La moto eléctrica se hace hueco en la movilidad urbana

El estudio, presentado con motivo de la cuarta edición del Salón Vehículo y Combustible Alternativos de Valladolid, señala que si bien el peso de las motos eléctricas en el conjunto del mercado de las dos ruedas es aún minoritario, con el 1,2% de las ventas, su ritmo de crecimiento a medio plazo será robusto a pesar de la coyuntura actual y la subida del IVA, que ralentizarán las ventas en la recta final del año.

Así, AutoScout24 prevé que las operaciones de ciclos y motos eléctricas superen la barrera de las 1.500 unidades al cierre de 2012, lo que supone un crecimiento del 85,6% frente a la caída media del 18,8% prevista para este mercado en su conjunto. En 2013 las operaciones de compra venta de eléctricos continuarán subiendo aunque a un ritmo algo inferior, de un 47%, hasta superar las 2.200 unidades.

Las motocicletas, con mayor cilindrada que los ciclomotores, son las que más tiran de este mercado, con 852 matriculaciones, un 115% más que en septiembre de 2011 y suponen además casi el 80% de las ventas de motos eléctricas. Las marcas más demandadas son Yadea (220 unidades), Guewer (149) y Zero (84).

Este rápido despegue en la demanda de motos eléctricas es todavía más espectacular si se compara con la de los coches. De hecho, la cuota de los vehículos eléctricos solo supone el 0,1% del total del mercado, doce veces menos que en el caso de las motos, que concentran el 1,2%. La previsión es que en 2020 alcancen ya el 5% del mercado.

Para el director general de AutoScout24, Gerardo Cabañas, “a esta moda eléctrica de las dos ruedas está contribuyendo, sin duda, la ausencia de las limitaciones que arrastran los coches eléctricos, lo que las convierte en una de las opciones más rentables de movilidad para el entorno urbano, por su asequible precio de adquisición, bajo consumo, facilidad de recarga y duración de las baterías”.

Según el análisis de la plataforma, los precios de las motos eléctricas son muy similares a los de las convencionales, partiendo desde los 2.500 euros. Además, son más eficientes, ya que su gasto en combustible (unos 50 céntimos por cada 100 kilómetros) es tres veces menor que el de una moto de gasolina por no hablar de su carácter “cero emisiones”. Este bajo consumo en combustible también está garantizado por el escaso recorrido diario medio de un motociclista, que no supera los 27 kilómetros.

Otra ventaja de las enchufables de dos ruedas es que no necesitan de puntos de recarga específicos, ya que pueden cargarse desde un enchufe convencional de la propia vivienda en poco menos de tres horas, lo que no exige siquiera cambiar la potencia contratada. Además, el tamaño reducido de sus baterías permite a algunos modelos alojar una de repuesto bajo el sillín, disipando así el miedo a quedarse parado a mitad de un trayecto.

Por otro lado, su mantenimiento es mucho más barato y menos frecuente que el de una convencional, ya que al contar con menos piezas los motores eléctricos son más sencillos. Todo ello traduce en menos averías y, por tanto, menos pasos por taller.