La planta E-waste Canarias recibe el premio al proyecto con mayor impacto social

11/10/2012

11 de octubre de 2012

David Bustabad Reyes, fundador y director general de la empresa E-waste Canarias, ha recibido el Premio Emprendedor Social de la Fundación La Caixa, galardón con el que la entidad financiera y la Empresa Nacional de Innovación SA (Enisa) pretenden reconocer a la empresa española con mayor impacto social.

De entre las 805 candidaturas presentadas, los organizadores del premio han elegido a la canaria E-waste por su alta capacidad de crecimiento a través de un proyecto empresarial ambiental y socialmente sostenible. El jurado del certamen ha valorado aspectos como la relevancia de los resultados alcanzados por la empresa, la ambición y solidez del plan de crecimiento, la capacidad de la firma para alcanzar sus objetivos en el mercado exterior y su capacidad de transformación de la sociedad a través de un proyecto socialmente responsable. Los finalistas se dieron cita en Barcelona donde la canaria fue premiada dentro de la categoría Creces XXI junto a otras tres firmas nacionales: Molecor, Socialpoint y Avinent.

El Premio Emprendedor XXI ha alcanzado este año su sexta edición, convertido en una de las convocatorias de referencia para emprendedores en España, creada con el objetivo de identificar, reconocer y acompañar a las empresas innovadoras de reciente creación.

David Bustabad, fundador y director general de la empresa E-waste Canarias, posando con el Premio Emprendedor Social de la Fundación La Caixa.

E-waste Canarias ha logrado poner en marcha la primera planta de tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) de Canarias, que con siete millones de euros de inversión ya es considerada la más moderna de Europa. El servicio que ofrece logra la descontaminación de residuos altamente peligrosos, a la vez que promueve una industria del reciclaje en el archipiélago. Es lo que se denomina una industria de logística inversa, en la que a partir de residuos se logra recuperar materias primas fundamentales para nuestra economía (hierro, cobre, aluminio y otras).

Para alcanzar su fallo, el jurado ha valorado el modelo de negocio planteado por la firma canaria, basado en las tres dimensiones (económica, social y medioambiental) del desarrollo sostenible; destacando el hecho de que un 43% de su plantilla proceda de colectivos en riesgo de exclusión y personas con discapacidad y que toda su política de comunicación se orienta a campañas en defensa del reciclaje. Se trata en suma de un proyecto que recita el “abc” de lo que se espera de las nuevas empresas en España: innovación, competitividad, desarrollo sostenible y generación de empleo. Todo ello con una estrategia de expansión internacional orientada a replicar su modelo de negocio en otros territorios.