La sostenibilidad debe ser un pilar importante de una empresa moderna
Los actuales modelos de producción y consumo han ocasionado en los últimos años una demanda creciente de envases y embalajes principalmente de uso alimentario, que ha redundado en una cantidad cada vez mayor de residuos de envase una vez finalizada su vida útil. Esto, unido a la baja degradabilidad de los polímeros convencionales o derivados del petróleo, que hace que tarde muchos años en eliminarse totalmente, han hecho que se estén abordando el desarrollo de nuevas soluciones de diseño de envase con los que tratar de minimizar estos impactos ambientales.
En la actualidad se están llevando muchas acciones para disminuir la cantidad de residuos generados como la reducción del peso de los envases y el uso de materiales más respetuosos con el medio ambiente, derivados de materias primas procedentes de fuentes renovables ya sean de origen vegetal o animal y/o biodegradables, denominados generalmente biopolímeros.
El termino biopolímeros abarca todos aquellas materias primas con origen renovable y aquellas que teniendo un origen no renovable, como PVOH, PBAT, etc., son biodegradables. Una de las principales limitaciones de estos materiales biodegradables es que presentan unas bajas propiedades barrera a diferentes gases como es el oxígeno y el vapor de agua. Algunos de estos biopolímeros muestran carencia tanto en propiedades barrera al oxígeno como al vapor de agua, por lo que es necesario optimizar estas propiedades para conseguir unas propiedades barreras similares a las conseguidas por los materiales convencionales, manteniendo al mismo nivel su cualidad sostenible.
Debido al interés creciente que tiene el uso de materiales biodegradables para este tipo de envases, Plásticos Romero ha desarrollado a través de un proyecto, Recubio, un envase que combina el uso de materiales biodegradables en estructuras multicapa flexibles que cumpla con los requisitos de sellabilidad, calidad de impresión y, sobre todo, propiedades barrera requeridas para los envases de uso alimentario, superando las limitaciones existentes en el estado de la técnica actual, que limitan en algunos casos la aplicación de este material.
Las propiedades barrera son características muy importantes a desarrollar en este tipo de envases. Mejorar estas propiedades puede alargar la vida útil de los alimentos y por lo tanto hacer más competitivo el producto en el mercado. Para conseguir alcanzar estos requerimientos se ha trabajado en un recubrimiento apto para contacto alimentario que satisfaga tanto la permeabilidad al oxígeno como a vapor de agua que exigen los alimentos, frescos, congelados o de panadería.
La estructura obtenida es totalmente biodegradable, quedando configurada como se muestra en la Ilustración, en la cual se considerarán adhesivos adecuados para asegurar que el 100% de la estructura sea biodegradable según la norma EN13432.
Con este tipo de materiales entramos en una nueva generación de biopolímeros de propiedades avanzadas, llegando a poder sustituir materiales convencionales con altas propiedades, un gran avance en las aplicaciones de los biopolímeros en el sector de envase y embalaje.
Afianzando nuestra apuesta por desarrollar líneas que aumenten nuestro carácter sostenible, Plásticos Romero ha comenzado este año un gran proyecto de economía circular que pretende valorizar todos los residuos plásticos que genera cada año. Este proyecto se engloba dentro de la línea estratégica financiada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
Este proyecto bajo el acrónimo de Genera-Cero pretende que en los próximos seis años no se genere ningún tipo de residuo desde la empresa, pretendiendo transformar el concepto de residuo en recurso. Para ello se van a llevar diversas líneas de actuación como caracterizar todas las mermas de preconsumo que se producen en la planta de producción para su inclusión en diversos artículos, incluidos los de alto valor añadido o altas especificaciones mecánicas y/o ópticas. Desarrollo de estructuras biodegradables que sirvan tanto para sustituir a las bolsas de polietileno actuales como para laminar con papel y conseguir una estructura laminada 100% biodegradable.
Por último, este proyecto quiere no solo recuperar todo el PE y los restos bio sino también implementar sus infraescrtucturas de reciclado para conseguir la reutilización de otros polímeros ya sean coextruidos o laminados lo que supondrá un auténtico residuo 0 en toda la cadena de producción.
En resumen, con este tipo de proyectos, Plásticos Romero consolida su compromiso con el medio ambiente apostando por la investigación y poniendo al servicio de todos sus clientes un gran abanico de soluciones sostenibles que cumplan con las exigencias existentes de los envases plásticos.
Salvador Martínez de Maya, responsable de I+D+i.