Ecoshell, un envase que respeta el medio ambiente
Ecoshell es un envase innovador y sostenible a base de papel, creado para la industria de la confitería pero aplicable a otros productos. Ecoshell es una solución de Acma –del grupo Coesia– que permite evitar el uso de plástico. Es coherente con la nueva visión de la empresa, orientada a mejorar la sostenibilidad de los envases gracias a la constante investigación sobre los materiales y su gestión en las diferentes fases del proceso de envasado.
Junto a las formas más comunes, como el Flip Top y el Zip Top, la empresa ha lanzado la nueva caja. Desarrollado en colaboración con Coesia Packaging Innovation Center, Ecoshell es un envaseque se caracteriza por un diseño que permite disfrutar de una cómoda función de dosificación con gran facilidad de uso, sin renunciar a la estética. La nueva tecnología desarrollada por ACMA genera formas diferentes, lo que permite a los clientes alcanzar un amplio grado de personalización. De hecho, Ecoshell es escalable en tamaño y proporciones y flexible a diferentes fines comerciales, según el tipo de producto a envasar.
Ecoshell es perfectamente adecuado para el envasado de productos alimentarios como chicles, frutos secos o caramelos. Al mismo tiempo, puede utilizarse eficazmente para artículos como suplementos y productos de cuidado personal. El envase también está diseñado para facilitar la dosificación individual. Como prueba de su flexibilidad, Ecoshell puede adoptarse potencialmente para el envasado de productos como bastoncillos de algodón o snacks en barra.
La sostenibilidad como motor
Según un informe publicado por el Boston Consulting Group y Trivium Packaging, más del 70% de los consumidores estadounidenses están dispuestos a gastar más en un producto con tal de tener un envase sostenible. Por lo tanto, la sostenibilidad es el punto de apoyo en torno al cual gira todo el proyecto Ecoshell: de hecho, se trata de un envase a base de papel, capaz de sustituir a las soluciones de plástico que se utilizan habitualmente, lo que se traduce en un menor impacto medioambiental. Esto responde a los deseos de los consumidores de mercados especialmente sensibles a la sostenibilidad, como los de Estados Unidos y Europa. De hecho, el papel, si se produce según métodos sostenibles, representa una fuente fácilmente reciclable y capaz de proporcionar unas prestaciones mecánicas adecuadas.