¿Nos está matando el plástico?

En respuesta al artículo que publicaron con este título en el suplemento XL Semanal del 18 de abril de 2010 del periódico ABC y en nombre de los 86.000 personas que trabajan en el plástico en España repartidas en más de 4.000 empresas, manifestamos nuestro total desacuerdo por la ligereza con que expusieron unas serie de razones, en forma alguna demostrables y lo que es más grave, poniendo en peligro miles de puestos de trabajo cuando este si es el verdadero y mayor problema que atraviesa nuestro país.

El plástico, presente en nuestras vidas a partir de los años 50, ha contribuido desde su inicio a mejorar nuestras condiciones de vida con costes muy competitivos. Hoy, desde antes de nacer lo encontramos ya en los centro clínicos (analíticas, quirófanos, bolsas transfusión, tubos gota a gota, válvulas, protectores de camas, chupetes, bandejas del catering, bolsas cubiertos etc.) pasando a continuación por el despertador, cepillo dental, frascos jabones, colonias, utensilios cocina, mobiliario, electrodomésticos, automóviles, motocicletas, bicicletas, material deportivo, náutica, trenes, aviación, productos farmacéuticos, jardinería, agricultura, embalajes, construcción y otros.

Afirmar que algunos plásticos ocasionan hasta la muerte es ser sensacionalista y muy propenso a lanzar noticias mediáticas, que venden y que contribuyen a distraer la atención de lo verdaderamente importante.

Con tal ligereza y desde el sector de los plásticos podríamos incluso aportar argumentos totalmente contrarios. Por ejemplo que gracias al plástico desde finales del siglo XX las personas de los países desarrollados viven muchos más años. Pero no se trata de esto sino de ser muy objetivos, profesionales y serios.

Como muchos materiales fabricados en la actualidad, el plástico se ha convertido en uno de los más versátiles y de mayor consumo (3.578.000 toneladas según el ICEX), beneficiando con ello a facilitar muchas actividades y a generar empleo (según el INE cerca de 29.664 personas están ocupadas en este sector solamente en Cataluña y cerca de 85.922 en todas España).

El proceso de fabricación del plástico ha sufrido muchos cambios a lo largo de los años y si bien es cierto que durante mucho tiempo se hizo uso de otras sustancias químicas para su producción, hoy en día las normativas como el REACH exigen un gran control en el porcentaje de lo que se emplea en productos en contacto directo con los seres humanos por lo que ningún artículo es usado sino se le han realizado todas las pruebas de laboratorio necesarias antes de comercializarse como es el caso de envases para alimentos, juguetes, etc., generándose también un mayor interés en el destino final del mismo.

En este caso el reciclaje juega una papel de suma importancia, según Cicloplast solamente en el año 2008 el reciclaje y recuperación alcanzó casi el 69% de todo el residuo plástico generado y según el Instituto del PVC de Brasil estudios realizados en Europa, con el único propósito de indicar cuál de los plásticos requieren más energía para ser producidos, ubican al PVC como el más económico, con un máximo en el gasto energético de 78 MJ / kg equivalentes a solo el 76% de 102 MJ / kg consumidos para la producción de polietileno de baja densidad (LDPE), polipropileno (PP) o el poliestireno (PS), de alto impacto. En comparación, la producción de aluminio consume energía, 146 MJ / kg producidos. El PVC es un 100% reciclable y que exige, en este caso, solo el 5% del total de energía utilizada para producir resina virgen. Estos son solo algunos datos que aportan cifras esperanzadoras para beneficio medioambiental y de salud humana.

Por tanto, consideramos sumamente irresponsable establecer una relación tan directa entre el consumo de plásticos y el crecimiento de enfermedades y anomalías congénitas cuando por todos es bien sabido que existen muchos otros factores que podrían ser la causa como por ejemplo la contaminación del aire y agua, el consumo de productos transgénicos o el consumo de algunos metales.

¿Por qué en lugar de titular los artículos con ‘¿nos está matando el plástico?’, no se utilizan estos medios para promover el consumo responsable de los materiales, su reutilización y reciclado, proporcionando alternativas concretas y reales?