Entrevista a Manuel Herrera, responsable de I+D de Ros Roca envirotec
Manuel Herrera, responsable de I+D de Ros Roca envirotec, pronunció una de las conferencias de la pasada edición de Smart City Expo & World Congress, celebrado en Barcelona entre el 13 y el 15 de noviembre. En ella, presentó las últimas novedades de la compañía para la gestión integral de residuos y el tratamiento de los mismos. Una de las más reseñables fue el nuevo sistema de recogida neumática, que recopila datos que permiten predecir el comportamiento de los ciudadanos para así poder planificar la recogida de “una manera más eficiente, energética y económicamente”.
Centró su conferencia que pronunció en la pasada edición de Smart City Expo & World Congress en las nuevas fuentes de energía. ¿En qué consisten? ¿Cuáles serán?
Desde Ros Roca apostamos por las energías renovables como la electricidad o el biometano. Pensamos que los residuos que generan los habitantes de una ciudad no deben ser vistos como un problema, sino como un recurso energético que puede ser aprovechado por la sociedad. A partir de la materia orgánica se puede generar biogás, un tipo de combustible renovable que puede generar electricidad en grandes cantidades y cogenerar energía térmica. Ese biogás también puede optimizarse y convertirse en biometano, un gas con una composición similar al gas natural que puede ser inyectado en las actuales infraestructuras de distribución de gas de la ciudad. Por tanto, los ciudadanos consumen de esta manera en sus hogares la energía que se ha producido a partir de sus propios residuos.
En su ponencia también detalló las soluciones smart en las que Ros Roca está investigando en la actualidad. ¿De qué desarrollos se trata?
Estamos trabajando en la mejora de los sistemas de recogida neumática, con nuevos proyectos como el Newmática, que permitirá hasta un 15% de ahorro energético.
También estamos investigando nuevos materiales y baterías para mejorar en el campo de los vehículos recolectores eléctricos. En este sentido, estamos trabajando con nuestros partners para desarrollar vehículos eléctricos más sostenibles que los que se encuentran actualmente en el mercado. Como resultado de este trabajo, presentamos en el Smart City Expo el recolector satélite eléctrico más ligero del mercado, que permite una carga más grande, y un camión recolector Olympus que dispone de un motor híbrido, y que puede transportar hasta 11 toneladas por ruta.
¿En qué consiste el recolector satélite eléctrico que mostraron en el congreso?
Este vehículo es el más pequeño de la familia de los recolectores eléctricos de Ros Roca y, comparándolo con el resto de vehículos de este tipo en el mercado, es el que actualmente tiene más capacidad para transportar residuos.
Se trata de un vehículo eléctrico de dos toneladas de masa máxima autorizada y que puede ser conducido por una persona que disponga de carné clase b. Está equipado con una caja basculante, una novedad en el mercado, fabricada con un material a base de polietileno y sándwich de poliuretano expandido, lo que hace que la máquina sea más ligera y compense el peso extra que le aportan las baterías. La carga útil del vehículo es de 780 kg, que restando el peso del conductor, es una carga muy superior a la de otros vehículos similares. Es el único recolector satélite eléctrico del mercado con estas características.
También presentaron una isla de contenedores de carga lateral con diferentes dispositivos Smart. ¿Qué aportan estos dispositivos?
Ros Roca comercializa unos contenedores de carga lateral con sensores de volumen que permiten conocer información sobre el contenido. La empresa gestora de los residuos puede saber, por ejemplo, si hay alguna incidencia, si el contenedor está al límite de su capacidad, si está vacío, etc. La información, además, se puede enviar por wifi, GPRS o por otros sistemas de navegación.
En el Smart City mostramos otra novedad inteligente para contenedores de carga lateral. Se trata de unos contenedores pensados para garantizar la buena separación de los residuos, que dispone de un acceso controlado a través de una tarjeta magnética. El microchip que incorpora registra a qué hora se ha abierto, quién lo ha abierto, cuánta cantidad ha tirado, etc., y envía esta información vía GPRS o vía wifi a los centros de control. Con este tipo de contenedor smart, los municipios que lo tengan podrán utilizar esta información para premiar o penalizar a los usuarios.
Usted es responsable de I+D de Ros Roca envirotec. Además, de los sistemas y productos que expusieron en el congreso, ¿en qué centran sus investigaciones en la actualidad?
