Entrevista a Alex Salvador, gerente de AER
La Asociación Española de Robótica y Automatización (AER) es una asociación sin ánimo de lucro que reúne a los principales actores del sector de la robótica y automatización en España: fabricantes de robots (industriales, colaborativos, móviles y de servicio), periféricos, visión artificial, ingenierías, integradores, automatizadores, centros tecnológicos y de formación y usuarios finales. “La asociación está en posición de convertirse a corto plazo en un auténtico referente e interlocutor de la Industria 4.0”, explica Alex Salvador, el recientemente nombrado nuevo gerente de AER.
Como el sector de la robótica y la automatización, la asociación ha ido evolucionando a lo largo de los años. ¿Qué es hoy AER?
En la actualidad, AER cuenta con más de 40 asociados, que pertenecen a todos los eslabones de la cadena de valor del sector de la robótica y automatización, y nuestra previsión es doblar dicha cantidad en 2020. En cuanto al perfil de los mismos, existe un gran equilibrio entre gran empresa y pyme, con lo que ello implica de transferencia de conocimiento.
¿Qué le ofrece la asociación a sus asociados? ¿Con qué argumentos trataría de convencer a un posible nuevo asociado de adherirse a AER?
Contamos entre nuestros asociados con los principales fabricantes mundiales de robots, que actúan como polo de atracción para el resto de integrantes del sector de la automatización, lo que nos permite erigirnos en representantes cualificados frente a la administración y entidades público/privadas. La facilidad de promover alianzas estratégicas entre sus miembros sería la segunda característica a destacar. Y, en tercer lugar, la gran actividad desarrollada por nuestros cuatro grupos de trabajo, auténticos motores AER: GT-Comunicación y Eventos, que pretende difundir los beneficios de la Industria 4.0. tanto a nivel sectorial como de asociación; el GT-Innovación, que persigue la evolución de la tecnología y su aplicación a sectores con potencial; el GT-Formación, auténtico puente de comunicación entre el mundo empresarial y el de la formación; y el de más reciente creación, el GT-Crecimiento, que se encarga de pilotar las estrategias de crecimiento de nuestro tejido asociativo.
La Junta Directiva de AER le designó nuevo gerente de la asociación el pasado 22 de octubre, en sustitución de Marc Ollé. ¿Qué cree que le puede aportar su experiencia a la entidad?
En primer lugar, hay que decir que Marc ha dejado una asociación en excelentes condiciones para dar el gran salto cuantitativo y cualitativo en 2020. Durante 7 años de trabajo ingente, mi predecesor ha estructurado los procesos internos de forma muy eficiente, tejiendo múltiples complicidades hasta desarrollar una gran red de asociados y partners, verdadero capital estratégico de AER. Por mi parte, el provenir del entorno empresarial privado me puede permitir afianzar las estrategias de crecimiento y alianzas estratégicas, así como contribuir a profesionalizar las propias estructuras de la asociación, agilizando procedimientos de toma de decisiones y aspectos de coordinación entre los grupos de trabajo internos.
¿Y cómo afronta el reto?
Pues con voluntad de servicio, muchísima ilusión y ganas de aportar valor.
¿Cuáles van a ser sus primeras directrices como nuevo gerente de AER?
La gerencia AER se propone avanzar en paralelo en cinco vías principales: seguir aportando el máximo de valor añadido a nuestros asociados; impulsar la política de alianzas estratégicas con todos los grupos de interés; desarrollar y coordinar los cuatro grupos de trabajo AER; potenciar las áreas geográficas estratégicas para la asociación y contribuir a introducir en el sector una visión humanística de la automatización.
El pasado 26 de noviembre celebraron el AER 1st Summit. ¿En qué consistió? ¿Cuál es, a su parecer, el balance de este primer encuentro?
