El desafío de controlar y asegurar infraestructuras críticas
Este tipo de infraestructuras, por lo tanto, no pueden ser supervisadas tan solo en casos de emergencia, sino que han de estar protegidas de forma permanente y estructurada, para garantizar no sólo su seguridad, sino su correcto funcionamiento.
Hablamos de seguridad y también de rentabilidad. Porque es más económico mantener en buen estado unas instalaciones que tener que repararlas o sustituirlas. Y hoy día, con la tecnología de la que disponemos y ciertas medidas de prevención inteligentes, es bastante sencillo evitar de antemano costes elevados derivados de daños, reparaciones o fallos eléctricos.
Prevención inteligente y fiable
En el mercado existen ya numerosas soluciones de seguridad orientadas a infraestructuras importantes. Por ello es necesario realizar previamente un análisis e identificar las características propias del lugar a proteger para implementar un sistema adecuado que funcione aún en las peores condiciones, como, por ejemplo, las meteorológicas.
Para determinadas estructuras, tipo: generadores, elementos conductores de electricidad, máquinas en centrales eléctricas o plantas industriales; existen sistemas que, en caso de que se sobrepase una temperatura determinada, bien con un límite máximo o mínimo, desencadenan automáticamente alarmas. Esto es decisivo a la hora de detectar fuentes de calor o de fuego.
Además, con estos sistemas, se pueden configurar hasta 20 eventos de temperatura distintos mediante las llamadas ventanas TR o mediante la imagen completa del sensor en un rango de medición de temperatura de -40 a +550 °C. Asimismo, la activación de la imagen en vivo puede mitigar situaciones de peligro y evitar daños considerables, ya que se puede inspeccionar la zona y realizar la vigilancia de forma remota y, por lo tanto, también económica.
Por otro lado, es fundamental distinguir entre las soluciones disponibles, aquellas adaptadas expresamente para espacios exteriores, con todos los condicionantes que ello puede conllevar. Dentro de las instalaciones más típicas se hallan las plantas eólicas y solares, las estaciones base de telefonía móvil, las estaciones meteorológicas o las casetas de transformadores. Que además de estar en el exterior, suelen estar ubicadas en lugares muy aislados. Por ello, es recomendable que el sistema de seguridad a implementar, no sólo se pueda utilizar de forma autónoma en cualquier zona climática del mundo, y que se alimente con fuentes de energía alternativas como la solar, la eólica o las pilas de combustible, sino que además pueda controlarse, como decíamos, de forma remota.
Otro factor importante que debe ofrecer un sistema de seguridad de calidad, además de la detección en los cambios de temperatura, es la detección de movimiento por vídeo capaz de filtrar los acontecimientos como relevantes o irrelevantes y poder así advertir sobre ellos tal y como corresponda. El objetivo de ello es reducir al máximo el número de falsas alarmas. Es decir, disponer de un análisis de movimiento que muestre con fiabilidad objetos en movimiento y no active falsas alarmas cuando se produzcan interferencias naturales como lluvia, nieve o árboles en movimiento.
Y como de poco sirve monitorizar, si no somos capaces de identificar lo que vemos, es fundamental disponer de la calidad necesaria para reconocer cada uno de los detalles que aparezcan en la imagen. Descuidar este aspecto, puede implicar una falta de reacción adecuada ante una imagen que da lugar a equívocos. Lo ideal son los sistemas de 6MP que tienen de la tecnología necesaria para capturar objetos en movimiento en las condiciones de luz más difíciles y a largas distancias. Asimismo, permiten abarcar grandes áreas con menos dispositivos.
Tras estas pinceladas, cabe concluir, que implementar un sistema de seguridad en un área crítica es un desafío que no puede descuidar ningún aspecto relevante. Por ello, lo más habitual y aconsejable, es acudir siempre a expertos en la materia, que dispongan de la experiencia y tecnologías necesarias para cubrir todos los ítems que hacen que un sistema garantice la seguridad en todo momento y bajo cualquier circunstancia. Ya que, gracias a la radiometría térmica, los sensores de movimiento, los sistemas adaptados a exteriores y la lógica de eventos, prevenir una situación de peligro y sus consecuencias, es más viable que nunca.