AINIA investiga hoy, con el apoyo del IMPIVA, la alimentación del futuro
4 de enero de 2011
La nanotecnología aplicada a la encapsulación de aditivos tiene múltiples aplicaciones para la industria alimentaria. Entre ellas, el incremento de la vida útil de los productos, la protección de principios activos, la mejora de las características sensoriales de los alimentos (color, sabor, textura, olor, por ejemplo), el enriquecimiento de los alimentos tradicionales, etc. Así, por ejemplo, se obtienen bebidas con calcio, condimentos enriquecidos con hierro o fósforo, alimentos funcionales enriquecidos con vitaminas y minerales, por citar algunos.
El conjunto de actividades realizadas en el proyecto está dando pie a poner al alcance de las empresas una tecnología útil y de vanguardia para desarrollar familias de nuevos ingredientes y formulados hasta ahora no disponibles en el mercado. Asimismo, los resultados obtenidos, hasta el momento, han evidenciado que la nanoencapsulación posibilita una mejora de la absorción del principio activo, una protección del principio frente a factores externos como luz, oxígeno y pH. Así se logra una estabilidad y liberación controlada del principio, así como una mejora de las cualidades sensoriales y/o funcionales de los productos.
Aunque la nanotecnología ha sido ampliamente reconocida y desarrollada en otros campos como el de la electrónica, la biomedicina, la farmacia e incluso en sectores como el energético, su desarrollo aún es incipiente en la alimentación. Sin embargo, se vislumbran múltiples potencialidades en este sector. Desde hace varios años, AINIA apuesta por una especialización tecnológica de nivel en el ámbito de la nanotecnología aplicada a los sectores alimentario, químico, cosmético, farmacéutico y afines. En concreto, se trabaja en nanobiosensores, en trazabilidad y envases inteligentes y en nuevos ingredientes, línea en la que se confiere el proyecto de 'Nanoencapsulados con fines alimentarios'.