Entrevista a Jorge Todolí, director general de Luiso y miembro del comité organizador de Equiplast

Jorge Todolí Andreu es consejero delegado de Haitian Ibérica y director general de Luiso, empresa especializada en soluciones llave en mano para implementar sistemas de automatización en el sector plástico, cuyos orígenes se remontan al año 1965 como Italprensas Sandretto. Todolí es un destacado miembro del comité organizador de Equiplast y ‘padre' de la idea que han dado lugar a los Premios Equiplast Shaping The Future.

Ya hace tiempo que, desde el comité organizador de Equiplast, estamos barajando ideas para ofrecer un valor añadido y diferente a la simple oferta de una feria como la nuestra que se caracteriza por un perfil más comercial. Por ello, y teniendo en cuenta el contexto actual que nos obliga a una mayor especialización, hemos decidido crear estos premios para, entre varios objetivos, vincular a la Universidad con la empresa, demostrar el compromiso del sector con el medio ambiente, fomentar la importancia de la economía circular en la industria y los procesos productivos e incentivar la creatividad. Creemos que estas cuatro ideas son las que nos permiten diseñar algo diferente a lo que se ha hecho hasta este momento en Equiplast.

Jorge Todolí, director general de Luiso y miembro del comité organizador de Equiplast.

Como se trata de la primera edición, todo dependerá de la proyección y la promoción que le podamos dar en los meses previos. Pero, es obvio que estos galardones van a vivir de lo que significa Equiplast para el sector. Y en este sentido, hemos de comprobar qué Universidades y empresas quieren contar con un reconocimiento de Equiplast y, por tanto, si quieren participar. Por eso, para nosotros, sería muy importante contar con candidaturas de empresas de nivel y, aunque en esta primera edición hemos apostado por un ámbito más local, queremos también llamar la atención de nuestros mercados internacionales más naturales como, por ejemplo, Iberoamérica, donde recibir un reconocimiento de un certamen europeo como Equiplast representa un aval de calidad.

Me gustaría reivindicar la importancia histórica de Equiplast como la gran feria del sector español de los plásticos. Coincidiendo con la transición política y el gran desarrollo que vivió España en los años 80, Equiplast vivió su mejor momento puesto que todas las empresas multinacionales querían estar presentes en el mercado español. A consecuencia de las diferentes crisis sucedidas en nuestro país, ya apenas quedan fabricantes nacionales de maquinaria industrial y las empresas multinacionales concentran sus esfuerzos comerciales y de marketing en una o dos ferias con más proyección internacional, lo que se refleja en el salón desde hace unas ediciones. Por ello, queremos y debemos reinventarnos, como por ejemplo trasladar las fechas de octubre a junio y así no coincidir con otros certámenes internacionales como es Fakuma, lo que nos permite contar con aplicaciones más interesantes y novedosas para poder mostrar en la feria. La misma creación de estos premios también es muestra de nuestra intención.

Los premios se concentran en dos categorías:

• Una primera que aglutinaría las opciones de diseño, ecología y aplicación, donde se premiará al mejor proyecto y pieza acabada.
• Una segunda categoría a los premios destinados a Universidades y centros de formación, donde se premiará al mejor proyecto.

Los premios a la formación están dirigidos al talento y la captación con la finalidad de premiar ideas innovadoras que puedan transformarse en proyectos en plástico y atraer al colectivo a especializarse en este sector. Cada categoría contará con tres finalistas y un ganador.

Queremos atraer tanto a las empresas como a las Universidades. Por tanto, básicamente la diferencia entre las primeras y las segundas es que, con respecto a las universidades o centros de formación, nuestro objetivo claro es darle una utilidad práctica al diseño o idea ilusionante que surge del alumno.

Es en la feria, en este caso Equiplast, donde se debería poner de manifiesto el verdadero nivel del sector. Los premios son consecuencia de la voluntad de Equiplast para premiar y motivar la participación de las empresas. Si al final los premios son un éxito de participación y el nivel de lo presentado y del jurado mismo, es alto, entonces y con el tiempo, podremos decir que así es. En este sentido, hago un llamamiento a las empresas para que tomen parte en estos premios. Porque es muy importante su participación para poder potenciar la presencia de proyectos interesantes tanto del ámbito empresarial como del universitario.

Además, estos premios servirán para demostrar que el sector está haciendo los deberes en todo lo relacionado con el respeto al medio ambiente, porque creo que hay desconocimiento absoluto, a nivel general, de nuestro sector. Y es importante saber explicar lo que estamos haciendo y que las instituciones también se impliquen.

Hoy por hoy, es muy importante la simbiosis entre empresa y Universidad. De hecho, en un principio, nuestra idea era establecer contacto con las principales universidades, por ejemplo, de la zona de Alicante, un área en la que el juguete tiene un gran protagonismo, para que desarrollasen un proyecto que una empresa pudiese comercializar con posterioridad. Sin embargo, y después de muchas consideraciones, hemos diseñado unos premios en los que tienen cabida esas dos categorías para así unir el ámbito teórico y el mundo real.

En Europa y por tanto en España, el nivel de competitividad de las empresas les obliga a tener un grado tecnológico elevado, con procesos cada vez más automatizados y métodos muy eficientes (industria 4.0). Esto implica la necesidad de contar con personas que tengan la formación y preparación adecuada para ello. En este sentido, es muy importante que los centros de formación estén en línea con las necesidades de la industria y con los medios y tecnología que la competitividad exige. Así pues, consideramos básico la comunicación entre el mundo educativo tanto universitario como formativo con el mundo empresarial y nos gustaría que Equiplast pudiera ser un puente entre la empresa/industria y los centros de formación.

En los años 50 del pasado siglo, la transformación del plástico cambió por completo los procesos industriales, en mi opinión, mejorándolos en todos los niveles. El plástico ha sustituido a la madera, vidrio, metal, etc..., y con el tiempo ha permitido evolucionar el producto final y está presente en todos los sectores industriales. A día de hoy, aún no se ha descubierto un material capaz de sustituirlo, lo que ocurre es que debido a la lógica preocupación que debe tener el ser humano respecto a su entorno natural y al daño que puede producir la industria a la ecología, se ha demonizado al plástico. Nosotros hemos de ser quienes expliquemos a la sociedad que el plástico no es nuestro enemigo. ¿Nos hemos preguntado qué hubiese sucedido si todo lo que ahora se fabrica en plástico se siguiese fabricando en madera? ¿Cuánto pesaría un automóvil y cuánta energía necesitaría para desplazarse si en lugar del plástico hubiese metales?

Hemos de ser conscientes de que el plástico se puede y se debe recuperar y que el futuro pasa por la economía circular y el aprovechamiento de los recursos y, en este sentido, todos debemos de adaptarnos, desde la industria, la administración pública y el propio ciudadano. En los canales de recuperación de los desechos o la basura, hemos de colaborar todos.

Prácticamente, todo el plástico desechado se puede reutilizar a nivel industrial. Hoy tenemos la maquinaria adecuada para todo ello y se puede conocer visitando las ferias especializadas como es Equiplast, porque una botella arrugada en la playa no es el único ejemplo de lo que significa el plástico.