Etiquetas con texturas gracias a la tecnología Panther de Xeikon
Xeikon ha desarrollado una solución específica para los impresores que buscan mejorar y ampliar su gama de etiquetas. Se trata de la combinación única del flujo de trabajo Xeikon X-800 y la tinta UV PantherCure, que puede generar una capa táctil, responsable de lo que se conoce como “efecto háptico” en la impresión. Los impresores pueden crear fácilmente etiquetas de diseño con mejor tacto y texturas que transmitan una sensación de lujo. El nuevo proceso de impresión háptica de Xeikon no solo aumenta y amplía la gama de posibles aplicaciones para los mercados de etiquetas de alta gama, sino que permite ahorrar un tiempo considerable al evitar modificaciones en los archivos de preimpresión. Los efectos táctiles en las etiquetas son muy apreciados por el mercado de la cerveza, las bebidas, los alimentos y el sector de salud y belleza.
Jeroen Van Bauwel, director de gestión de Productos, señala: “La tecnología que genera la capa táctil y texturizada está integrada en el flujo de trabajo X-800 de Panther. Los propietarios y diseñadores de la marca son quienes definen la estructura, la forma y el diseño. Cuando se recibe el archivo, el flujo de trabajo reconoce automáticamente los elementos del diseño y genera la información necesaria para impulsar el cabezal de impresión; así se crea el efecto háptico en la impresión del producto final”.
Para optimizar aún más el flujo de trabajo en Panther, Xeikon ha desarrollado una solución específica, integrada en el flujo de trabajo X-800: una optimización automática de la capa de tinta blanca.
La producción de etiquetas sobre soportes transparentes (por ejemplo, etiquetas de cerveza premium o de productos de belleza) implica retos muy concretos. Se necesita un blanco opaco para que el diseño destaque; sin embargo, esto puede dar como resultado diferentes espesores de la capa de tinta. El grosor desigual de la capa de tinta generará un efecto telescópico en los rollos impresos. Antiguamente, los operarios de las máquinas superaban el problema imprimiendo rollos más pequeños, lo que provocaba cambios de rollos más frecuentes y desperdicio adicional de material y tiempo.