Siete curiosidades sobre el vidrio
El vidrio es un material de envasado que forma parte de nuestro día a día, tanto en los momentos más cotidianos, abriendo el tarro de mermelada en el desayuno, como en aquellos de celebración, cuando descorchamos una botella para brindar juntos. Sin embargo, esa familiaridad unida a una de sus características más reseñables, la transparencia, hace que en muchas ocasiones pase desapercibido.
Por ello, la plataforma de consumidores a favor de la elección y el reciclado de envases de vidrio, Friends of Glass, quiere compartir siete datos curiosos que nos acercan aún más a este material, desvelando peculiaridades que hacen de él un material singular, saludable y sostenible.
- Milenariamente reciclado
Con una antigüedad mayor que la de las pirámides de Giza, los expertos apuntan a que el vidrio fue empleado por primera vez alrededor del 5.000 a.C. en Mesopotamia, donde se han encontrado aplicaciones del material destinadas a revestir objetos de cerámica. Los primeros envases fabricados en vidrio fueron hallados en Egipto y datan del periodo de 2.100 a.C. Además, se ha demostrado que en esa época ya existía una práctica de reciclaje arraigada, habiéndose encontrado diminutos fragmentos clasificados por colores que se conoce que en el siglo XVIII a.C. eran enviados a los hornos de las vidrieras en las ciudades de Sidón y Tiro, el actual Líbano, donde existía una próspera industria del vidrio.
En la actualidad, en España, todos podemos reciclar vidrio a través del contenedor verde, llamados comúnmente iglús. El primero se instaló en el barrio de Moratalaz (Madrid) en 1982, años antes de que a las industrias se les obligara por ley a reciclar, la del vidrio ya había puesto en marcha su propia iniciativa.
- Con ADN versátil
El vidrio presenta una serie de cualidades que lo convierten en un material muy versátil y de innumerables aplicaciones. Es inerte, rígido y frágil al mismo tiempo, amorfo y transparente. Todas estas características, en combinación con el ingenio y la creatividad del ser humano, hacen que pueda aplicarse en todo tipo de industrias, y en ámbitos tan diversos como el arte y edificación. El vidrio toma diferentes formas: lanas de vidrio, vidrio plano, vidrio hueco… y tiene tantas aplicaciones que ha resultado esencial en el desarrollo de la tecnología, la biomedicina, la astrofísica, la energía solar o las telecomunicaciones.
Su empleo como envase es uno de los usos más extendidos, pero los envases de vidrio tienen nombres diferentes según su contenido. Se llaman tarros cuando son para alimentación, botellas cuando contienen líquidos y frascos cuando son envases de perfumería, farmacia o cosmética.
- Se recicla infinitas veces
El vidrio se crea a partir de materia prima natural, sostenible y abundante (arena de sílice, carbonato de sodio y caliza) pero, actualmente, su principal ingrediente es el vidrio reciclado, ya que se trata de un material que no se degrada durante el proceso de reciclado, pudiendo repetirse infinitas veces, sin pérdida de calidad ni cantidad, y para convertirse de nuevo en lo que era, un envase apto y seguro para alimentos y bebidas. De esta manera, en un circuito cerrado e infinito, se evita la generación de residuos, al tiempo que se ahorra energía y se reducen las emisiones de carbono.
El vidrio nunca es basura, es un recurso inagotable cuando se recicla, que sustituye con creces a las materias primas, de hecho, al reciclar 1 tonelada de vidrio se ahorran 1,2 toneladas de materia prima.
- Una barrera infranqueable
Es un material puro que conserva las cualidades originales de su contenido y lo protege frente a agentes externos. El vidrio es impermeable, hermético y no se oxida. Los envases de vidrio, no necesitan capas internas (barnices, plásticos…) para estar en contacto directo con los alimentos o bebidas. El vidrio es inerte, es decir, no existe riesgo de que absorba o libere químicos dañinos ni a su contenido ni a su entorno, está libre de contaminantes y se erosiona como cualquier roca, sin afectar a la cadena alimentaria. De hecho, el vidrio es el único envase que ha recibido la etiqueta GRAS (Generalmente Reconocido como Seguro, por sus siglas en inglés) por la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos) de Estados Unidos.
El vidrio no sabe ni huele a nada. Por eso se utiliza para realizar catas, ya que no afecta al aroma o al sabor, y también es el material elegido en laboratorios, al no alterar las muestras.
- El mejor ejemplo de sostenibilidad
La naturaleza nos muestra el mejor ejemplo de sostenibilidad, actuando mediante ciclos cerrados que aseguran su desarrollo a lo largo del tiempo, sin agotar recursos y preservando el futuro. La economía circular pretende imitar este ciclo, cuidando a la naturaleza, y creando a su vez riqueza y empleo. El envase de vidrio es un magnífico ejemplo de economía circular: cuenta con un reciclado modélico, integral e infinito; su industria genera empleo local, estable y de calidad por toda España; y es un material de proximidad, los proveedores de materia prima, la fabricación, la distribución el envasado… La práctica totalidad de las etapas hasta que un envase llega al consumidor se realiza gracias a la red de empresas locales que trabajan por y para el vidrio.
La industria del envase de vidrio es un sector esencial; durante la crisis provocada por el COVID-19, la industria del vidrio y sus trabajadores no se detuvieron. Los envases de vidrio forman parte de la cadena alimentaria, sin el suministro necesario de botellas y tarros, las empresas de alimentación y bebidas no podrían proceder con el envasado de sus producciones.
- Se fabrican sin parar
El vidrio se crea al fundir las materias primas en grandes hornos a una temperatura próxima a los 1.000º centígrados. Ese vidrio fundido es cortado en gotas de un peso igual al del envase y distribuido a los diferentes moldes, donde mediante una serie de procesos de presión, prensado y vacío, se da forma a los nuevos envases. Estos hornos funcionan las 24 horas al día, los 365 días al año, durante sus 12 o 15 años de vida útil.
En España se fabrican diariamente cerca de 19 millones de botellas y tarros. La industria de envases de vidrio cuenta con 13 plantas de fabricación distribuidos por toda la geografía española.
- No es lo mismo vidrio que cristal
Aunque puedan parecer lo mismo, no lo son. Los cristales los crea la naturaleza a partir de la cristalización de gases a presión en la pared interior de cavidades rocosas, en cambio, aquello que se fabrica fundiendo principalmente arena de sílice, es vidrio. Existen, sin embargo, vidrios creados también por la naturaleza siguiendo el mismo procedimiento: como la obsidiana o vidrio volcánico, que se forma por el calor generado en el interior de los volcanes; o las fulguritas, que es el resultado de la caída de un rayo en la arena. En la actualidad, a algunos vidrios, se les añaden determinados metales, como el plomo, para que sus propiedades en cuanto a brillo, sonoridad y peso sean muy parecidas a las de los cristales. Éste es el caso de las vajillas (copas, vasos…), aunque es vidrio lo llamamos cristal.
Por lo tanto, aunque son similares, su composición es diferente, y no se reciclan igual. En el contenedor verde se debe depositar únicamente envases de vidrio: botellas, tarros y frascos, mientras que otros vidrios o cristales deberemos trasladarlos a un punto limpio para su proceso específico de reciclaje.