnos algún caso más de éxito reciente con sus equipos?
En Ejea de los Caballeros (Zaragoza - 20.000 hab), instalamos un dispositivo y, visto el éxito que ha tenido a la hora de reducir las infracciones, ya nos han solicitado una segunda unidad. Hemos demostrado en apenas cuatro meses cómo se puede bajar en cerca de un 70% el volumen de infracciones.
¿Hay alguna tendencia tecnológica generalizada dentro del sector?
Lo que más está creciendo es la visión artificial, es decir dispositivos que reconocen las matrículas. Del ámbito militar se ha ido adaptando a otros usos, como por ejemplo la seguridad vial. Un claro ejemplo es nuestro sistema Vialine multaradar C, un sistema radar embarcado de última generación. A diferencia de los dispositivos que emplea habitualmente la DGT, el Vialine Multaradar C ofrece discriminación automática de carril (en la foto pueden salir varios vehículos e identifica claramente cuál es el infractor) y permite medir la velocidad en aproximación (por delante), alejamiento (por detrás) o en ambas direcciones. Además emplea componentes menos voluminosos que los tradicionales, por lo que no se ven tan fácilmente.
Somos la única empresa privada que tenemos este dispositivo, ofreciendo con ello un servicio completo, es decir ofrecemos el propio sistema y un operador de radar para ubicaciones donde se detecten habitualmente excesos de velocidad.
Por último, una curiosidad: ¿No sufren estos dispositivos muchos actos de vandalismo?
La verdad es que hasta la fecha no hemos sufrido muchos actos de este tipo, aunque sí le puedo contar un caso que hemos tenido en Ribasedesella (Asturias). Desde mayo hacemos un control de acceso al casco antiguo, por el que salvo en el tramo de las 9 a las 11 h de la mañana, sólo pueden acceder a esa zona vehículos autorizados. Era un sistema demandado por buena parte de los habitantes, que no querían estar sentados en una terraza y ver pasar a su lado un coche. ¿Pero qué ha pasado? Que alguien ha debido cometer varias infracciones y lo ha pagado con la cámara que allí estaba colgada. Pero, como le decía, es un caso totalmente aislado.