Entrevista a Eduardo Burgoa, responsable de TIC-Media en Aido
Ante la auténtica revolución que está suponiendo la irrupción de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) en diferentes ámbitos de nuestra sociedad, incluida la relación que mantenemos con los productos impresos, Aido incluyó en su ‘Fórum impresión sin límites – Imprimiendo negocio’, celebrado en Madrid el 5 de noviembre, una presentación sobre las aplicaciones TIC-Media y smartphone en producto impreso, a cargo de su responsable Eduardo Burgoa, a quien tuvimos el placer de entrevistar.
¿En qué fase estamos en materia de introducción de las nuevas tecnologías de información (TIC) en el sector de las artes gráficas?
Se puede decir que en el ámbito de las TIC prácticamente todo está aún por hacer. En general, las TIC abren grandes posibilidades a la innovación, tanto en la optimización de procesos como en nuevas aplicaciones para smartphones o teléfonos inteligentes. De hecho, ya existen aplicaciones que hace unos años ni podíamos imaginar: poder ver el tiempo que hace en cualquier parte del mundo, contar con todos los mapas del mundo en mi bolsillo, comprobar con mi teléfono móvil si un producto es auténtico o falsificado…
Entiendo que estas TIC hay que apreciarlas como un aliado del producto impreso, que le aportaventajas, y no como un enemigo, ¿no es así?
Efectivamente. Aunque sí es cierto que hay aplicaciones donde las TIC pueden ser sustitutivas del producto impreso tradicional, como es el caso del libro digital, no lo es menos que también pueden aportar a ese producto impreso nuevas funcionalidades, una mayor seguridad y una mayor experiencia para el cliente. Si las empresas de impresión se valoran a sí mismas como empresas que realmente gestionan los contenidos de sus clientes, podrán ver en las TIC un mundo lleno de oportunidades. Quizás imprimirán menos en el soporte tradicional pero ganarán terreno en otras fórmulas digitales. Y luego, por supuesto, existe también la posibilidad de poder combinar ese producto impreso con elementos digitales.
¿Es necesario un cambio conceptual? ¿Pasa el consumidor o el lector, a ser un agente mucho más activo, que tiene que interactuar con el producto a través de los códigos QR, la tecnología NFC o la realidad aumentada?
Sí, es un rol mucho más activo. A partir de un determinado producto impreso le puedes dar al usuario la posibilidad de participar en una encuesta, en un juego o en un concurso, y también complementar la información con un video explicativo o con una imagen tridimensional, por poner algunos ejemplos. El objetivo final es ofrecerle un valor añadido.
Para esa mayor interacción se requiere un intermediario, que en este caso son los smartphones, las tabletas, etc. ¿Está nuestro país preparado tecnológicamente para este cambio? ¿Se va a dar igual en todos los rangos de edades?
En cuanto a su primera pregunta, tiene que tener en cuenta que España es el líder europeo en penetración de smartphones, por lo que la respuesta es que sí disponemos de los medios tecnológicos. Y en cuanto a la segunda, indudablemente existe el riesgo de brecha generacional, porque las personas con mayor edad tienen más dificultades para acceder a estas nuevas tecnologías. Si bien es cierto que ya hay algunas soluciones como la tecnología NFC que facilita un uso muy intuitivo de las cosas. Por ejemplo, una persona mayor que tenga una etiqueta NFC en su mesita de noche puede hacer que su teléfono móvil se ponga automáticamente en silencio o en modo avión sólo con acercar su terminal móvil a esa posición, evitando de esta forma que le molesten mientras duerme. Es una tecnología muy accesible, perfecta para disminuir esa brecha digital de la que antes hablábamos.
Dentro del mundo de la impresión, ¿dónde están entrando con mayor rapidez las TIC?
Hay un caso muy claro de rápida penetración, que es el de los configuradores de producto. En este sentido, como ejemplo, puede valer una de las últimas soluciones lanzadas por la firma Ikea que permite probar, de forma virtual, cómo quedarían sus muebles en casa a través de la realidad aumentada. De igual forma ya hay aplicaciones para ver, de forma también virtual, cómo te sentaría un determinado modelo de gafas, etc.