Actualmente estamos trabajando en un nuevo sistema de recogida neumática, el proyecto Newmatica, que ya se está testando en la planta del distrito 22@ de Barcelona, donde da servicio a 21.000 vecinos y 195 empresas. Este sistema presenta mejoras importantes respecto a los modelos anteriores, como un ahorro energético del 15% o la posibilidad de controlar todo el proceso a través de dispositivos móviles.
También estamos llevando a cabo otras líneas de innovación en tecnologías para las plantas de digestión anaerobia, el tratamiento mecánico biológico y las plantas de biogás upgrading. Nuestro objetivo es conseguir un incremento del porcentaje de residuos reciclados en las plantas de tratamiento de residuos, así como en el aumento de la eficiencia energética en la producción de biometano.
¿Cómo serán las ciudades inteligentes del futuro?
Las ciudades deberán ser capaces de gestionar sus recursos de manera más eficiente mediante las nuevas tecnologías, y esto se debe hacer pensando en las personas que la integran. En un futuro ideal, las ciudades utilizarán sistemas de recogida de residuos que les permita contaminar menos y optimizar al máximo los recursos disponibles. Utilizarán energías renovables en todo el proceso de recolección y transporte, como la electricidad o el biometano, desaparecerán los vertederos clásicos y se convertirán en plantas de aprovechamiento de los residuos para generar energías renovables como la electricidad o biogás para producir biometano.
¿Qué impacto tiene la recogida de residuos tradicional en nuestras ciudades y en el medio ambiente?
La recogida de residuos tradicional necesita una amplia red de contenedores en la vía pública y del movimiento de muchos vehículos para el transporte de los residuos a las distintas plantas. Este tipo de recogida de residuos tiene un impacto medioambiental evidente. Los camiones recolectores tradicionales, con motor de gasolina, emiten mucho más CO2 a la atmosfera que cualquier otro vehículo ya que son muy pesados y realizan muchas rutas a lo largo del día. Además de la contaminación medioambiental, la recogida tradicional genera otros problemas a las ciudades. Los contenedores y los camiones limitan el espacio de la vía urbana y causan ruidos molestes en la recogida, sobre todo por la noche.
¿Qué propone Ros Roca en este sentido?
Fabricamos y comercializamos productos que mejoran y optimizan el trabajo de las empresas que gestionan los residuos. Disponemos de una amplia gama de vehículos eléctricos silenciosos y respetuosos con el medio ambiente. También llevamos años trabajando en soluciones smart que permitan que las ciudades realicen recogidas más efectivas. Por ejemplo, contamos con una gama de contenedores que disponen de un sensor de volumen que permite que los equipos encargados de la recogida reciban a través de un sistema GPRS o wifi información sobre si el contenedor está lleno o no y eviten así desplazamientos innecesarios. Además, también comercializamos contenedores más ligeros y ergonómicos que ocupan menos espacio en la vía urbana y que están pensados para facilitar la recolección, disminuyendo el ruido y los olores.
Recogida neumática de residuos
En Smart City Expo & World Congress dieron a conocer un nuevo sistema avanzado de recogida neumática de residuos. ¿En qué consiste? ¿Cómo funciona?
El sistema surge con el nombre de Proyecto Newmática y está realizado conjuntamente con la Universitat de Lleida (UdL), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Entre sus principales novedades está su gran eficiencia energética, ya que permite un ahorro del 15% con el uso de inteligencia artificial en el sistema de recogida neumática de residuos, y la posibilidad de controlar la recogida desde cualquier dispositivo móvil.
¿Qué equipos y medios integra el sistema?
El sistema de recogida neumática tradicional de Ros Roca consiste en unos buzones diferenciados por fracción, ubicados en las vías públicas o dentro de edificios, donde los ciudadanos depositan sus bolsas de residuo, y que están conectados con el edificio central de recogida, donde unos ventiladores de altas prestaciones aspiran el residuo desde el buzón hasta dicho edificio, tratando el aire utilizado mediante modernos biofiltros de forma que el sistema es totalmente respetuoso con el medio ambiente.
¿Y qué novedad aporta Newmática?
El nuevo avance Newmática consiste en un nuevo sistema que va recopilando los datos del uso que hacen los habitantes del sistema para poder realizar predicciones del comportamiento de los mismos. Teniendo en cuenta que no todos los días se deposita la misma cantidad de residuos, el nuevo sistema de recogida neumática adaptará su funcionamiento siguiendo con la información obtenida, pudiendo planificar mejor la recogida de una manera más eficiente, energética y económicamente.
¿Cuál es el recorrido que sigue en su sistema una bolsa de basura depositada por un ciudadano en el contenedor?
