La Publicidad en el Lugar de Venta (PLV), o cómo sorprender al consumidor para influir en su decisión de compra
Los consumidores en general disponen de información previa sobre gran parte del abanico de productos existentes antes de entrar en un punto de venta. La publicidad les llega, principalmente, a través de los medios de comunicación: televisión, periódicos, revistas o por internet. No obstante, cuando reciben esa información no tienen el producto físicamente delante. De ahí que los elementos de PLV sigan siendo claves en cualquier estrategia de venta, puesto que recuerdan y acercan la marca al usuario e incentivan su impulso de compra.
Rafael González Assís.
En el caso del segmento Premium, los elementos de PLV cobran todavía más importancia porque las marcas no solo venden un producto, sino todo un universo de lujo, y eso tiene que estar representado en los “displays”. En esa línea, los expositores necesitan ofrecer un valor añadido, que no se consigue trabajando de forma estándar, sino que se concretan en los detalles, en la impresión, los acabados, etc.
Nuxe.
Tendencias: reinventarse y sorprender
En el caso de Adaequo, combinamos materiales –cartón, metal, plástico o madera – en función de cada elemento. Su estructura y acabado dependerá de si será un expositor temporal (dos o tres semanas en el punto de venta) o permanente (de seis meses a más de un año). Los primeros se estudian y producen en cartón por una cuestión de coste. En cambio, los de carácter permanente se proyectan mas resistentes y se utiliza metal, plástico o madera.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que en el punto de venta todos los espacios de exposición están delimitados, medidos, por lo que, de nuevo, es clave contar con un equipo capaz de ofrecer soluciones personalizadas y creativas en cada momento. De ahí, que sea cada vez más común que los proveedores de PLV se doten de un equipo de diseño, para aunar así las capacidades técnicas y de innovación dentro de una misma estructura.
Más allá de tendencias y técnica, lo que se busca en un mercado competitivo como el actual es sorprender, provocar una reacción en el cliente final. Un ejemplo de ello es uno de los últimos proyectos de Adaequo con la firma Barber, de aromas para cigarrillos electrónicos, destinados al mercado estadounidense. Su imagen es la silueta de un rostro masculino de estética hipster. El cliente buscaba un elemento de PLV que evocara una antigua barbería, muy masculina y de estilo rústico. Decidimos presentar un expositor muy sencillo, en simple cartón ondulado, en bruto, prácticamente sin forrar, que nos permitía dar esa imagen de “rudeza”. Una idea directa y que funciona. Y es que, a veces, lo sencillo es lo que consigue llamar más la atención.