La experiencia del AER 1st Summit fue verdaderamente positiva, y muy ilusionante por la gran acogida y por lo que tuvo de primer encuentro. La jornada pretende convertirse en el evento anual de referencia de los sectores de robótica y automatización y, por tanto, en uno de los ‘players’ a tener en cuenta de la Industria 4.0. Más de 100 personas —entre asociados y partners, invitados institucionales y medios de comunicación— asistieron al evento de Madrid, donde pudimos disfrutar de una muy ilustradora ponencia de Alfons Cornella sobre la relación entre humanos y máquinas y de cómo esta debería hacer reconsiderar de raíz los modelos educativos actuales. Además, discutimos las principales estadísticas de IFR y tendencias de futuro y desvelamos el primer vídeo corporativo de AER. Nuestra idea, en línea con la estrategia de descentralización emprendida por la Junta Directiva en los últimos tiempos, es ir rotando estos encuentros por las principales capitales españolas.
La asociación presta especial atención a la formación. ¿Qué ofrecerá en este sentido en 2020?
Sin duda, este es uno de los puntos principales de desarrollo en 2020. AER es consciente de las necesidades de talento joven cualificado de nuestras empresas asociadas, y a la vez del enorme potencial de mejora de los modelos educativos actuales, como puso de manifiesto magistralmente Alfons Cornella en su ponencia del AER 1st Summit. Con estos condicionantes, la voluntad de la asociación es contribuir a disminuir tanto el ‘gap’ de talento como la brecha de género en nuestro sector, incidiendo, en la medida de nuestras posibilidades, en la creación de planes de estudio que potencien verdaderamente aspectos clave como la creatividad, el espíritu crítico, la gestión por proyectos, el trabajo en equipo y la reflexión. ¡Nuestro Grupo de Trabajo Formación deberá estar muy activo en 2020!
¿A qué retos se enfrentan la asociación y el sector de la robótica y la automatización en nuestro país en la era de la Industria 4.0?
Debemos ser capaces de hacer accesibles al mundo de las pymes —la base del tejido industrial de un país— unas herramientas que hasta la fecha han sido coto de grandes empresas y multinacionales, sabiéndonos adaptar a la casuística particular de la pequeña y mediana empresa española. Esto afectará tanto al diseño de producto/servicio como al desarrollo de integraciones eficientes para este ‘target’.
AER forma parte de la International Federation of Robotics (IFR), de la que es miembro fundador. ¿Cómo se sitúa nuestro país en el marco internacional en cuanto al número de robots instalados?
En 2018 se alcanzó el récord histórico de instalaciones robóticas industriales en nuestro país, con más de 5.000 unidades, lo que supuso un incremento del 24% respecto al ejercicio anterior —muy por encima del global— y permitió situar a nuestro país en la décima posición mundial.
¿Cuáles son los principales sectores y aplicaciones?
Por sectores, la automoción es sin duda el auténtico motor de tracción del sector, y es allí donde España lidera los rankings mundiales en cuanto a robots per cápita. Le siguen la electrónica y el metal/maquinaria. Y por aplicaciones destacan dos por encima del resto: handling y welding (soldadura).
¿Y cuáles son las previsiones para los próximos años?
De crecimiento de dos dígitos, muy por encima de la media de la economía española.
Robótica colaborativa, móvil, de servicio… ¿Hacia dónde se dirige el sector?
Sin duda, hacia las alianzas estratégicas entre todos ellos. El gran reto, como he dicho, es trasladar a las pymes de manera eficiente y creativa los beneficios de la automatización, ofreciendo soluciones más flexibles y fáciles de programar. En algunas de ellas ya se están viendo ejemplos de instalaciones “colaborativas” para ejecutar tareas no necesariamente colaborativas.
El pasado mes de abril organizaron el primer Encuentro de Fabricantes y Distribuidores de Robots Industriales en España, en el que se confeccionó un estudio anual de ventas. ¿Tienen intención de darle continuidad? ¿Cuándo? ¿Qué le aporta a la asociación y al sector un evento de este calibre?
Este encuentro es capital, y estamos muy orgullosos de haberlo podido gestionar en tan poco espacio de tiempo. La intención de AER con el mismo es consolidar de manera absolutamente transparente y aséptica las cifras de instalaciones en nuestro país, a partir de las contribuciones individuales y anónimas de fabricantes y distribuidores, cifras de las que lógicamente se nutre después la IFR para ofrecer sus estadísticas mundiales. Desde luego que debe tener continuidad, durante el primer semestre de 2020 se realizará la segunda convocatoria.
“Queremos contribuir a disminuir tanto el 'gap' de talento como la brecha de género en nuestro sector”
