¿Son seguros los parques infantiles?
Estas normas recogen los requisitos que deben cumplir los equipos (columpios, toboganes, balancines, etc.) y los materiales utilizados, las dimensiones de los huecos y espacios libres que eviten riesgos de quedar atrapado, las distancias y alturas de seguridad, la protección contra caídas y enganchones de ropa y pelo, etc. Además, hacen referencia a los grosores de recubrimiento de las áreas de juego, a los requisitos de la instalación (por ejemplo, en su cimentación), las distancias libres de obstáculos y al mantenimiento posterior del área de juego.
La superficie del suelo, elemento clave en la seguridad de los niños
Uno de los factores más importantes para reducir las lesiones por accidente (y su gravedad) que se producen cuando los niños se caen de las instalaciones es que la superficie del suelo sea adecuada. En este sentido, es evidente que el concepto de seguridad en parques donde van a jugar niños ha cambiado mucho en los últimos años. Hoy en día ya no se construyen parques con el suelo de cemento o asfalto y se han realizado avances espectaculares en el ámbito de los materiales que absorben los impactos de caídas y saltos. Los responsables de diseñar un parque infantil son cada vez más sensibles a las directrices de una normativa que, afortunadamente, permite reducir sustancialmente el riesgo de accidentes en estas instalaciones. Sin embargo, y a pesar de esta concienciación positiva por hacer las cosas bien, no está de más enumerar una serie de factores que deben ser tenidos en cuenta en relación a los suelos y pavimentos de los parques infantiles.
Factores a tener en cuenta
Como ya se ha comentado anteriormente, el hormigón, el asfalto y el pavimento son peligrosos e inaceptables. El césped, la tierra y las superficies de tierra compacta también son inseguros porque las condiciones meteorológicas y el desgaste pueden reducir su capacidad para amortiguar la caída del niño. La superficie que cubre el suelo debe estar compuesta por materiales no compactos, como virutas de madera, acolchado de paja o de cortezas, arena, gravilla o goma triturada. Las virutas de madera con tratamiento de arseniato de cobre cromatado (CCA, por sus siglas en inglés) no son recomendables, puesto que este material puede ser peligroso para la salud. También se consideran seguras las superficies de recubrimiento de caucho o de materiales similares al caucho que hayan sido sometidas a las pruebas de seguridad pertinentes. Para instalaciones de una altura de hasta 2,5 metros, deben utilizarse materiales de relleno no compactos de una profundidad de 30 cm. El material de relleno de estas superficies no debe compactarse, porque, en tal caso, se reduciría su efecto amortiguador. Ningún material se considera seguro para la superficie de un parque infantil si la altura combinada de las instalaciones de juego y del niño (ubicado de pie sobre la plataforma más alta) supera los 3,7 m. La superficie amortiguadora debe extenderse como mínimo 1,8 m más allá del área ocupada por las instalaciones de juego. Puede requerirse una mayor cobertura, dependiendo de lo alto que sea el tobogán o de la distancia hasta donde llegue el columpio. Si se coloca material de relleno sobre una superficie dura (como el asfalto o el hormigón), deberá haber una capa de 7,5 a 15 cm de material de relleno, como la grava, una capa de tela geotextil, una capa de material de relleno y luego un recubrimiento anti-impactos bajo las instalaciones.
Aunque resulte obvio, también hay que tener en cuenta que, aunque se utilicen unas superficies adecuadas para el suelo, no es posible prevenir todas las lesiones. Además, cuanto más altas sean las instalaciones, mayor será el riesgo de que los niños se lesionen al caer desde ellas.
Pavimentos de seguridad
Al margen de los sustratos naturales que pueden ejercer una cierta capacidad amortiguadora como recubrimiento del suelo de parques infantiles (arena, gravilla, virutas de madera...), la industria ha desarrollado una serie de pavimentos de seguridad diseñados para evitar accidentes y que cumplen una serie de requerimientos según marca la norma europea EN1177.