En el caso de la recogida neumática, el usuario tira la bolsa de basura en un buzón en la calle o en el interior de un edificio, y es conducida por aspiración desde el buzón de la fracción usada (por ejemplo, envases), a través de la red de tuberías subterráneas mediante unas válvulas que dirigen dicha bolsa hasta el final de la tubería, hasta el edificio central. En dicho edificio pasa a través del ciclón de la fracción transportada, que separa el aire de transporte de la bolsa, cayendo por gravedad a una prensa compactadora que deposita la bolsa en un contenedor específico para esa fracción. El aire que se usa en todo el proceso se produce en un sistema biofiltro con el medio ambiente.
¿Qué ocurre cuando los residuos llegan a su destino? ¿De qué manera se tratan?
Tanto con el sistema de recogida tradicional como con el sistema de recogida neumática, se realiza la recogida separada según las diferentes fracciones. Las fracciones reciclables (papel, envases, vidrio, etc.) van directamente a las plantas de reciclaje, donde son utilizadas como materias primas para la fabricación de otros productos. La fracción orgánica se puede utilizar para la obtención de biogás, un tipo de energía renovable, o para generar un compuesto que se utiliza como abono. El resto de deshechos se llevan a una planta de clasificación, donde se intenta separar al máximo para aumentar las cantidades de material reciclable. Finalmente, el rechazo final, todo aquello que no se puede reciclar, puede acabar en un vertedero.
¿Y qué pasa entonces?
En Ros Roca trabajamos para elaborar tecnologías que nos permitan tratar estos residuos en una planta de valorización energética, para producir también energía eléctrica en grandes cantidades. Se trata de una instalación que requiere de un esfuerzo económico por parte de la Administración. Para poder producir electricidad a través de los residuos no es necesario realizar túneles sino una instalación de una tubería subterránea por donde se transportan los materiales, y que funciona de forma muy similar a la instalación de las canalizaciones eléctricas, de gas o de saneamiento. Su instalación se coordina con la Administración para que el ciudadano sufra el menor impacto posible. La inversión realizada redunda en una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos y de protección del medio ambiente, y evidentemente es rentable si tenemos en cuenta el ahorro de emisiones de toneladas de CO2.
¿Cuánto tardaría un municipio en amortizar la inversión?
Varios años, dependiendo de la topografía de la ciudad, del número de puntos y fracciones instaladas, así como de la ubicación del edificio central. Para poner un ejemplo, no es lo mismo la ejecución de un proyecto en una zona de la ciudad con poco desnivel como el Eixample de Barcelona, que en una zona con grandes desniveles como el barrio alto de Lisboa.
Lamentablemente, la obra pública y las inversiones en infraestructuras han caído drásticamente a causa de la crisis. ¿Han pensado en exportar la idea a otros países?
Ros Roca Group es actualmente la única compañía mundial que ofrece soluciones integrales para la gestión y el tratamiento de residuos, así como para el transporte y redistribución de gas en todas sus tipologías. A través de la empresa Ros Roca Environment, fabrica equipos de recogida y limpieza, y desarrolla proyectos de ingeniería aplicada para el tratamiento de residuos, que luego pueden transformarse en energía renovable.
Fundada en 1953, y con sede central en Tàrrega (Lleida), Ros Roca exporta a los 5 continentes y cuenta con más de 1.600 colaboradores que trabajan en unas instalaciones de 336.000 metros cuadrados, situadas en Reino Unido, Francia, Alemania, Portugal, Brasil, Chile, México, Malasia y España.
Lo que marca la diferencia
“La innovación constante en nuestros productos y servicios, así como la voluntad de servicio a nuestros clientes y a la sociedad. Pero además, el grupo Ros Roca no se preocupa sólo de hacer el mejor contenedor, el mejor equipo de transporte, el mejor buzón de recogida neumática o la mejor estación de tratamiento”, explica Manuel Herrea. “Dedicamos un porcentaje muy alto de nuestra facturación a la investigación para que nuestros productos sean los mejores del mercado y a la vez ayuden a nuestros clientes a hacer las ciudades más sostenibles”. El objetivo, apunta el responsable de I+D de Ros Roca envirotec, es que sus productos sean capaces de dar suficiente información a las empresas y administraciones que los utilizan y les permitan tomar medidas para mejor la gestión de los residuos para hacer que las ciudades sean más eficiente desde todos los puntos de vista: energético, de emisiones acústicas y ambientales, consumo por tonelada recogida, etc.