En el mundo del packaging las TIC también están entrando con cada vez más fuerza, para dotar de nuevas experiencias al consumidor y hacer más atractivo el producto.
Antes comentaba que las TIC también pueden aportar mayor seguridad al producto impreso, ¿en qué sentido?
Por ejemplo, evitando engaños. En muchas ocasiones el consumidor compra productos falsificados sin ser consciente de ello, y éste es un tema muy sensible en ámbitos como el de los medicamentos. El Malarone, tratamiento para la malaria, es el medicamento más falsificado actualmente y es un producto realmente caro. Imagínese lo que puede suponer comprar una falsificación de este fármaco, a nivel económico y de la propia salud del paciente. Con la tecnología NFC este tipo de falsificaciones se pueden evitar.
Conocida la vertiginosa rapidez a la que avanzan las TIC, ¿cómo cree que será su implantación dentro de 10, 20 años?
La realidad aumentada viene a ser un ojo digital que enriquece. En el futuro esta tecnología probablemente no se usará como lo hacemos ahora. A día de hoy, sigue siendo una barrera el tener que sacar el móvil, activar una aplicación, apuntar a una imagen… Por tanto, la siguiente revolución pasa por encontrar elementos que nos permitan usar estas nuevas tecnologías con la máxima comodidad. Ya se está trabajando en gafas especiales para lograrlo e, incluso, se han hecho experimentos con conejos para implantarles lentillas que permiten disfrutar de la realidad aumentada.
Por último, ¿cree que en el futuro seguirá siendo compatible el formato impreso tradicional con las nuevas TIC?
Sí, sin duda. Lo físico siempre contará con la ventaja de su persistencia en el tiempo. Dicho esto también hay que considerar que ese producto impreso siempre debe aportar un valor añadido, y de hecho se puede apreciar cómo las revistas, que apuestan por un formato de mayor calidad, están aguantando mejor esta revolución digital, que los periódicos.
Aplicaciones TIC en producto impreso
Eduardo Burgoa habla de los contenidos digitales como elementos positivos que “facilitan nuestra vida”. En este sentido aportan notables ventajas sobre medios más tradicionales como la permanente actualización de los contenidos, la posibilidad de encontrar rápidamente todo lo que se busca, su mayor manejabilidad (menos peso y volumen), la fácil gestión de los contenidos en diferentes idiomas y la posibilidad que ofrecen de combinarse con otros servicios (redes sociales, geolocalización, etc.).
Por el contrario, sus principales desventajas respecto al producto impreso pasan por la corta duración de las baterias de los dispositivos móviles que permiten acceder a esos contenidos digitales y por la lógica menor persistencia en el tiempo de lo digital en comparación con el producto impreso.
De todas formas desde Aido se apuesta por una combinación de ambas fórmulas, para ampliar información, aumentar la interacción por parte del usuario (concursos, redes sociales, valoraciones de productos…), enriquecer los contenidos y combatir falsificaciones, entre otras ventajas.
Eduardo Burgoa repasaba las tres principales TIC que ya se aplican al producto impreso. En primer lugar, los códigos bidimensionales que incluyen información codificada interpretable por los smartphones o tabletas. El más famoso es el código QR, un código libre, en el que se pueden almacenar hasta 2.953 bytes, y que presenta una gran robustez frente a errores.
En segundo término, también se ha extendido el uso del llamado NFC, un sistema de transmisión de datos que usa los principios de la tecnología RFID pero con un campo de acción muy reducido. Con ello se ofrece mayores índices de seguridad, se evitan conexiones accidentales (alcance de menos de 20 cm) y se gana en usabilidad intuitiva. Ya hay cerca de 100 smartphones que emplean esta solución para diversas aplicaciones como transferencia entre dispositivos, pagos con teléfono móvil, tarjetas de transporte público, sistemas antifalsificación…
Y como tercer TIC en auge se habla de Realidad Aumentada, es decir la incorporación de mundos virtuales a la propia percepción del mundo real. Para ello se requieren tres componentes básicos: 1) un objeto real con algún tipo de marca de referencia que haga posible la interpretación y creación del objeto virtual; 2) una cámara o dispositivo que sea capaz de transmitir la imagen; y 3) un software capaz de interpretar la señal transmitida por la cámara.