El primer requerimiento es cumplir con la protección de la caída según el HIC (Hight Critical Impact) que marca el grosor necesario del pavimento según las distintas alturas de plataforma que componen el juego. El segundo requerimiento es que el suelo utilizado este homologado como pavimento amortiguador. En el mercado existen una gran variedad de pavimentos que se utilizan para este fin (losetas de caucho, pavimentos de caucho de aplicación continua, césped artificial con subbase amortiguadora, etc) que posteriormente analizaremos. El tercer requerimiento es que el pavimento se mantenga en perfecto estado durante toda la vida útil del juego, realizándose los mantenimientos e inspecciones necesarios para cumplir con la norma EN1176.
Pavimentos anticaída de caucho
Los pavimentos de caucho, tanto en losetas como en continuo, son ante todo un producto amortiguador de impactos, ofreciendo un agradable aspecto, sensación, suavidad, porosidad, insonorización, permeabilidad.
Su aplicación en parques infantiles lúdicos ofrece a los más pequeños un espacio continuo sin peligros, lleno de posibilidades para disfrutar del juego y de plena confianza para los padres. Ideados para minimizar los riesgos de lesiones producidos por las caídas de los niños desde los equipos de juego, se adaptan a cualquier espacio, dando una completa seguridad.
El sistema monocapa o bicapa de SBR y EPDM, empleado para su fabricación, mezclado con resinas de poliuretano y pigmentos los hacen inocuos para la salud y el medio ambiente. Sus características físicas y técnicas los hacen especialmente recomendables para este tipo de instalaciones. Permeable al agua, el drenaje de este piso, permite su utilización incluso cuando llueve. Cuando hace calor, mantiene una superficie estable aún con temperaturas extremas. Este piso tiene la capacidad de absorber soluciones acuosas antisépticas, permitiendo así tener un lugar con elevado grado de higiene y protegido contra hongos y bacterias. El pavimento acepta cualquier diseño y forma con una amplia gama de colores y texturas y se adapta a distintas irregularidades del terreno por su elasticidad.
Losetas de caucho
Las losetas de caucho están fabricadas con un sistema de machiembrado que al engarzar una loseta con la contigua, a modo de puzle, reducen de forma muy significativa las contracciones y dilataciones de las losetas debidas a las variaciones de temperatura.
Están fabricadas por gránulos de caucho reciclados calibrados y unidos por una resina de poliuretano. Las baldosas son microporosas con sistema de drenaje incorporado en la parte inferior, lo que permite una rápida evacuación del agua. La parte superior de la loseta es antideslizante, dando una mayor seguridad. Las dimensiones suelen ser de 1000mm x 500 mm y los espesores varían en función de la HIC (altura crítica de caída) que se precise en cada juego.
Pavimento continuo
Los pavimentos de seguridad continuos son originales, decorativos, resistentes a la intemperie y no tienen juntas. Pueden ser personalizados en cuanto a formas y colores. Se componen de una capa de caucho SBR negro y otra capa de caucho EPDM de color mezclado con resinas especiales. Puede colocarse en distintos espesores dependiendo del HIC (altura de caída crítica) que se desee.
Césped con base amortiguadora
El césped con base amortiguadora es un sistema especial que combina el césped artificial con capas de bases elásticas ideales para construir superficies de juegos infantiles seguros y confiables. Gracias a esta composición de materiales y capas, este sistema se ha mostrado eficiente para amortizar caídas de hasta 3,4 metros con una garantía de 7 años.
Se trata de un sistema seguro, limpio, resistente, estético y ecológico. Tiene una excelente permeabilidad y resiste las temperaturas extremas y a los rayos UV. A su vez ofrece un rendimiento duradero y alta resistencia a impactos ya que el material mantiene su formato y propiedades técnicas aún después de fuertes impactos. La presencia de espuma de polietileno de celda cerrada en su composición garantiza muy baja absorción de agua evitando congelaciones durante invierno y asegurando un rendimiento constante bajo cualquier condición climática.